viernes, 16 de diciembre de 2016

AGÓNICA: Collapse (2016- Molusco Discos)


Por Larry Runner.

Lejos quedan los tiempos de la publicación de aquel genial “A New Onset” de los vigueses AGÓNICA. Recuerdo lo mucho que disfruté con la recepción de aquel disco de una banda que hasta entonces era completamente desconocida para mi.

“Collapse” es distinto a aquella obra, aunque yo casi que dividiría el álbum en dos mitades, siendo la segunda más parecida al anterior disco y por tanto gustándome más. 

Y es que este disco comienza oscuro, con temas muy sombríos, con mucha neblina, repetitivo, pasado de intensidad, demasiado brutal y agonizante. Con poca melodía, mucha desesperación y cercano al black metal. Así serían los cuatro primeros temas del álbum, machacantes hasta la extenuación y extremos a morir. La portada, en blanco y negro, es un fiel reflejo de por donde van los tiros en estos primeros temas. 

Con “Collapse”, el corte que divide la obra, la melodía empieza a ganar enteros para mi gusto y en los siguientes temas se va haciendo la dueña y señora del disco, como yo me esperaba de ellos. 

La segunda mitad del álbum sigue siendo realmente brutal, pero poco a poco la melodía se va adentrando en los temas y da un respiro al oyente, aunque tranquilos, que no es la banda sonora de una peli de Disney, la cera no se detiene.


“Divine Bloodshed” ya se parece más a los AGÓNICA que yo conocí y que tanto me alucinaron. Ya hay estribillo, hay melodía, y la canción no suena como en la primera mitad del álbum, donde todo parece igual. El álbum empieza a brillar de verdad.

Y es que tengo que reconocer que me gustan más esta segunda mitad del álbum. Está bien que haya blast beat, velocidad, mala uva y todo eso, pero si no aportas algo que te diferencie, vas a sonar igual que los otros 200 discos del género que nos hayan llegado esa semana y la única diferencia en que te demos a ti cancha y no a los otros que llegan de Ucrania, Rusia, Polonia o Francia, será porque eres de casa, pero no porque aportes nada nuevo. La consecuencia posteriormente será la de un cd aparcado para la eternidad. 

“Strangers Isolation” viene cargada de furia pero la melodía también está presente, da cuartelillo y nos aleja del agotamiento auditivo. Detrás llega “Confortable Indifference”, mi favorita y la más corta del disco. Directa, suena a bofetada y lleva impresa el espíritu At The Gates que tanto me gusta y que estaba ausente en los cuatro primeros temas donde la historia viaja por los carriles del sonido Behemoth. Cierra “Ruling with Violence”, que sigue la misma línea de sus tres predecesoras para regocijo del que estas líneas escribe, con un trabajo de guitarras espectacular, como en todo el álbum.


Con su baterista Kike Lagoa lesionado, tuvieron que recurrir a un "mercenario" para que le diera a los tambores. Hay que decir que el resultado en ese sentido ha sido impresionante. Marcelo Rubén Aires (WAKO, Colosso, Sullen) está impecable. La otra novedad está en la voz, Marcos Chao lleva tiempo en la banda, pero hasta ahora no había grabado. Cumple con las necesidades de la banda. 

El disco está grabado por entero en Portugal. Pedro Mendes se encargó en los Ultrasound Studios de Braga de las guitarras y batería y André Rodrigues de los bajos y las voces en los Fullpower Studios de la misma ciudad. La mezcla y la masterización es de Tristán Iñiguez en los Auryn Studios de Aretxabaleta, en Gipuzkoa, y tengo que decir que el resultado es fantástico. Ni una queja respecto a la calidad del sonido, realmente bueno.

Lo dicho, un disco que yo dividiría en dos partes, quedándome de largo con la segunda, aunque evidentemente eso dependerá de los gustos.






© Diario de un Metalhead 2016.

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