lunes, 1 de julio de 2019

VALBORG: Zentrum (2019, Lupus Lounge) Alemania.


Por Simón García López.

He de reconocer que Valborg es quizás el único grupo del panorama actual que me genera una sensación cercana al miedo. Lo digo totalmente en serio. No es una exageración ni pretende ser un símil o metáfora. No tiene un carácter simbólico la palabra miedo en este caso. Hablo de un miedo real. He pensado mucho en esto y no he encontrado una referencia que me despierte esta misma sensación. 

Pocas veces ningún grupo me ha transmitido tal desasosiego, tal inquietud, tal sensación de locura capaz de explotarte en la cara en cualquier momento. Un taladro que perfora lento pero insistente el cráneo hasta  adentrarse irremediablemente en nuestro cerebro. Me recuerdan a las películas expresionistas de los años 20. Lo asocio a eso. A títulos como “El gabinete del Dr. Caligary” y su locura, “Metrópolis” y su mecanicismo inhumano, a “La venganza de Krimilda” y su incontenible sed destrucción. No puedo quitarme esas referencias de la cabeza. Valborg son para mí lo mismo. 
Alejados de maquillajes, postureos y disfraces, con una estética sencilla, tanto en imagen de grupo como en portadas, sobre todo las de sus tres últimos discos, obras del artista alemán Meter Böhme, con un concepto temático nihilista de abandono del yo y de todo los que nos convierte en humanos, Valborg han construido su propia mitología. 


Para quien no los conozca, Valborg son una mezcla de Godflesh, Celtic frost y los The cure más góticos e industriales del “Pornography”, pero estas son sólo referencias. Valborg hace mucho que son Valborg y es difícil encontrar un grupo similar a ellos. 

Se definen musicalmente como un grupo primitivo pero sofisticado. Creo que no hay mejor definición. Su música es primitiva, simple, repetitiva (ojo que esto es engañoso y lo simple suele esconder una gran complejidad detrás), pero su carácter industrial, mecánico, místico, crudo y desgarrador proyectan el conjunto hacia un plano intelectual plagado de monstruos, sombras y sentimientos tan refinados como desgarradores. Son primitivos sí, pero infinitamente complejos al mismo tiempo. 

“Zentrum” es una mezcla de sus dos anteriores discos, pero impera el lado extremo de su anterior disco “Endstrand”, véanse por ejemplo temas como “Kreuzer” o “Schwerter der Zeit”, al melancólico y ambiental del “Romantik”, aunque cortes como “Nonnestern” (¡las voces!) se acerquen más a esta vertiente. 
Lo más inquietante del grupo por encima de todo son las tenebrosas atmósferas industriales que generan y sobre todo el uso de las voces. Ya en el anterior disco me ponían los pelos de punta y lo mismo me ocurre en este. Son gritos desgarrados, voces desgañitadas y desesperadas de una pasión y crudeza extremas. Es lo que sin duda más me alucina del grupo. No hay piedad en ellas, no hay misericordia. 


Estoy seguro que lo que buscan es que todo sea un viaje absolutamente perturbador y trascendente, no hace falta más que ver el videoclip de “Alphakomet”, una pesadilla encaminada a arrancarnos uno a uno cada nervio de nuestro cuerpo. 

“Zentrum” es un disco que ha de ser escuchado dejándose llevar por todo lo que su música nos pueda generar. Es un viaje alucinante e insisto, terriblemente perturbador. 

Una experiencia en toda regla.







© Diario de un Metalhead 2019.