Llegó el sábado, el día más emotivo para mí del festival, con la llegada de mi banda favorita desde siempre, IRON MAIDEN. Entramos antes que nunca para ver algunas bandas y por primera vez comer en el festival, donde hay una oferta muy buena de distintos estilos de comida, y dónde aun no siendo un precio barato se agradece tener tanta variedad y sobre todo mucha calidad en la mayoría de los puestos.
Comenzamos a la una menos diez con FEVER 333, teníamos intención de llegar a ENFORCER pero no fue posible, son muchas horas de festival y también hay que descansar de un día para otro. Siguiendo con FEVER 333, hay que decir que solo queda de la formación original de los californianos su cantante, Jason Butler, pero se ha vuelto a rodear de un buen puñado de músicos. El show que ofrecen es pura energía y suenan realmente bien, su mezcla de estilos que pasan por metal, rap, punk o nu metal es muy interesante, y la puesta en escena es realmente buena, sobre todo liderados por su front man y por una bajista, April Kae, que no deja indiferente a nadie. Se respira música negra en el escenario, y eso es siempre bien. Son todo lo contrario que esas bandas orquesta que surgen nuevas en el panorama de los festivales, en este caso la propuesta es diferente y original. Algunos de sus temas del set fueron "Bite back", "Only one", "Made an american", "Swing", "Song 2 (Blur)" o "Hunting season", canción con la que terminaron con Butler cantando desde lo alto del andamio donde se sitúa la mesa de sonido. Ganas de verlos en Galicia.
De ahí fuimos a comer a la zona del Valley, oímos de lejos a SPIRIT WORLD, banda de crossover entre thrash y hardcore que tocaban en el Warzone y que sonaban realmente potentes pero decidImos esperar para verlos en Viveiro en el chaos stage, que seguro que se va a venir abajo. Justo cuando nos poníamos a pedir las viandas caía la primera tormenta del festival, mis maldiciones fueron importantes al ver que llovía el día de IRON MAIDEN cuando no estaba previsto para nada. Por suerte fue media hora paró y todo siguió como hasta ese momento, con un calor asfixiante y más sol que nubes. Mientras comíamos tomamos posiciones para escuchar a CROWBAR, que comenzaban en el Valley su actuación.
Crowbar |
No me acaba de convencer la nueva situación de este escenario con el público a lo ancho, porque en bolos como este, que empiezan a llenarse demasiado, no te queda más opción muchas veces que acabar demasiado de lado al concierto, y eso nunca es bueno para el sonido. La banda de nueva Orleans capitaneada como siempre por Kirk Windstein dio su clásico concierto, sludge metal en estado puro, no soy gran fan de la banda pero ya los he visto unas cuantas veces y siempre acabas moviendo la cabeza como un poseído con sus riffs pesados y oscuros. El sonido fue bastante bueno y la banda ayuda a animar en todo momento. El concierto acabó con un “stay safe” por parte de Kirk, todo un detalle por su parte, aunque lo diga con una sonrisa en la cara, menudo jefe. "Self-inflicted", "High rate extinction", "Chemical Godz", "Cemetery Angels", "Planets collide" y "Like Broken Glass" fueron algunos de los temas de su set.
Al terminar deambulamos un poco sin rumbo por falta de interés en las bandas de esa hora. Coincidimos pasando por el Main 1 con RIVERSIDE, banda de rock progresivo de Varsovia, a los que no tenía controlados, a pesar de gustarme el progresivo como al que más. Tuvieron gran sonido, pero para mí son un grupo para escuchar en sala o en casa, su estilo es demasiado lento para mi gusto para festivales, bajan mucho el ritmo de lo que entiendo que debería ser en un festival de metal. Ojo, son buenos a rabiar, pero no me enganchan en un sitio así.
SAOR |
De ahí fuimos al Temple a darle una oportunidad a SAOR, banda escocesa de black metal. La verdad que a nivel técnico y de sonido dieron un gran concierto, muchas atmósferas y sonido muy folclórico pero con peso y muy bien elaborado. Vimos la mitad del bolo, aprovechamos para techarnos un poco en la carpa y ahogamos la sed en unas cervezas. Antes de acabar nos fuimos adelantando al Main 1 para pillar sitio para PUSCIFER.
Puscifer |
Lo reconozco, soy un enamorado de Maynard, me parece que es uno de los tíos con más talento de la escena musical, y para mi PUSCIFER no es una excepción. La banda en sí es un proyecto que mezcla electrónica y metal industrial, hay temas con una gran melodía que son muy escuchables y otros que lo son menos si solo tienes el oído preparado para escuchar metal. Reconozco que puede llegar a ser complicado por momentos, pero ahí reside la grandeza de Maynard, todos los proyectos que hace acaban triunfando y dando que hablar, para él la zona de confort no existe. El concierto tuvo un sonidazo, que en partes te transportaba a conciertos de NINE INCH NAILS y en otras se podía intuir la parte más melódica de TOOL. Lo que unía todo eso es el show, basado en una historia tipo MEN IN BLACK, en la que los miembros de la banda no se salen del papel en ningún momento, intercalando videos y parrafadas cómicas sobre la invasión alienígena en la que vivimos, lo dicho, es un jodido genio, hay que estar ahí para verlo, escucharlo y entenderlo, no da puntada sin hilo.
