sábado, 6 de julio de 2019

Volvieron los tiempos oscuros. Os podéis ir acostumbrando.


Por Larry Runner.

Las urnas mandan. Las últimas elecciones trajeron consigo un cambio importante en el mapa político estatal y el rock, una vez más, paga los platos rotos.

Desde hace años en este país la cultura se asocia con la izquierda, cuando debería ser asunto de todos. Es por ello que la derecha, desgraciadamente, hace poco por ella y en el caso del rock y el metal ya ni te cuento.

En los últimos días hemos visto como Def Con Dos ha visto sus bolos cancelados en Madrid y en Málaga porque a un partido político le ha salido de los mismísimos, pasándose el derecho a la libertad de expresión por la entrepierna. Ya antes lo hicieron con la famosa “ley mordaza”, que dicho sea de paso sigue funcionando a pesar de su marcado carácter inconstitucional y a pesar de que hace tiempo que en el gobierno central ha habido cambio de color. Promesas ...

España recula en muchos sentidos como lo hacen en todas partes siempre que gobiernan los conservadores. La misma palabra lo dice, con-ser-va-do-res. Gente poco amiga a que el mundo evolucione. Y hoy en día, son mayoría, así que a tragar. Se llama democracia y seguimos creyendo que es la menos mala de las soluciones, así que te guste o no, es lo que hay. Es como lo de las compañías telefónicas, te quedas con la menos mala. Pues en política igual. Muchos de los que se quejan de la democracia echan mierdas por otras opciones. Quejarse es gratis. 

Tras dos días viendo las persecuciones al rock desde la distancia, hoy nos levantamos en Asturias con una noticia que nos pilla de cerca. Según avanza el periódico La Nueva España, “El Morgana Fest, presupuestado desde diciembre, está paralizado a solo dos meses de su celebración”. Esa es la noticia.

En el ayuntamiento de Oviedo ha habido un cambio drástico. Ha pasado de gobernar un teórico tripartito de izquierdas a gobernar la derecha más conservadora de la ciudad. La capital asturiana tiene de alcalde a una persona casi octogenaria y salvo en contadas excepciones, algo que nunca ha pasado en Oviedo, se vienen malos tiempos para la música que se asocia con la juventud. Han vuelto los que jamás han respetado las ideas de la gente, los que quisieron incluso decirnos a qué equipo de fútbol había que animar, que hasta en eso se metieron.

Sí, sabemos bien que el rock lo va a pagar y el Morgana Fest parece que puede ser la primera víctima. De suceder esto, la noticia será muy mala para todos los que vivimos la cultura del rock y el metal de forma intensa.

El Morgana Fest depende al 100% de la ayuda municipal. Nació en tiempos de Somos y ahora gobiernan PP y Ciudadanos, partidos políticos y siempre según la versión de La Nueva España, que se lo quieren cargar. Como suele suceder en nuestro país a nivel político, el que llega destruye lo que hizo el gobierno anterior de color contrario. Pasa casi siempre y con casi todo. El que llega quita lo del anterior sea bueno o malo, cueste dinero o incluso a veces aunque lo genere. 

Personalmente he visto ejemplos más sangrantes en el pasado, donde no había cambio de color en el gobierno, si no únicamente de persona al frente, y el nuevo se cargaba lo anterior simplemente porque no nació bajo su iniciativa. Esto ha pasado en Asturias con algún festival tiempo atrás. Pasa en política municipal y no os quiero contar a nivel autonómico, donde ya es todo un auténtico cachondeo. No hay 5000 euros para todo un año de actividades en Turón pero hay cientos de miles para otras historias, ruinosas o no, aunque vengan incluso de fuera. Como dicen por mi pueblo “había que sacar la recortada”. Mucha tela. 

Así que lo del Morgana es triste pero, como dice uno de EsRadio cuando las cosas van mal, “se veía venir”, aunque hay algo aquí que a mí, personalmente y desde fuera, no me huele bien. Si el anterior equipo de gobierno lo había dejado bien atado, ¿cómo es que se puede cancelar?

¿Dónde están las promesas? ¿Alguien no ha hecho bien su trabajo? ¿Ha faltado honestidad? ¿Alguien no ha dicho toda la verdad? ¿No estaba ya firmado? ¿Es verdad lo que nos cuenta La Nueva España?

Fiarse de los políticos es deporte de riesgo. Si sale bien, de puta madre. Pero si no, estás jodido. Si lo sabré yo, que aún estoy esperando por unos permisos solicitados hace más de un lustro.

De todas formas, tranquilos, el rock no se va a acabar. Eso jamás. Simplemente no tendrá subvenciones, pero todo lo que nazca de la iniciativa privada, sin problema, cosa que no siempre pasa cuando gobierna la izquierda. Nadie es perfecto.

Volvieron los tiempos oscuros. Os podéis ir acostumbrando.

© Diario de un Metalhead 2019.

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