jueves, 27 de septiembre de 2012

WARCRY: Oviedo. Plaza de la Catedral. Viernes 21.09.2012


Texto: Larry Runner

El "Alfatour" llegaba a su fin, y de todos es sabido que el mejor lugar para un final de gira de una banda, es su ciudad y rodeados de su gente más cercana.

A WarCry le apetecía llevarlo a cabo de esa manera, pero no a cualquier precio. Tenían que darse todas las circunstancias necesarias para realizar un show de garantías que, de no ser así, la aventura no se llevaría a efecto.


WarCry quería actuar ante sus paisanos, ante sus familias, pero con espectáculo digno, a la altura de lo que llevaban ofreciendo durante todo el año en las diferentes ciudades por las que han pasado. Si esas circunstancias no se dieran, mejor pasarse las fiestas patronales de Oviedo disfrutando como unos ciudadanos más en vez de trabajar.


Tuvimos suerte. El alcalde, filtraba hace meses en twitter la noticia de que la banda iba a actuar en la ciudad durante las fiestas y encomendó a su gente que la banda contara con los medios necesarios para que el espectáculo se llevara a cabo. WarCry actuarían en Oviedo apoyados de su espectáculo audiovisual y de la pirotecnia de los grandes acontecimientos. Ahora solo faltaba que la gente respondiera.


Algo más de media hora más tarde del final del concierto pop, saltaron a escena las huestes que capitanea Víctor García atacando fuerte con “Alma de Conquistador” como vino siendo habitual en esta gira. La primera agresión pirotécnica llevó un sonoro “oooooh” a nuestros oídos. Muchos de los presentes hacía muchos años que no veían a la banda, todos aquellos que no han viajado para ello, pues el grupo llevaba la friolera de tres años sin tocar en casa. Víctor García aprovechó para reivindicar lo que han cambiado las circunstancias con el paso del tiempo. Como un sacerdote desde el púlpito quizo hacer saber a los curiosos que los metalheads no somos una panda de indeseables o de drogadictos, si no más bien gente que amamos la música y que el vestir de negro y llevar el pelo largo no debería ya asustar a nadie.


El concierto transcurrió tranquilo, sin sobresaltos. WarCry son una maquinaria perfecta con un Víctor García que a diferencia de otras ocasiones comenzó cantando bien desde el primer corte. Lanzado, sobrado. Me dio la impresión que más motivado que nunca, quizás feliz. Y es que tocar en tu ciudad y ser el centro de atención en la noche más significativa de las fiestas, tiene que ser muy grande. Ser, por fin, profeta en tu tierra debe hacer correr por tus venas una satisfacción personal difícil de expresar, aunque la prensa local no lo muestre o meta la pata hasta el fondo cuando hace amago de informar del evento.

El resto de la banda compacta, muy unida, quizás porque el escenario era algo más estrecho que en otras ocasiones, o al menos lo parecía. Muy motivados también, y sonrientes de ver en las primeras filas a muchos de sus familiares, a los hijos de los amigos, a sus alumnos, a sus más cercanos. Alguno debió quemarse las pestañas en el foso de tanto que se quería acercar a los ídolos.


Todo iba según el guión marcado. Las imágenes se sucedían en la enorme pantalla que servía de fondo a un escenario coronada por el letrero de San Mateo. Sonaba bien, casi perfecto y los presentes devolvíamos con nuestros cánticos la energía que la banda transmitía. Los himnos iban cayendo, algunos muy celebrados como “Coraje” o “Contra el Viento”. Otros cantados hasta la extenuación como “Devorando el corazón”. Y entonces llegó la sorpresa. Lo que nadie esperaba salvo algunos que pudieron acudir por la tarde a la prueba de sonido.


Rafa Yugueros y el incombustible Roberto García abandonaban el escenario y Santi Novoa desatendía sus teclados para pasar a dirigir al coro que aparecía sobre el escenario. Los más fieles saben de sobra que Santi Novoa no solo se dedica a tocar en WarCry. Es un músico profesional que entre otras muchas cosas dirige a la Coral Polifónica Anselmo Solar. Ellos fueron los que en ese momento robaron el protagonismo al grupo y pasaron a ocupar el centro del escenario para interpretar junto a Pablo García en la acústica y Víctor García en la voz, la preciosa “Nana”. Fue muy emocionante y la carne se nos puso de gallina, pese a que al coro no se le escuchase demasiado porque toda la Plaza interpretó la canción como si de un karaoke se tratara.


