jueves, 30 de agosto de 2012

VAQUES FEST III: Lugones 25.08.2012 Crónica y fotos


Texto: Larry Runner

Tres años. Tan solo tres ediciones y el Vaques Fest ya es el más importante de los festivales asturianos. Tras la huida del Derrame Rock a tierras gallegas, el trono del metal festivalero asturiano quedaba vacío. El Vaques Fest a día de hoy ha tomado la delantera al otro que también desde la modestia intenta hacerse con el reconocimiento, el Luarca Metal Fest.

El Vaques lo tiene más fácil sin duda. Lo primero por su situación. Lugones está al lado de la Capital del Principado, prácticamente en el centro geográfico de la región,  y llegar es muchísimo más fácil que tener que viajar hasta Luarca, situada en el Occidente Asturiano y mucho peor comunicada.

Teniendo en cuenta estos detalles, había que pensar una fórmula para atraer a los metalheads. Brindar una fórmula distinta a lo que ofrecen los demás. Hasta ahora no había podido llevarse a cabo. El dinero manda, ya se sabe. Pero este año han dado un paso adelante, teniendo en mente hacer algo así como un equivalente al Keep It True alemán. Y de ahí partió el cartel, repleto de viejas glorias, con una banda fuerte de Power Metal poco vista y un par de bandas nacionales auténticas y de calidad contrastada. Cartelazo se mire por donde se mire. Dificilmente alguien habría visto con anterioridad a todas las bandas que iban a tocar en lugones. En el mejor de los casos a tres o cuatro. ¿Pero las siete? Complicado. Más aún sin tenemos en cuenta que Scanner nunca antes habían visitado la península.

Luego llegaba la hora de promocionar el festival. De darlo a conocer. Para ello la organización dispuso una serie de fiestas en Metal Pubs míticos del país. Un mini-tour que llevó al Vaques Fest al Pub Manowar de Castellón, a El Grito de León, al Tyrant madrileño, al Metalworld de Bilbao y al Zahara en Valladolid. Esa mini-gira terminó en el Ragnarok de Lugones, sede del festival, lugar donde nació la iniciativa hace un par de años. El centro de operaciones del Vaques Fest.

Alex, del Pub Ragnarok, dando la bienvenida

Además de visitar esos templos metaleros, no fueron pocos los medios que se volcaron para echar un cable de forma desinteresada. Programas de radio como el nuestro o el veterano Derrame Rock, webzines y páginas varias como Rafabasa, Metalcry, The Drinktim, etc, no dejaron de soltar detalles y de expandir la música de las bandas que conformaban este cartel de 2012.

Todo ese trabajo hizo que con el paso de los meses el festival fuese tomando forma y la venta se fueran aproximando a las expectativas. Las entradas anticipadas se iban vendiendo y los hoteles de la zona se iban llenando. Una semana antes de la celebración del festival, la organización buscaba un nuevo emplazamiento temiendo que el recinto inicial, un patio de colegio, se quedara pequeño. Y es que los metalheads asturianos dejaron como siempre para última hora lo de comprar la entrada, acudiendo a las de taquilla en vez de a la venta anticipada a pesar de que eran mucho más caras.

Llegó el fin de semana marcado y todo tenía que salir bien. La organización, que a día de hoy hace esto por amor al heavy metal y no por dinero, intentó que nada fallase y para evitar los sobresaltos de última hora con los vuelos, las bandas participantes llegaron a Lugones la noche anterior. Aún así hubo algunos problemas en ese sentido, pero ningún obstáculo que no se pudiera sortear.

La nueva localización fue todo un acierto. Al lado de la estación de cercanías y apartada de la población para evitar protestas vecinales que siempre pueden dar problemas. Por otra parte también se cometieron errores, que por desgracia suelen ser habituales en nuestros festivales. El número de servicios era ridículo para la afluencia que tuvo el festival y es un aspecto que a día de hoy se sigue sin cuidar en todos los festivales españoles. La eterna asignatura pendiente. Es preferible tener una banda menos en el cartel y poder hacer pis comodamente y sin colas.

