lunes, 31 de julio de 2023

Que no sea la última. IRON MAIDEN. Barakaldo. 22.07.2023. Crónica.


Por Alejandro "Rochu" García.

Regresaba IRON MAIDEN al BEC de Barakaldo nada más y nada menos que nueve años después, y la expectación era la de las grandes citas.


Todos los bares de los alrededores hasta la bandera, poniendo sus clásicos en los altavoces uno tras otro, mientras la gente bebía cerveza y kalimotxo sin parar de corear. Pocas cosas son comparables a la previa de un concierto de IRON MAIDEN, sea donde sea, pero en Euskadi es más especial si cabe. Entramos con calma, sin pensar en llegar a THE RAVEN AGE, en mi caso ya había visto a la banda de George, hijo de Steven Harris, y si bien me pareció en su día una buena banda, no me llamaba lo suficiente como para perderme el ambiente de los aledaños. 

En Hellfest opté por ver a la banda en el pit a escasos treintra metros del escenario, pero en esta ocasión nuestra situación iba a ser para degustarlos como se merecen, en asiento y justamente detrás de la mesa en los primeros sitios del centro, lugar perfecto en el BEC para ver y escuchar lo mejor posible. Tenía curiosidad por comparar ambos conciertos, ver si la banda aguantaba el tirón de la extensa gira, comprobar si Nicko McBrain iba mejorando después de un inicio malo de gira; y ver si de aquí en adelante debo hacer caso de esas crónicas que te llegan del resto de conciertos, como fueron el de Barcelona y el de Murcia, donde pusieron a la banda por las nubes.

Debo decir de nuevo que el concierto me vuelve a dejar un sabor agridulce, a estas alturas no solo he leído crónicas de los otros conciertos del país sino que también he leído algunas de este mismo concierto. Soy fan de IRON MAIDEN, me he emocionado mucho en este concierto, he cantado, he saltado y he llorado; de felicidad por verles una vez más, y ya van dieciséis; de nostalgia por escuchar canciones de un disco que significa tanto para mí, y también un poco por pena; por ver que es posible que no les quede muchas más giras si cumplen con lo de que no seguirán cuando Nicko McBrain no pueda tocar.

Especifico esto de que soy fan, muy fan, porque no entiendo que les pasan a algunas personas para solo ver lo bueno y no querer hablar de todo lo que sucede en el escenario, y ya no sé si es que no lo ven o no quieren verlo. Suele suceder siempre con las mega bandas, no quiero hablar de cuál es el otro ejemplo claro, aunque muchos imagináis de quién hablo, pero no es el día de eso…así que vamos al lío.

Como es tradición comenzaron a sonar los acordes de "Doctor Doctor" de UFO para dar paso al tema de Vangelis de Blade Runner, en un BEC abarrotado hasta la bandera que cantaba y saltaba emocionado. "Caught somewhere in time" y "Stranger in strange land" para arrancar, imposible no cantar y emocionarse. Adrian Smith sigue siendo la clase absoluta en la guitarra en esta banda y Dickinson a pesar de problemas con los in-ears sigue estando a un nivel increíble para su edad. No creo como dicen muchos que esté mejor que nunca o que hace años, cosa que me parece ridícula solo pensarla, pero es cierto que su nivel es superlativo. También quiero matizar que la gira debe estar pasándole factura,  como es normal, y que no estuvo tan fresco como hace un mes en Francia, se vio más justito en algunas partes del concierto y quizás algo más fatigado, pero repito la gira está siendo muy larga, y además el calor que estábamos pasando en el recinto seguro que no ayudaba. Mención aparte merece ese apartado, no se puede hacer un concierto tan multitudinario con ese calor, y eso que estábamos en asiento, la gente de pista debió pasarlo realmente mal. 

Otra reflexión inicial me lleva a Nicko McBrain, que sigue estando igual, no paran de salir videos donde se va de tiempo, o donde incluso se ve a Smith en algún solo desesperado por este problema. En algunos breaks parece que quiere hacer algo más, pero sigue sin hacer sus figuras clásicas desde la primera canción, por lo que el problema no es que tenga 71 años y esté cansado, es que tiene esa edad y tristemente su cuerpo ya no le responde. No creo que se merezca acabar así, por mucho que me duela debe ser su última gira, aunque eso signifique el fin de la banda si no quieren sustituirlo. Las canciones van más lento, se va de tiempo, los fallos son continuos, es una pena, no quiero ver a uno de mis ídolos de infancia terminar de esta manera. Dicho esto quiero aclarar que esto es siendo crítico y queriendo ser objetivo, pero mientras iban sonando sus canciones soy capaz de disfrutar igualmente de lo que vivo, de cantar, de corear y de alabar a la banda, creo que una cosa es compatible con la otra por raro que le parezca a alguno. Nicko McBrain tendrá siempre mis respetos.

Acto seguido empieza una trilogía de “lo nuevo”, "The writing on the Wall", "Days of future past" y "The time machine". Me gusta el último disco, me parece que funciona bien en directo y que tienen melodías y estribillos muy coreables, así que creo que la elección necesaria de temas fue acertada.

De ahí volvemos a los ochenta con "The prisoner", una canción que para los que llevamos tantos conciertos de ellos se agradece, ya un poco cansados (bendito cansancio) de escuchar eternamente "Hallowed by the name" o "The number of the beast", aunque hubiera preferido alguna otra menos tocada en los últimos veinte años como las que se especulaban antes de la gira, como eran "Total Eclipse" o "22 Acacia Avenue", pero todo no se puede. En esta canción quiero hacer un antes y un después en la crónica, pues el sonido hasta aquí fue muy decepcionante. Además de los problemas de Bruce Dickinson con su monitorado, el sonido fue muy embarullado y no daban con la tecla, el bajo de Harris casi no se oía y las guitarras eran muy poco distinguibles, llegando el peor momento en "The prisoner", en la que más se pudieron distinguir estos problemas.

