Por Larry Runner.
Hace tiempo que este “Shem Ha Mephorash” de Mephorash está en mi poder. Es el cuarto trabajo de esta fabulosa y teatral banda sueca que yo aún descubriera hace un par de años con su anterior y maravilloso EP “The Third Woe”.
Aquel EP no era más que un adelanto de lo que ahora tengo el gusto de disfrutar, de poseer entre mis manos. Un álbum que gozo enormemente incluso al tacto, pues como ocurriera con el EP, nos ofrecen su trabajo en un fabuloso digipack en el que el diseño gráfico es una auténtica maravilla.
Como ocurriera con “The Third Woe” su música me engancha desde el primer momento con un título tan brutal como “King of Kings, Lord of Lords”. Una vez más la atmósfera que ofrecen acojona y me engancha, me deja como hipnotizado cuando me pongo los auriculares. Esto es auténtico Black Metal, con su parte, digamos, teatral, con unos Mashkelah M'Ralaa y Mashkelah M'Ralaa fantásticos a la voces y que más que cantar, actúan.
La atmósfera oscura que alcanzan los suecos en este “Shem Ha Mephorash” es realmente aterrador. La consiguen a base de una música pausada, donde el ritmo que imprime el doble bombo de Tephra Brabeion se pelea con la tranquilidad que ofrecen las guitarras y un poderoso bajo que en temas como “Chant of Golgotha” restalla hasta el infinito.
Los cortes se van sucediendo uno tras otro de una forma delicada, como la maldad que supuran las voces que siempre están acompañados de unos coros auténticamente infernales, situados ahí al fondo para dotar a los temas de una épica bestial. Si apagas la luz de la habitación acabarás viendo al mismo Satanás. Estoy seguro. Yo que fui muy fan de Stryper no pienso ni intentarlo.
Pasajes totalmente apacibles se suceden de continuo con explosiones sónicas fuertes siendo sus transiciones muy suaves. El disco te atrapa, y es que la musicalidad siempre está presente y apoyados en unas percusiones excelentemente trabajadas te rodean, siendo “Shem Ha Mephorash” una demostración de que probablemente sean el grupo al que le pedirían la banda sonora del Juicio Final.
Son unos maestros del ritual musical y lo consiguen tanto con una lluvia instrumental como cuando se valen sólo de un piano. Tanto de una forma como de otra son sencillamente escalofriantes, como ha de ser el Black Metal y utilizan casi todo el tiempo ritmos pausados, aunque hay excepciones, obviamente, pero sin pasarse de revoluciones. En ese sentido “Epitome I Bottomless Infinite” es la que se lleva la palma con la subida de revoluciones. “Chant of Golgotha” es sencillamente maravillosa gracias a los fantásticos coros. Del EP han recuperado “777: Third Woe”, era demasiado buena para dejarla fuera. La final y que da título al disco “Shem Ha Mephorash” (término judío que significa “el nombre explícito”) de quince minutos es simplemente apoteósica.
Un álbum lleno de matices sin desperdicio alguno. Son unos auténticos creadores de atmósferas oscuras, en ese sentido lo hacen como nadie. Muero por verles en directo. Les he visto en video y sus bolos son una auténtica liturgia. De momento me conformo con este disco perfecto.
Si alguien quiere ver el video de "Sanguinem", lo puede hacer aquí. No lo ponemos directamente en la web por miedo a que nos la puedan cerrar.
Tracklist:
1. King of Kings, Lord of Lords
2. Chant of Golgotha
3. Epitome I: Bottomless Infinite
4. Sanguinem
5. Epitome II: The Amrita of Vile Shapes
6. Relics of Elohim
7. 777: Third Woe
8. Shem Ha Mephorash
© Diario de un Metalhead 2020.
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