martes, 7 de noviembre de 2023

Purificados. EL ALTAL DEL HOLOCAUSTO, Gijón, 27.10.2023. Crónica.


📝
📷 Jorge López Novales.

El Altar del Holocausto visitó Asturias el pasado día 27 con su gira “De Euforia y Nostalgia Tour”. La Sala Acapulco de Gijón fue su escenario. Os lo contamos, aquí, en Diario de un Metalhead.


A las 20:30 se procedió a la apertura de puertas. Ya se veía un buen ambiente en las inmediaciones del Casino. Hasta las 21:15 nos acompañó una banda sonora que invitaba al recogimiento, y que nos preparaba para lo que íbamos a ver esta noche.

El Altar del Holocausto, sin necesidad de banda acompañante, sería puntual.

Cualquiera que no este familiarizado con la banda, se verá un tanto impactado por su puesta en escena. Tiene su razón de ser. Hay un gran detalle; hasta un gesto de un músico del Altar puede decir mucho más que un frontman de una banda “convencional” y mostrarse cercano en el proceso. Incluso un silencio puede ser muy elocuente.

No sólo es vestirse como nazarenos y moverse con una coreografía de gran intensidad. Cualquier otro, sin una potente propuesta musical detrás, se quedaría en el camino. Todo es consecuente con lo que suena. Tampoco necesitan una decoración estridente, ellos son los absolutos protagonistas en el escenario.

Yo los he visto en festival (Tsunami), y conseguían a la luz del día, meterse a un público, que a priori no era el suyo, en el bolsillo. En sala, la atmósfera juega a su favor. Los juegos de luces, el humo, no hacen más que reforzar su directo.

No rehuyen la luz. Hay grupos que necesitan la oscuridad para que funcione su propuesta y no merme en el camino. No este el caso; el Altar se aleja de la oscuridad (puede sumergirse puntualmente en ella). 

¿No se hace pesado una banda inclasificable de música instrumental, y que apenas ofrece una tregua en su despliegue de temas? La verdad es que el concierto se hizo corto. No soy lo que se dice un fan de la banda. No fue necesario serlo para disfrutar y acabar de convencerme para ser un fan más. La verdad en que, por unos momentos, mi cabeza dejó de dar vueltas y pude disfrutar. En cierta manera, salí purificado.

Con un setlist muy equilibrado consiguieron sumergirnos en un mundo lento y pesado, llegando a algún clímax extremo. Jugando al contraste con un tono incluso jazz que imprimen a un tema como “Esperanza”.

El público siguió el juego a la banda y se mostró respetuosa con los requerimientos de silencio. 

Era inevitable quedarse mirando ante el espectáculo que tenía lugar. ¿Qué más os podría contar? No sorprendió a los habituales que hubiera tiempo para un wall of death, con una energía increíble, en el que Weasel Joe comulgó con el público.

Entremedias, ya próximo el final, una voz llena de distorsión nos agradeció nuestra presencia y apoyo.

Gracias a la banda y a la Sala Acapulco por las facilidades.

© Diario de un Metalhead 2023.



No hay comentarios: