Por Jorge López Novales.
El viernes 7 de julio acudimos a una nueva entrega de los conciertos del Kuivi PopUp en Oviedo. En realidad, todos los días hasta septiembre hay programada una actuación en lo que denominan escenario Kuivi. La particularidad de este día es que nos ofrecía un concierto de black metal de la banda Nazgash.
Venían al festival a presentar su EP “Psalms Of Fire And Suffering”.
No es la primera vez que el Kuivi apuesta por el metal extremo. Hemos visto a Sound of Silence y a Totengott repartiendo cera en ediciones pasadas. Y es que, en este festival itinerante, se abordan sin ningún tipo de complejos todos los estilos, dando un uso a una zona abandonada como son los terrenos del viejo Hospital Universitario Central de Asturias. Es música para todos.
Podríamos decir que tocar al aire libre, a las nueve de la noche (con mucha luz del día), con mesas y sillas alrededor, es complicado para una banda con corpse paint. Sumergirnos en la oscuridad, en su sonido atmosférico, requeriría un esfuerzo extra. Con mucha seriedad, sin ningún tipo de excesos, hicieron un concierto creíble.
La banda asturiana se nutre principalmente de la gente de Burnt to Death (una apuesta death/black con un agradable regusto añejo), Niebla Funeraria, Strigon y Eternal Sorrow.
Sin mediar saludo fueron a por todo desde el primer segundo. Despediros de una agradable conversación en las mesas.
Solarfall y Kotard (y voz) se encargarían de las guitarras, Mephistópheles daría un colchón de teclados no muy exagerado, y Blissfucker (batería) y Demiurge (bajo) aportarían una base muy sólida. Alguna orquestación externa acompañaría ciertos pasajes, sin enturbiar el aporte instrumental.
Tocar black metal no sirve como excusa para tener un mal sonido, así se presentan en el disco, que han grabado con Dani Sevillano que está en el top de la producción musical asturiana y así lo hicieron el jueves en el Kuivi. En este directo tenían que hacer sonar las guitarras (pudiendo distinguir detalles técnicos) y el teclado, cuestión que correría a cuenta del técnico de sonido, Isaac Prieto, un todoterreno de la Sala Gong y de este festival. Nazgash, a su vez, tenía muy claro cómo querían sonar y lo consiguieron, aunque quizá al principio me costó pillar el punto a distinguir las dos guitarras.
Su versión de “Deathcrush” (Mayhem) sonó matadora.
Sin previo aviso, tras casi una hora sin pausa, abandonaron el escenario, dejándonos a todos confundidos. Era consecuente con lo que acabábamos de ver.
© Diario de un Metalhead 2023.
No hay comentarios:
Publicar un comentario