¡Que sensación tan placentera! Que regusto a noventas, que cosa tan extraña. Que enganche. Eso es lo primero que pensé al escuchar a FEED THE RHINO. ¿Y estos que narices hacen? ¡Y qué más da! Pero que locura sonora, y que sensación de poderío. Ese regusto hardcore, pero sin ser hardcore. Leyendo información de la propia banda, se desmarcan de todo. Vamos, son unos pasotas y no quieren que se les meta en ninguna escena, no quieren responder en ninguna. Ole sus narices. Me gustan. Menudo descubrimiento.
Menuda locura de temas, agresivos, y de repente en el tercer tema Behind the Pride te meten voces limpias. Con un par. Ahí tendrán detractores a más no poder. Pues a mí me gusta. Su cantante, Lee Tobin, me recuerda a Caleb Shomo de BEARTOOTH, por esa manera de desgarrar la voz. Motiva, mucho.
¿Y el siguiente tema? Black Horse. Lento, suave. Erizando la piel a través del rasgueo suave de las cuerdas. Menuda macedonia sonora. Me encantan este tipo de mezclas con una base superemotiva sonoramente hablando y una voz rasgada por parte del vocalista. Me parte en dos de buena manera. Y quizás es que por momentos tienen un toque a los actuales ARCHITECTS que me apasionan y tanto me gustan. Por ejemplo en Finish the Game se acercan bastante a la propuesta de sus compatriotas.
La revolución de Rhino está aquí,
únete a ellos o apártate de su camino
Cuentan con una agresividad muy bien ejecutada en la parte instrumental así como una parte melódica con coros, como por ejemplo en Give Up que lo hace muy atractivo y no te da prácticamente tiempo a aburrirte. Estos chicos le dan a todo y todo lo hacen bien. Revelation not Revolution, otro tema increíble con la voz de nuevo aterciopleada, que es espectacular, así como el fondo agresivo. Eso al inicio. Parece otra banda, como si se nos hubiese colado un tema en el disco. Pero no veáis que gusto. Eso si, luego ya vuelve por sus cauces y te asientas. Sí, esto sigue siendo el disco de FEED THE RHINO. Registro hardcore con base no hardcore.
Si al tema Set Sail for Treason le cambias la base instrumental te encontrarías ante cualquier tema de hardcore sin dudar. Y sin embargo, al cambiar este aspecto el tema es todo menos eso. ¿Queréis una balada? Pues la tenéis con el tema que bautiza al disco The Sorrow and the Sound.
Lo cierto es que con tanta variedad, aunque dentro de unos límites, es muy complicado quedarme con algún tema en concreto. El disco al completo se disfruta mucho, y no se hace largo ya que apenas llega a los cuarenta minutos. Disfrutarás de las atmósferas más aterciopeladas y emotivas, así como con las más agresivas y desgarradoras.
Suscribo finalmente lo dicho en la nota de prensa:
"The Rhino revolution is here. Join them or get the fuck out of their way. "
"La revolución de Rhino está aquí. Únete a ellos o apártate de su jodido camino".
No hay comentarios:
Publicar un comentario