lunes, 19 de febrero de 2018

OVERLOUD: Loud Machine 2017, Rock CD)


Por Larry Runner.

No han inventado nada, claro que no. OVERLOUD no van a ser ahora quienes reinventen el estilo, aunque sí que han dado un pequeño giro a su sonido. Antes sonaban más a caramelo, más a pañuelitos, ¿o me lo parecía a mí?

Y es que no puedo evitar al pincharme este “Loud Machine” acordarme de Tesla, esa enorme banda que aquí en Iberia, donde estamos inundados de guturales y mala uva, sólo es adorada por unos pocos.

Sí, nada de terciopelo, esto es hard rock pero con la actitud de la patada en la boca y con unas guitarras duras para hacerte botar. Difícil mantenerse escribiendo al teclado mientras escuchas canciones como “Brand New Flame” y no mandar todo a tomar por culo para no ponerse a botar en la habitación subiendo el volumen a todo trapo mientras haces air-guitar, con esa parte al final preparada para interactuar en vivo dándole bien a las palmas.


“The Way of Sorrow” lleva el adn australiano, si eres fan de AC/DC, de los amigos Rose Tattoo o de sus hijos bastardos Airbourne, a cojones que te tiene que gustar. Enorme riff y estribillo con alma de hit single. Un himno. Sobran mas palabras. Si dices que te gusta este rollo y no te la pone dura, o tienes algo personal contra ellos o “mi no entender”. Temazo.

¿Más canciones? No quisiera desmenuzarlo del todo. “Time” lleva un rollo muy Def Leppard, quizás demasiado. “Bad Dog”  y “Hell of a day” son más contundentes, más pesadas. “Wherever You Are” es una baladita acústica que jamás pudieras pensar que pudieran componer unos chavales de una tierra donde han hecho de levantar piedras un deporte. “Living Dead” te hace que te lo vuelvas a cuestionar y pienses si no vienen de los mismos L.A. o de la Filadelfia de Cinderella. 

Guitarras rítmicas con cuerpo, un bajo potente, un buen trabajo en la batería, la historia esa del tubito en la boca en algunos de los temas -que me intentaron explicar en Oviedo y no fui capaz de ententer- y nada de artificios. Todo 100% natural y auténtico, con un Ion a la voz capaz de adaptarse a cualquier tonalidad.


Hard Rock puro y duro, para bien y para mal. Que inventen otros. Los experimentos para los herederos de los 90. Y el que no sea capaz en ello, que se ponga máscaras, una funda de colores, un calcetín en la polla o lo que sea para llamar la atención. En el hard rock no hace falta más.

Están clasificados para la semifinal de la W:O:A Metal Battle y actuarán en la norte, en la de Oviedo. Evidentemente, allí voy a estar, pero si no formara parte de la organización tampoco me los perdería. Por nada del mundo.









© Diario de un Metalhead 2018.

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