Siguieron con la nueva "Death of the Celts", buena canción que dio pie a la segunda parte de concierto, donde por fin el sonido mejoró hasta niveles más que buenos, pues una vez empezó "Can I play with madness" parecía que estuviéramos en un concierto completamente distinto. De ahí al final el sonido para mí ya rozó el notable alto. "Heaven can wait" fue un pepinazo, ya con ese buen sonido y con el show tremendo que se marcan en el escenario fue uno de los momentos álgidos del concierto, para mí los mejores minutos sin duda, acentuado sobre todo porque justo después llegaba "Alexander the great", donde tuvieron una ejecución casi perfecta. No pude reprimir las lágrimas, muchos recuerdos de otro tiempo, muchos minutos para pensar que se nos está yendo una banda que marcó nuestras vidas y una canción épica como pocas, que gozada, estoy escribiendo y me emociono de nuevo.

Llegaba la traca final antes de los bises, y comenzaba con "Fear of the dark". Me costó un poco meterme en el tema, McBrain se pasó fuera de tiempo casi todo el pasaje inicial, acompañado de algún cambio en el que se le fueron completamente las manos…como decía no se merece acabar así. Una vez pasado el inicio ya fue capeando el temporal, acoplándose un poco mejor, y ya pude desinhibirme y cantar y saltar a gusto. Y para terminar la célebre "Iron Maiden", show visual tremendo y energía por los cuatro costados. Más allá de cualquier consideración todos en el BEC estábamos pasándolo de la hostia, la gente estaba patas arriba en la pista y también en la grada…no quiero que esto se acabe nunca, deberían ser eternos.

Para acabar tres temas de bises, "Hell on earth" de su último disco, con once minutazos de duración que se nos pasaron volando. Sea largo o no, cuando las melodías son tan jodidamente IRON MAIDEN y los estribillos tan coreables es imposible no disfrutar. Estoy de acuerdo con muchos comentarios en redes de que este disco es el mejor desde "Brave new world", tenía poca duda cuando lo escuché en casa por primera vez, pero después de dos conciertos de esta gira ya no me queda ninguna.

El fin de fiesta guardaba dos temas que son historia viva de esta banda, con un show medido, sabiendo llevar a la gente en volandas y con Bruce Dickinson manejando cada milímetro del pabellón. "The trooper" y "Wasted years", a pesar de que suenan lentitas, que hay desajustes con McBrain claros, son dos temazos que hacen que perdamos lo poco que nos queda de garganta y que acabemos de sudar el poco agua que nos queda en el cuerpo. Una auténtico broche de oro.

He vivido dos experiencias distintas, en el Hellfest me gustaron más en sonido, pero el estado de Nicko McBrain me pilló por sorpresa y no pude quitármelo de la cabeza, me pudo la sensación de que esto se va terminando; además la gente haciendo crowdsurfing sin parar no paraba de despistarte del bolo y no te permitía centrarte. En esta ocasión el sonido fue muy bueno la segunda parte pero la primera deficiente. En cuanto al estado de la banda un mes después me deja igual, la banda, a pesar de la edad y de la gira, sigue pletórica a excepción de Nicko McBrain, pero esta vez ya sabía a lo que iba, y pude disfrutarlo mucho más. Pocas veces me he emocionado en un concierto de IRON MAIDEN como ésta vez, creo que lo puedo comparar a la vuelta de Dickinson en la cubierta de Leganés en el ’99. Sólo espero que no sea la última vez que pueda escribir una crónica de IRON MAIDEN, significan demasiado para muchos de nosotros. UP THE IRONS!!!

Para finalizar quiero recordar el "robo" que hemos sufrido por parte de Madness Live, empresa organizadora del evento. Compramos ocho entradas el 2 de noviembre en pre-venta, todas juntas, y con derecho a ellas, pues éramos dos miembros del club de fans, y cada miembro tenía derecho a cuatro entradas. Más de dos meses después, el 22 de enero, recibimos un mail diciendo que habíamos comprado más entradas de las que podíamos y que nos retiraban cuatro entradas y nos devolvían el dinero. No atendieron a ninguna de nuestras explicaciones ni recibimos ninguna por su parte, ni tampoco respondieron al burofax que les enviamos desde la oficina de consumo, una vergüenza. Una vez en el recinto hablamos con las personas que finalmente accedieron a esas localidades, y nos dijeron que ellos también habían comprado cuatro entradas en pre-venta, en otro sitio cercano, y que les llegó también un mensaje ese 22 de enero diciéndoles que habían ejecutado mal la compra, pero en su caso pasaban a recolocarles en otra ubicación, la nuestra. Sin entrar en más detalles solo deciros que hemos metido una denuncia a esta empresa sin escrúpulos, que lo único que da cada vez que organiza un evento es vergüenza absoluta. Desde aquí animo a cualquiera que sufra un atropello de este tipo u otro a denunciar, pues sé que vamos a ganar, y la mayoría de las veces la gente también ganaría si reclamara sus derechos ante gentuza como esta. A ver como explican haber retenido por la cara 440 euros durante dos meses y medio…la pena es los cuatro amigos que se han quedado sin ver a Iron IRON MAIDEN por esta decisión calamitosa y arbitraria.

© Diario de un Metalhead 2023.

1 comentario:

David Gomez dijo...

Hola, os animo a que desde el club de fans le mandéis una queja a Alexander Milas explicando el problema de las entradas. Ya somos varios exponiendo quejas sobre Madness Live para ver si toman medidas en próximos Tours (ojalá próximos tours)
Enhorabuena por la crónica. Me ha gustado mucho