Por Larry Runner.
Llego al vaciado definitivo de mi cesta de pendientes. Ya tiene un tiempo y no voy a ser hipócrita, no voy a mentir, me ha dado una enorme pereza meterme mano a este “Dæmentia”. Está probablemente muy lejos de ser el estilo que más me guste del metal y de ahí que haya tardado tanto en ponerme en serio con él y tirar luego de teclado para darle forma a la reseña.
Va para casi dos años de la edición de este “Dæmentia” de una gente que sinceramente, no debería ni dirigirme la palabra por haberles dejado tan de lado. Pero esto del confinamiento en casa me ha dejado tiempo también para enfrentarme a discos no tan directos, habiendo escuchado mucho progresivo y discos de metal sinfónico tan extensos e intensos como este segundo álbum del grupo malagueño. Así que vayan por delante mis más sinceras disculpas a ETERNAL DREAM.
¿Sabéis lo más curioso de todo? Pues que puesto a sentarme con ganas con el álbum, la verdad es que me quitaría el sombrero si fuese yo de llevar cosas en la cabeza.
La portada de “Dæmentia” refleja lo que en el interior encontramos, y es que es éste un disco totalmente conceptual basado en la obra “Las Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas” de Lewis Carroll. A través de una docena de cortes y casi una hora de música, ETERNAL DREAM narran la historia a través de una banda sonora muy bien llevada. Y es que el álbum goza de una musicalidad extraordinaria y a las ya conocidas versiones de cine, dibujos animados, cómics, etc, ahora le sumaremos una versión musical a ritmo de metal.
Los teclados de Adrián Romero llevan el peso del sonido de la banda. Las orquestaciones y los teclados son totalmente fundamentales en “Dæmentia”. Sin ellas nada tendría sentido. Incluso hay momentos en los que son los únicos protagonistas, o simplemente se les une una acústica. Canciones como “Denial” son buena muestra de lo que comento.
El grupo trabaja muy bien las armonías y las composiciones son infinitamente mejores a las de su primer disco. Mantienen su vena Power Metal, pero todo es más bombástico, en realidad está tratado como una banda sonora y casi en cada canción se muestra una atmósfera distinta. Nada tiene que ver “Wrath” -con su órgano y su tono progresivo- con canciones más directas y comerciales como “Anxiety” .que es mucho más Power y contundente. o “Delusion” que es todo un hit que me recuerda mucho a los Nightwish primigenios y de ahí que me haya acabando gustando tanto. Además es un tema con muy buenas guitarras y una contundencia rítmica ideal que no siempre aparece en el álbum quizás porque realmente no se necesita. A veces echaría en falta algo más de agresividad en la guitarra, pero se compensa en temas como “Reverie”, donde entra afilada con un solo que me encanta. Ojo a la final “Awakening”, que me recuerda a los Rhapsody de los buenos tiempos y que me parece una canción realmente deslumbrante.
Ana Moronta, autora de la portada, es la soprano que le da a la banda el toque diferencial en las voces, siendo apoyada en los coros por Lady Ani y Dani G de Last Days of Eden. Y es que el disco fue mezclado y masterizado en los Estudios Dynamita de Asturias por Dani G. y está claro que la pareja se ha involucrado casi como de un disco propio se tratara. De hecho Lady Ani aparece también en papeles más protagonistas en un par de temas.
Estefanía Aledo de Mind Driller y Alejandro Rodríguez, que figura como narrador en “Numbness” son los otros dos colabores de “Dæmentia”.
En definitiva, un disco al que he tardado en meterle mano con ganas, pero que en cuanto le he pillado el punto me ha acabando gustando mucho e infinitamente más que "The Fall of Salanthine". A veces la búsqueda de la inmediatez, la falta de tiempo y las prisas no nos dejan disfrutar de algunas obras de arte como esta. Mis disculpas de nuevo a ETERNAL DREAM, pero también mi más sincera enhorabuena, porque este es un disco cojonudo y yo un zoquete por no haberle metido mano mucho antes como se merecía.
© Diario de un Metalhead 2020.
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