Gruesome Stuff Relish, grindcore internacional

Un guardia de seguridad nos informó mal y fue el responsable de que guardáramos la cola equivocada y nos perdiéramos la actuación de los mierenses GRUESOME STUFF RELISH. Sergio Blanco, nuestro compañero fotógrafo fue más previsor, y llegó para poder inmortalizar el momento de una de las bandas más internacionales del país, aunque muchos no lo sepan. Ellos llevan años trabajando y siete trabajos discográficos sobre sus espaldas más varios tours internacionales, Estados Unidos incluido, pero todos sabemos que el grindcore es algo bastante minoritario en nuestro país, y quizás solo los muy fans del estilo les conozcan. Sea como fuere, ellos si son profetas en su tierra y tienen su tirón. Lástima habérmelos perdido esta vez, aunque los asturianos tenemos ventaja y seguro que pronto nos podemos desquitar. Son capaces de crear una atmósfera mórbida digna de elogio.

Aggression

AGGRESSION eran la única banda nacional no asturiana en el cartel. En Asturias son conocidos por los más fans del estilo que practican, el thrash metal, y ésta era una muy buena oportunidad de extender su popularidad a aquellos que aún no les habían escuchado y a los amantes de los sonidos más clásicos que no siempre son amigos de escuchar a nuevas bandas. El festival ya acumulaba cierto retraso y Aggression fueron los primeros paganos, teniendo que recortar en parte su set-list.

Mucho han cambiado desde que vinieran al Luarca Metal Fest hace unos años. No voy a decir si para mejor o para peor, eso irá en los gustos, pero son una banda completamente distinta. Técnicamente han mejorado. Han evolucionado y su “old school thrash” del principio se ha convertido en un thrash evolucionado, retorcido, más técnico, casi más progresivo si se me permite la expresión, menos americano y más centroeuropeo, algo que se refleja hasta en la portada de su “Viocracy” que venían presentando.

Precisamente con “False Flags” y “Chemical Slavery”, canciones que abren el disco, comenzaron su show. Temas complicados, con muchos cambios y mucha mala leche, que no contaron con buen sonido y que fueron recibidos muy friamente por la audiencia, en parte porque quizás este “Viocracy” no ha calado aún tanto como lo hizo “Moshpirit”.

Precisamente un corte de su anterior disco “New Born War” pareció despertar a los muchos thrashers que daban colorido a las primeras filas con sus chalecos parcheados. Aquello empezaba a funcionar y el sonido iba mejorando por minutos. “Viocracy” fue la siguiente y ya vimos que el sonido llegaba por fin a buen puerto. Todo sonaba de forma ya nítida y disfrutábamos de un “Phychocrime” que sonaba aniquilador. 

Pol Luengo se desgañitaba llamando al desastre y los círculos comenzaban a aparecer. Primero de forma tímida y luego ya con “Human Nature” ya un poco más feroces. Cuando empezábamos a calentar se nos despedían con “Moshpirit”, pero no sin antes liarla gorda con un “wall of death” del que casi alguno sale con la mandíbula desencajada. Me impactó el trabajo de Jose Rosendo a la batería. Una máquina.

Eché de menos “Thrash and kill”, todo un himno que ya vino en aquella maravillosa demo “Thrashing your Brain”. Por lo visto estaba previsto terminar con ella, pero el recorte en el tiempo nos dejó sin disfrutarla. Supo a poco.


Alltheniko

Alguna línea aérea les jugó una mala pasada a los simpáticos italianos de Oldenico, localidad situada entre Turín y Milán. Enseguida nos percatamos, nada más verles aparecer con el bajo y una de las guitarras de Aggression. Tal circunstancia no significó problema alguno para los transalpinos, que en cuanto pisaron el escenario e interpretaron la inicial “Spirit of the Highway” se ganaron a todos.

Impresionante la voz de Dave Nightfight, que llega a los agudos más escandalosos sin apenas esfuerzo mientras da cera a su bajo. Se dirigió al público mezclando idiomas. Si bien en principio se expresaba en inglés, luego utilizó también italiano y alguna que otra palabra en español. Percibíamos a una banda cercana al público y tras el concierto corroboraban nuestras sospechas, saliendo a firmar autógrafos y fotografiarse con todo aquel que lo deseara.

