Texto: Julia Martínez-Lombó Testa / Jorge López Novales.
Fotos: Jorge López Novales.
La banda asturiana Skuld ofreció un nuevo concierto el pasado 8 de julio en San Esteban de Pravia, en el Carving Surf Hostel (un lugar con muy buen ambiente, en el que nos trataron muy bien). Fue una excusa para ver a muchas caras conocidas, pero también nuevas, ya que la banda va ganando nuevos simpatizantes de todas las edades para su causa.
Cuanto llegamos a San Esteban estaba lloviendo. El escenario estaba al aire libre, así que todo estaba cubierto por unas sombrillas y plásticos. Por suerte, la cosa no fue a más y la banda arrancó en el horario previsto, sobre las 20:00.
Fueron dos horas de música, con sus versiones, sus temas propios, y algún discurso improvisado, con una base heavy/rock. Pocas bandas pueden mantener tanta intensidad hasta el final en un concierto tan largo. Te meten más de veinte temas y no puedes encontrar ni uno en los que decaiga la fuerza. La hora tope a la que debían finalizar el concierto eran las 22:00, pero ampliaron repertorio sobre la marcha en tres nuevos temas ante la demanda popular (Esta vez una banda cumplía con el “otres tres” tradicional en la región). Y podrían haber seguido mucho más (me han dicho que tienen material incluso para tres horas seguidas).
¿Qué tocaron? Casi todo su repertorio habitual. No por haberlo escuchado en varias ocasiones lo me canso de ello. Son unos todo terreno. En cualquier hábitat te sacan adelante un directo.
Te meten “Poison” (Alice Cooper”), “Blood Eagle, “Love Machine”, antes de interpretar un tema propio con mensaje con mensaje como “Huye”. No se necesitó mucho para que se animara la gente. El espectáculo estaba sobre el escenario y fuera de él.
Lorena, a la voz, se vio amparada por los habituales coros de José Carlos y Robert. Los solos de Chinky y Robert, Roberto empujando a la banda desde la batería y, a su vez, José Carlos con su bajo.
Para hacerlo más dinámico, saltaron algunos espontáneos del público a ayudar en la interpretación de algún tema. Pedro Pravia echó una mano con la guitarra, Daniel Menéndez con el bajo y Jevo con la batería. La cosa quedó en familia y aportó cosas.
El momento previo de la “Xana del Caballar” fue aprovechado por Chinky para ir al baño (recordemos que son dos horas al pie del cañón y la cerveza baja). José Carlos tuvo a bien explicarnos la historia de la letra del tema de la Xana (habría que elaborar un plan para no improvisar en estas contingencias urinarias).
No acabaron tan rotos como la vez que los vi en el Urriellu. Los vi tan en forma como en el evento privado del pasado junio. Llegaron el clímax con Barricada, ya en los temas añadidos, “No hay tregua” e hicieron literal el título. En conciertos anteriores, Skuld cerraba con Motörhead (Ace of Spades) y han conseguido dar un paso más, en cuanto acabar con intensidad. Final por todo lo alto.
Posteriormente pudimos compartir mesa y semeyes con la banda y sus allegados, con algunos daños colaterales en los baños (Claverol herido es más peligroso, aunque después de la historia de sus lesiones no puedo más que admirarlo) y alguna mención al bueno de Gorriagán. También descubrí que no sería buen pipa de ninguna banda (no sé ni doblar los cables).
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