By Larry Runner.
Se esperaba mucho de este White Devil Armory de OVERKILL. El single Armorist soltó a la liebre y todos esperábamos un álbum enorme. Quizás si esperabas tener a tu alcance otros 9 ó 10 cortes como el del adelanto te hayas sentido un poco decepcionado. Sí, no todos son así de buenos en este White Devil Armory, pero hay que ser realistas, no todos los temas de su anterior The Electric Age lo eran tampoco.
La verdad es que quizás aquel entrara a la primera y con White Devil Armory no suceda lo mismo, pero en el global, y habiendo dándole un montón de pasadas (lo mío con la banda de Bobby Blitz en los últimos años ya es crónico), probablemente este nuevo trabajo no tenga nada que envidiar a aquel. Pablo Tello, tenías razón.
hace que tus venas aumenten de tamaño
Tras la intro salta en el reproductor la citada Armorist, un temazo como también lo es Down To The Bone. Canciones duras, con buenos riffs y con estribillo coreable para ponerlo patas arriba en los conciertos. No son las únicas. King of the Rat Bastards también capta esa esencia, ideal para hacer headbanging y para que si tienes el pelo corto o simplemente no lo tienes, por un momento pases envidia de aquellos que lucen melenas. Acabarás tocando la batería de aire y gritando puño en alto eso de "of the Rat Bastards". Temazo y gran solo de guitarra.
Where There's Smoke… podría casi ir en el Ride The Lightning. Cada vez que aparece el "Pista 6" en el reproductor me imagino al Hetfield del 84 a la voz y se me enciende el alma. Suena a mítico. Bitter Pill sin embargo no es tan directa, no es tan rápida como las que voy citando, pero tiene el típico riff machacón que te engancha y que hace que tus venas aumenten de tamaño. Si no es así, es que no sientes ésto del heavy metal. El cambio de ritmo la hace crecer, y venga despeinarse. Putos grandes. De rodillas nos tendríamos que poner ante su música. Cuanta falta hacen discos así!
El comienzo de Freedom Rings por sí sólo ya vale más que algunos discos que pululan por ahí. Another Day to Die, es también la caña. It's All Yours me pierde e In the Name, ya al final del álbum pondrá en pie a festivales enteros.
Guitarra, guitarra, guitarra. Hay mucha, como tiene que ser en un álbum de thrash metal, que no de trash que ponen algunos merluzos en medios “serios” que se anuncian en los descansos de los partidos de fútbol, manda cojones. Cuanto más primitivo el sonido más mola. Sin aditivos, sin colorantes, música directa, metal de verdad sin adulterar, sin margen al respiro. Así sucede con todo el álbum. Son once temas con poco desperdicio y los 50 minutos se pasan volados. Es un discazo de cabo a rabo. Hacía más de un año que no ponía cinco estrellas a un álbum de thrash.
Verles en vivo ahora mismo debe ser la hostia. En cuestión de días visitan España, si puedes, no lo dejes pasar. Porque además vienen acompañadísimos. Los detalles aquí.