El set-list no se basó unicamente en su fantástico “Millennium Re-Burn” distribuido en España por Xtreem Records, sino que también tiraron de canciones de sus anteriores discos. Nos azotaron también con temas como “Thunder and Steel” o “Feel the Power” de su “Devasterpiece” de 2010.

Se ganaron al público sin demasiados virtuosismos a base de buenas canciones, afabilidad, y sobre todo la voz de Davide que nos dejó en más de una ocasión boquiabiertos. Estoy seguro de que se ganaron a un buen número de fans. Dejaron el estandarte italiano muy alto, demostrando que en su país hay calidad, algo digno de tener en cuenta más cuando se aproximan giras por nuestro país de compatriotas suyos como Elvenking, Tasters o Luca Turilli’s Rhapsody, por ejemplo. Estupendos.

Esperaba otra cosa de VENDETTA. No es que estuvieran mal, ni mucho menos. Pero a mis oídos había llegado la noticia de que su repertorio estaría formado unicamente por temas de sus dos primeros discos “Go and Live... Stay and Die” de 1987 y “Brain Damage” del 88. Cuando supe esa noticia me alegré, pues tengo que reconocer que tras su vuelta en el 2007 con el disco “Hate” no les seguí la pista. Me estanqué en esos dos primeros trabajos de los ochenta, de los años de adolescencia y no conocía para nada ni el citado “Hate” ni mucho menos el último “Feed the Extermination”.

Vendetta

Craso error. Los bávaros saltaron bajo los acordes de “El Concierto de Aranjuez” del maestro Joaquín Rodrigo e hicieron su set habitual. Me pillaron un poco a contrapié, sin conocer algunas de las canciones, cosa que no volverá a ocurrir si vuelvo a tener oportunidad de verlos, pues el comienzo con “Dead People Are Cool” del “Hate” ya me hizo pensar en ponerme al día. Y es que al final fue el disco al que más recurrieron a lo largo de la noche, con hasta cuatro cortes del mismo.

Era lo esperable si tenemos en cuenta que solo queda el bajista Klaus "Heiner" Ullrich de la formación original. El resto son ya todos de este siglo, lo cual hasta cierto punto hace lógico que prefieran tocar su material a vivir del antiguo de otros. Por cierto, a estas alturas del festival, los problemas de sonido habían pasado definitivamente a la historia, aunque en este sentido siempre hay opiniones.

De todas formas no todo fueron novedades y afortunadamente hubo tiempo para los clásicos. Así sonaron “War” y “Brain Damage” del segundo de sus trabajos y el tema que da título al primer álbum “Go and Live... Stay and Die”. Además cerraron con “On The Road”, con lo cual quien más quien menos salió contento. Un poco más de interactuación con el público no habría estado mal.

Atrajeron a la mayoría de los asistentes al festival ya bajo el manto de la oscuridad nocturna. Es lo que se puede afirmar tras ver la gran cantidad de camisetas que se podían ver entre la audiencia y la pequeña desbandada que hubo tras el final de su show. Sin dura fueron los reyes de la noche a pesar de que, al igual que en el caso de Vendetta, solo uno de sus miembros originales tira por la banda. En este caso es Axel "AJ" Julius el único miembro original de la banda, pero eso no impide que la banda supure carisma.

Los de Gelsenkirchen, encabezados por un expléndido Efthimios Ioannidis a la voz, que planchó su papel y tomó las riendas desde el principio sin que echáramos en falta para nada a vocalistas anteriores. Nos hicieron disfrutar desde las iniciales “Not alone” y una de mis favoritas de “Puppet on a String”, del “Ball of the Damned”. Aquello prometía. La gente despertaba por fin tras haber permanecido muy estática durante la actuación de Vendetta. Tras un saludo, presentaron la siguiente “Wonder”, la única del “Terminal Earth” que sonó en toda la actuación. Menos mal porque siempre me pareció su disco más flojo.

