Sleazy rock. Macarra. Callejero. Para alguno “música de maricas”. Frase de envidioso. ¿Por quién te cambiarías? ¿Por el cantante de Napalm Death o por Vince Neil de Mötley Crüe? Pues eso. De maricas nada, hay que tenerlos muy gordos para salir con esas pintas y más hoy en día, porque en los 80 lo veíamos todo natural y hoy a las nuevas generaciones todo les parece ridículo y criticable al máximo. Así nos va, que la censura avanza a pasos agigantados en este país de retrógrados.
EROTIC PSYCHO son cuatro valencianos nacidos en el lugar equivocado, como les pasa a otros como Jolly Joker, Overloud o mis paisanos Leather Boys. Los ves vivirlo tan intensamente y sientes coraje porque no pudieran nacer 30 años atrás en L.A. y se hartasen de meterse y follar sin control.
La música de EROTIC PSYCHO te recuerda todo aquello, no han inventado nada, y como suelo decir en estos casos, ni puta falta hace. El Sleazy Rock no permite experimentos, déjenlos para los amantes de los compases imposibles y de la perfección. Ustedes mastúrbense con su instrumento tocando miles de notas y déjennos a otros que disfrutemos de la simpleza y nos lo pasemos de puta madre moviendo el culo, cantando gilipolleces al viento y disfrutando de toda una filosofía de vida. Una forma de vivir que hoy, desgraciadamente, está mal vista por una panda de extremistas amargados tal y como ocurriera en época pasadas de dictaduras o de Santas Inquisiciones. Gente gilipollas que se meten a gobernar la vida de los demás y vienen diciendo a todos qué se puede o no cantar y toda esa mierda que en el fondo no es más que un recorte de libertad absoluto a los que no piensan como ellos. Una forma de fascismo disfrazado. Antes era la religión. Ahora es eso, la corrección política, el veganismo radical, el feminismo y no se cuantas historias más. Aquello de vive y deja vivir, los cojones, todos vienen a tocartelos con sus mierdas. Contra eso, rock n’ roll, aunque cuidado, que nos empiezan a perseguir.
Pues a la mierda. Diversión, buenos riffs, algún sólo rompedor y canciones festivas. Absténganse amargados, puritanos y amantes de las pajas instrumentales. Esto es sleazy, es fiesta, música que hará que se te caiga la birra al suelo y acabes resbalando luego cuando la pises. Lo bien que nos lo habríamos pasado en los 80 con ellos y no te digo mis amigas de la pandilla que todo el puto día se cardaban el pelo. Tendrían un poster suyo en la habitación. Fijo. Los escuchas y dan ganas de follar.