viernes, 18 de septiembre de 2020

Alerta Roja: Ahora empezarán las excusas.


Texto: Larry Runner.
Fotos: Jorge López Novales.

Por fin. Sí, por fin se movilizó el mundo de la música. Lo hizo por toda España y nosotros estuvimos en la manifestación de Oviedo. Pensamos que necesitábamos estar presentes, porque no somos músicos, pero para nosotros la música es algo fundamental en nuestras vidas, y desde el mes de marzo, sin poder sentirla en vivo como nos gusta, notamos un vacío que ninguna otra actividad logra cubrir.

Sinceramente, creo que llega muy tarde, demasiado. Lo hace porque la unión entre los músicos, promotores, empresas de sonido y demás factores fundamentales del espectáculo nunca ha existido. Poner a toda esta gente de acuerdo es totalmente imposible. Aún así hubo algunos que se dejaron la piel en intentarlo, y aunque haya llegado ya pasada más de la mitad del mes de septiembre y habiéndose perdido todo el verano, al final algo se ha hecho. Por eso un diez desde aquí para la organización.


La manifestación de Oviedo partió y murió en la Plaza de la Catedral. El recorrido era pequeño y se trataba de hacer algo, no de colapsar la ciudad ni meterle fuego. Al final hubo un pequeño acto reivindicativo donde se leyeron una serie de peticiones que se harán llegar al gobierno y las instituciones, porque no son pocas las salas que ya han cerrado y de seguir así el mundo del espectáculo será solo un recuerdo plasmado en viejos DVD's. Ojalá les hagan caso. Tengo esperanza de que así sea. Mantengo la fe.


Ahora viene el palo y sinceramente, lo tengo que decir. Hubo muchas cosas que no me gustaron, las fundamentales y no, no por culpa de la organización, que creo que estuvo de diez. 

No me gustó que faltara gente, mucha gente. No concibo que la Plaza de la Catedral de Oviedo, con capacidad para casi 5000 personas no llegara ni a la mitad de su capacidad ni de lejos. No entiendo que gente que monta espectáculos, que son su vida tanto por lo económico como por lo personal, fallara. Y fueron muchos. Algunos de ellos se pasan la vida llorando en el facebook pero por allí no aparecieron. No estaban muchos y muchas de los que se las dan de promotores. Mal, muy mal. Fatal. No estaban muchos músicos, muchísimos. Volvieron a fallar, como fallan siempre no acudiendo a los conciertos de otros compañeros. Ayer no era un día de egos, había que estar. Los músicos volvieron a fallar. Sólo hacía falta que fuera uno de cada banda, sólo uno, y hubo muchos, muchísimos, que no estuvieron representados. Mal, muy mal. Fatal. Faltaron medios, nos sentimos muy solos. No estuvieron la mayoría de los que cubren los conciertos en nuestra región. Es increíble. Otros que se quejan en el facebook. Seguro que alguno tendrá en estos días la cara dura de sacar partido en modo de click hablando de la manifestación sin haber estado. Definitivamente lo creo. Había que estar, joder, había que estar. Nosotros dejamos el programa grabado y volvimos a la carrera porque había tormenta y una actualización del sistema del equipo emisor nos dejó con la espalda abierta. A las 11 estábamos al pie del cañón, a la carrera, pero no podíamos faltar. ¿Dónde estaban el resto de los plumillas y fotógrafos? Mal, muy mal. Fatal.


No me gustó la desunión. Cada sector parecía ir a la suya. Que si las orquestas, que si pancarta de la hostelería. ¿Qué mierda es esa? Era todos a una. Fue vergonzoso. Soy de Turón, sabemos bien lo que es estar unidos y lo que vi ayer está lejos de ser una unión real.


Y luego, el silencio. Una manifa sin apenas ruido, con muy pocos liándola de verdad. Algunos gritos más bien apagados de  “La Cultura es segura”, unos pocos petardos y poco más. Mal, muy mal. Fatal.

Quizás aún así sirva de algo. Quizás en otras ciudades la unión haya sido auténtica, como el ruido montado y gracias a eso se consiga avanzar y se logren ver las salas abiertas de nuevo. Ojalá sea así, pero desde luego si se logra no será porque en Oviedo hayamos hecho una protesta en modo digno. Para nada. Fallaron los de siempre. En unos días nos pedirán que vayamos a sus conciertos. Ahora empezarán con sus excusas. 

Lo siento, lo tenía que decir.


© Diario de un Metalhead 2020.




1 comentario:

JaviMetal dijo...

Necesarias palabras. Reconozco que yo fui uno de esos a quienes le hubiese encantado ir pero no lo hice. Tuve una desgracia familiar en mi entorno y además me encontraba en una provincia en donde no hubo ni una sola manifestación (también son cojones...). No haber podido ir es algo que me ha dolido y me seguirá doliendo en el alma. Necesitaba hacerlo, pero no pude. Me alegro de haber leído este report, al menos me ha dado una idea de por donde fueron los tiros. Me temía, desgraciadamente, que faltaría gente, unión y lío. Pero al menos se ha llevado a cabo. Y creo (y espero) que no será la última.
Saludos.