La siguiente opción clara sería ARCH ENEMY, pero siendo una banda tan vista y viendo que coincidía con OBSESSED no tuvimos la más mínima duda. Sobre el escenario del Valley estaba una de las bandas pioneras del Doom Metal, con uno de los tíos más excéntricos de la escena y que ha tenido una vida tan interesante dentro y fuera de la música, desde los años setenta, que fue digna de ser retratada en su propio documental. Había que aprovechar que se ha levantado su prohibición a tocar en Europa y pasarse a ver y escuchar a un mito semejante. El concierto estuvo dentro de lo que se esperaba, su sonido lento, grave y con mucha clase fue lo que pudimos degustar durante su actuación. Solo verle en el escenario te hace darte cuenta que estas delante de un tío que es y ha sido muy importante en la escena musical.
Obsessed |
Saltamos al escenario de al lado, al Warzone, donde iban a tocar por fin después de muchos años sin opción de verlos PRO-PAIN. La última vez que pude de disfrutarlos fue en el Resurrection fest de 2015, en la warm up, y recuerdo que fueron el bolazo de la noche, comiéndose con patatas a BIO HAZARD, por lo que había ganas de volver a ver si conseguían repetir la gesta. Yendo al grano, el bolo empezó bastante flojo de sonido, con un Gary bastante más cascado de voz de lo que recuerdo y con bastantes problemas para que los distintos instrumentos se oyeran a un mismo nivel. Lo bueno fue que el técnico supo ir arreglando con bastante dignidad el sonido, y antes de mitad de bolo si bien no estaba siendo el concierto del festival, al menos todo estaba sonando ya mucho más acorde a lo que esperábamos. Lo único que faltaba era un poco más de volumen pero encontramos solución a eso, nos metimos al pit en cuanto nos calentamos y pasamos unas canciones en primeras filas hasta que nos aguantó el físico. La verdad es que la música de PRO-PAIN en cuanto suena medianamente bien es capaz de motivarte y ponerte patas arriba, y acabamos pasándolo de la leche. Sonaron canciones de casi todas sus épocas, arrancaron con "Shreds od dignity", "Unrestrained", "Three minutes hate", "Stand tall", y "Un-american". A partir de aquí el sonido empezó a mejorar notablemente y con ello nuestra gana de meternos en el lío. Siguieron "Neocon", "No way out", "Voice of rebellion" y "Deathwish" (de su última época a mitad de la década pasada). Para terminar cuatro trallazos de sus clásicos, "Gone fishin’", "In for the Kill", "Shine" y "Make war not love".
Powerwolf |
Con ese chute de energía nos fuimos al Main 1, llegaba la hora de ir pillando posiciones para ver a los MAIDEN. ¿El precio a pagar? Tener que aguantar por una buena posición delantera una hora sin opción de ir a por más bebida, y además, por si no fuera poco escuchando a POWERWOLF en el Main 2. POWERWOLF fue nuestra dosis de orquesta diaria, de las que ya os llevo hablando en las crónicas de este Hellfest del jueves y del viernes. Poco más os voy a decir, los aborrezco, igual que a Sabaton, son el mismo perro con distinto collar. Su show es tan impecable como aburrido y predecible, y comparando entre orquestas, entre lo que vivimos el jueves con PARKWAY DRIVE y lo que estaba haciendo POWERWOLF, Karpin, compañero de batalla en este festival, me decía en tono de comedia que “bueno, al menos con Sabaton o Powerwolf aprendes historia”… Un fenómeno.
Llegaba la hora, IRON MAIDEN, desde el año 97 sólo me he perdido dos giras, por desgracia muy buenas, en una me perdí “The rime of the ancient…” en directo (una auténtica cagada por mí parte), la otra fue la gira “Legacy of the beast”, que me dolió menos, pues no me perdí ningún clásico de la banda que no hubiera visto antes, aunque el show creo que fue de lo más grande en la historia de la banda. Digo esto porque en esta gira con homenaje a “Somewhere in time” no estaba dispuesto a perdérmelo ni de broma, y es más, los veré de nuevo en Barakaldo. La gente llevaba días por Clisson cantando los clásicos de ese gran disco, que fue el primero que compré físicamente de la banda, y al que le tengo un cariño especial, y el ambiente en las primeras filas era ese, el de estar a punto de vivir un momento muy especial para los fans de la banda. Pues bien, el resultado fue agridulce, al menos para mí, no voy a entrar en el setlist, todos sabéis cual es al dedillo, si acaso decir que los temas del nuevo disco van bien intercalados y que los defienden perfectamente, pero en los clásicos del “Somewhere”, como en el resto de clásicos que sonaron como "The prisoner", "Can I play with madness", "Fear of the dark", "Iron Maiden" o "The trooper" hubo un problema muy gordo. La banda a pesar de la edad está por encima de sus teóricas posibilidades. Dickinson es un ejemplo de cómo mantener la voz y seguir defendiendo canciones de hace 30 años sin apuros, y el resto siguen dando nivel de auténticos profesionales, tanto Harris, como Smith, Murray y Gers, pero ¿Nicko?
