¡Que han vuelto GOATSNAKE a sacar un álbum! Sí,
ciertamente tampoco es que me sorprendiera, ya que hacía tiempo que se estaban escuchando rumores de un posible nuevo álbum por parte de estos fanáticos de
los aires sureños y lisérgicos, aunque si me agrada, y mucho ¡tengo que
admitirlo!
Y es que en su día sonó y mucho su primer álbum Goatsnake Vol.1 que aún
tengo entre mi colección como oro en paño. Luego su siguiente Flower of
Disease también lo escuché bastante, aunque me había llegado menos al alma que
su primera obra.
Desde aquel disco, han pasado quince años sin editar un álbum
completo – aunque sí dejaron caer un fenomenal EP y un recopilatorio. Después de una larga espera, en la cual pensé que nunca más vería la luz
material nuevo por parte de estos Californianos, hace un tiempo me llego
información de que podían estar creando un álbum de estudio, y los rumores se
convirtieron en realidad cuando empecé a escuchar este Black Age Blues.
Aquí hay, a pesar de todos estos años, más de
lo mismo, pero en el buen sentido, más de puro sonido GOATSNAKE. Los aires
secos y sureños se te vuelven a inyectar por debajo de la piel, las resonancias
pantanosas vuelven a tener su protagonismo una vez más, las armónicas
ocasionales hacen que te replantees si realmente no estás en un pub de
carretera de mala muerte de la
ruta 66, y la voz inconfundible de Pete Stahl, llena como siempre de espíritu y
sensaciones, hace que muevas sin darte cuenta el pie o la cabeza al ritmo que
su garganta va diciendo.
un clásico instantáneo
Suenan más potentes que anteriores entregas, los
momentos más grasientos más corpulentos, fuertes y en definitiva compactos. Suenan a la vez más Stoner y Doom, reforzando ambas facetas y uniéndolas. Sin
olvidarse de ese aire de Bluesman cual cantante negro y gordo como sacado del
Mississippi que impregna su música.
Stoner Doom con sello y sonido único e
inimitable con ese toque de Blues por parte de esta banda que hará las delicias
de los entusiastas de los ambientes sureños de los Estados Unidos más profundos,
con la bandera confederada de fondo, por supuesto.
Francamente ni por asomo pensaba que me iba a gustar como lo
hizo en su día su primer trabajo,
y no es que lo consiguiera, es que me ha gustado más incluso, algo realmente
agradable que después de tantos años me puedan gustar incluso más que cuando lo
hicieron por primera vez hace ya muchas primaveras.
Coge una recortada, un sobrero de cowboy, una
Harley Davidson, la bandera rebelde y demás parafernalia de los profundos
estados sureños y ponte de fondo temas como Elevated Man, House of Moon o A Killing Blues,
que cojones, ponte Black Age Blues al
completo y empieza a pegar tiros mientras en la otra mano llevas una
botella de whisky. Uno de los álbumes del año dentro del Stoner Doom y un
clásico instantáneo. ¡Yeeeaaahh!