Con cada canción la temperatura iba en aumento e indudablemente el himno “Warp 7” fue le momento más álgido de la actuación. “Headbanging” para todos. Solo “Legionary” pareció bajar un poco el ritmo. Cerraron con una de sus canciones míticas, "Terrion" tras “Across the Universe”. Su “Hypertrace” con el paso del tiempo se ha convertido en una joya del heavy metal europeo y cualquier tema de ese disco suena a gloria bendita. Un estupendo final para una primera visita a España inolvidable para los que crecimos con su música. Monumental.

Axel, el único superviviente de Scanner

La banda que atrajo a los más jóvenes del público. Había hambre por ver a esta enorme banda de Power Metal. Y es que lo hacen muy bien y su música en ningún momento llega a ser cargante como las de otras bandas de su estilo.

Los suecos, con un sensacional y simpático Jonny Lindqvist al frente estuvieron más que brillantes y nos hicieron cantar todos sus estribillos. Alguien tuvo la feliz idea la noche anterior de enseñarle la palabra “ojete” al bueno de Jonny, y bromeó con ella durante todo el concierto. Todo un personaje Mr. Lindqvist, hasta fingió hablar con Julio Iglesias por teléfono.

Abrieron con “Cuts like a knife”, una de sus imprescindibles y continuaron con “Never Again”, del “The 8th Sin”. Dos grandes “hits” para despegar y no perder altura en todo el concierto. La magnífica “Shadowland” nos mantuvo en el aire. Otras de las “Never”, en este caso “Never Trust” seguía sin dejarnos tomar aliento. A ese nivel se mantuvo el concierto, sin altibajos, en todo momento con un importante nivel de emoción que dejó por el camino maravillas como “New World Messiah” o “Strong enough”. Se despidieron dando buena cera con “Afterlife” para reaparecer con un bis y cerrar definitivamente con “Fools Never Die”. Acabé ligeramente enfadado por haber dejado fuera “Still Alive”, una de las favoritas y que además en principio si estaba en el set-list.

Nocturnal Rites


El cansancio iba haciendo mella en los presentes y fueron muchos los que tras Scanner y Nocturnal Rites fueron abandonando el recinto. Quizás a juicio de la organización fueran las estrellas del cartel, pero está claro que para muchos asistentes no fue así.

Llevan por el mundo su nombre de clásico pero su imagen sobre las tablas dista mucho de la que conocimos en sus tiempos mozos. Gorras y pantalones cortos, alguno apuntaba que la imagen de Søren Nico Adamsen recordaba a la de Bruce Dickinson y no andaba muy descaminado. Lograron solo conectar con sus más acérrimos los cuales apenas superaban el centenar. El resto miradas curiosas con pocas ganas de irse a casa.

Artillery

Poca gente entregada, pero con una enorme gratitud en sus caras. Ya con la inicial “When Death Comes” vimos que aquello iba a ser una locura de empujones en las primeras filas. Y es que las reacciones no cambiaban de cuando interpretaban una canción añeja a una moderna. Lo mismo daba que sonara “Death is an Illusion” de su último “My Blood” o que lo hiciera la vieja “Khomaniac”. Sus fieles se las sabían todas y disfrutaron hasta el último instante. Demoledores.

Fue un excelente fin de fiesta para un Festival que ha dado un paso de gigante. Ojalá el Vaques Fest III sea el comienzo de una nueva era para el heavy metal en Asturias.

Desde aquí me gustaría agradecer a la organización su encomiable labor y su exquisito trato para con los que fuimos a cubrir el evento. Claro que hay cosas mejorables. Siempre las hay. Pero hay voluntad por mejorarlas. Así da gusto. Gracias. Gracias de corazón. Gracias también a Ian Alvarez por todo.

See you in Vaques 2013!

© Larry Runner 2012

1 comentario:

Anónimo dijo...

http://www.setlist.fm/setlist/scanner/2012/colegio-la-eria-lugones-spain-3bddb0a4.html

Set list ,tocaron 2 de su Masterpiece TERMINAL EARTH.