Iron Maiden |
Quiero extenderme en esto, no había visto las noticias que hablaban de que Nicko estaba mal en esta gira y me pilló por sorpresa. Lo que pasa, para el que no lo sepa, es que el bueno de Nicko aparentemente está teniendo problemas toda la gira para defender los clásicos, hasta el punto de no estar tocando ninguno de los brakes característicos de sus composiciones, y lo más grave para mi gusto, está teniendo problemas para doblar los bombos y darle a los temas la métrica original, con lo que parece que todo va más parado y desluce del todo un show que por lo demás es perfecto, y es una pena, porque lo que es de sonido el concierto es sorprendentemente bueno. La duda que me presenta esto es la siguiente, ¿el problema es que Nicko tiene algún tipo de problema de salud que no le permite ir más allá? O sencillamente que con sus 71 añazos está llegando a ese punto de no retorno al que llega a todo el mundo en algún momento… Sea como fuere el corazón se me rompió a pedazos, porque es la primera vez en mi vida que he visto que el final está cerca, hasta ahora no fui consciente, pero esta vez sí. Esto no es una crítica a Nicko, es comprensible que a su edad pudiera llegar este momento, pero Harris ha dicho siempre que aguantarán hasta que McBrain pueda, y si esto va a ir hacia abajo lo más normal es que no nos quede mucho MAIDEN que disfrutar, y es una pena, porque el resto de la banda está pletórica. Os hago una pregunta, ¿preferís que Maiden muera con Nicko? ¿O estáis dispuestos a que sigan con otro batería si fuera necesario?… Yo no soy capaz a responder la pregunta. En Barakaldo veremos qué pasa, todavía queda casi un mes…
También quería terminar la parte de Maiden comentando que haber escuchado por primera vez en directo en la historia "Alexander the Great" ha sido una de las alegrías de este Hellfest, la piel de gallina y algo de polvo entrando en los ojos …
Después de estar casi tres horas sin líquidos, pegándonos con todo lo que se movía y hartos del crowd surfing que nos pasaba cada 30 segundos por encima, tomamos camino de la barra para reponernos a base de bien. Llegamos para ver la segunda parte de BLACK FLAG en el warzone y no sé si estábamos muy cansados ya pero no acabamos de enganchar en el concierto, el sonido era bastante decente, pero nos pareció un poco aburrido. Les daré otra oportunidad en el Resu, a ver qué tal. Todos los temas que escuchamos, y los de antes (por lo que nos dijeron los que estaban desde el inicio), fueron de la vieja escuela, los tiempos pre Mike Vallely. Pudimos oír "Black coffee", "Jealous again", "Rise Above", "Tv party" o "Room 13".
Acto seguido pasamos al Valley justo detrás, para ver a CLUTCH, pero al ver el llenazo del escenario decidí abandonar a mis amigos y marcharme directo al fin de fiesta en el Altar Stage. No merecía la pena quedarse a ver a CLUTCH tan de lado, habiéndolos visto tanto en los últimos tiempos. Insisto en el problema de ese escenario, el Valley, donde la gente se debe poner a lo ancho en vez de a lo largo cuando hay mucha gente. Espero que el año que viene decidan corregirlo.
Como decía había fin de fiesta en el Altar Stage, y tocaba ponerle el aspa a otra de esas bandas que todo el mundo es unánime al describirlas como distintas y que están unos peldaños por encima de las demás en estos momentos. Si el día anterior fueron AS I LAY DYING, el sábado era el turno de MESHUGGAH. Desde el inicio solo pude quedarme con la boca abierta, y no la cerré hasta un rato después de que terminaran. Menuda banda, auténtica maravilla, perfección es lo único que los define. Un juego de luces maravilloso, un sonido con una nitidez, saturación, potencia que no escuchaba en directo desde TOOL. El potencial de esas carpas es enorme, y cuando una banda sabe qué hacer con él suceden cosas como estas. Músicazos, show tremendo, todos los adjetivos se quedan cortos. Por suerte podremos verlos de nuevo en Viveiro, espero que nos regalen otro bolo como este, me encantaría ver las caras de la gente.
El setlist fue el siguiente: "Broken cog", "Rational Gaze", "Ligature Marks", "Born in dissonance", su doble "In death", "Abismal Eye", "Demiurge" y "Future breed machine". Escasos dos temas de sus primeros discos, pero aun así tremendo bolazo. Con la sonrisa de oreja a oreja nos fuimos del recinto para descansar, que todavía quedaba un día y las fuerzas empezaban a flaquear.
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