Tras la estupenda sorpresa, la fiesta continuó de forma inalterada con un “Espíritu de amor” que parece mucho más heavy en vivo gracias al guitarreo de Pablo García. Impresionante oír cantar a la audiencia completamente entregada. El calor que impregnaba a Oviedo, inhabitual del todo en estas fechas, las llamas, la muchedumbre que abarrotaba la Plaza de la Catedral y nuestro no parar durante todas las canciones, hacían aparecer el sudor en nuestras camisetas y supongo que sobre las tablas la temperatura fuera elevadísima. La banda aparecía mojada y Roberto García, cada día más heavy, se deshizo de su camiseta para lanzarla al público y tocar a pecho descubierto. Impresionante la fuerza que transmite y lo lejos que está de aquel Roberto tímido y de pelo corto que era cuando entró en la banda. Disfruta uno fijándose en su actitud.

“Amistad” hacía que fuéramos muchos los que cantamos abrazados y “La Vieja Guardia” enfervorizaba a los más veteranos. Las imágenes del fondo con las fotos de nuestros más grandes mitos nos hacían sentir orgullosos en la noche Mateína. Allí aparecieron Maiden, Judas, Stryper, Judas, Dio, AC/DC y también algunos de los grandes nacionales como Barón o los tristemente desaparecidos Sangre Azul. Brillante.


Pablo García se echaba la guitarra a la espalda, y en vez de hacer un pesado solo mostrando sus dotes, que al fin y al cabo todos conocemos, se dedicó a alimentar a la audiencia a base de riffs clásicos. Instantes llenos de sonidos míticos de Purple, Megadeth, Metallica e incluso Michael Jackson para felicidad de los curiosos que se quedaron tras el concierto indie. Otras miraban a las pantallas laterales y soltaban algún grito cuando en ellas aparecía la imagen de un Rafa Yugueros inconmensurable en eso de marcar el ritmo.

Víctor García arengaba a la masa apelando el amor a la tierra y la bandera de Asturias cubría toda la pantalla una y otra vez. La nieve virtual llegó con “Capitan Lawrence”, que cerró el repertorio antes de llegar al bis.

Tras una corto abandono de escenario, volvieron con la pilas cargadas para interpretar “El Guardián de Troya”. Al final del tema, Anibal Siñeriz mánager de la banda, salió a escena con una botella de sidra en una mano y un cáliz en la otra. Ni corto ni perezoso escanció un “culín” de sidra y Víctor García bebió de la copa brindando “por todos aquellos que se han quedado atrás”. “Trono del Metal” devolvió la locura a la Plaza más emblemática de la Capital del Principado antes de llegar la apoteosis final con “Hoy gano yo”, durante la cual nos llovieron serpentinas de colores metálicos, como no podía ser de otra forma.


Oviedo más que nunca se tiñó de negro, pero del de las camisetas de los metalheads asturianos. Por una vez, ganamos nosotros y lo fuimos a celebrar a los afortunadamente muchos bares que en estos tiempos que corren, pinchan rock en nuestra ciudad.

Repertorio:
1. ALMA DE CONQUISTADOR
2. NUEVO MUNDO
3. ANTICRISTO
4. LA MUERTE DE UN SUEÑO
5. CORAJE
6. CONTRA EL VIENTO
7. AIRE
8. COBARDE
9. LA CARTA DEL ADIOS
10. DEVORANDO EL CORAZÓN
11. NANA
12. ESPIRITU DE AMOR
13. AMISTAD 
14. CADA VEZ
15. ARDO POR DENTRO
16. LA VIEJA GUARDIA
17. TU MISMO
18. CAPITAN LAWRENCE

Bis:
19. EL GUARDIAN DE TROYA
20. TRONO DEL METAL
21. HOY GANO YO



© Larry Runner 2012.