sábado, 1 de septiembre de 2012

Road Report: GALAPAGAI ROKO NAKTYS. Zarasai, Lituania 2012


Texto y Fotos: Lokkie.

Primero, quiero pedir perdón si este escrito puede parecer raro o incompleto, pues solo pude asistir al festival un día y ver propiamente pocos grupos, ya que iba más en "misión de reconocimiento" que otra cosa. Pero aún así, no quería dejar pasar la oportunidad de contar como es este exótico festival lituano (que además no es el único) y cómo se montan allí estos temas.



Os voy a poner un poco en situación: ROKO NAKTYS significa Noches de Rock en lituano y este año celebraba su décima edición en el pueblo de Zarasai. Un pueblo pequeño y perdido de la mano de Dio (casi en la frontera con Letonia, a unos 150 kms de Vilnius), pero que tiene la cualidad de ser de las zonas más cálidas del país, y además cuenta con una enorme isla en un aún más enorme lago: en esa isla es donde se celebran algunos de los mayores festivales del país (el festival de metal y folk Menuo Juodaragis también se celebra allí). Suele asistir gente de toda Lituania y de los países colindantes, y por desgracia, su nombre ha ido perdiendo el significado según ganaba adeptos, pues antes de recibir el nombre de GALAPAGAI (puesto por patrocinadores) aquello eran realmente noches de rock. Ahora entre todo el rock y el metal aparecen grupos de rap, de pop, techno, dubstep y no sé qué más estuvimos oyendo hasta altas horas de la madrugada, cosa que los rockeros y demás personas del gremio aprovecharon para disfrutar de las mil actividades del festival, tirarse al lago a nadar o simplemente beber hasta caer redondos, que hay ciertas cosas que no cambian en ningún sitio.


Zarasai estaba completamente desierto cuando llegué, pero por suerte pude guiarme más o menos por la música que llegaba para alcanzar la isla, bastante amortiguada por la enorme cantidad de árboles que la rodean. Al llegar, terminaban su actuación los letones SANCTIMONY y su particular Death & Roll en el escenario pequeño y los veteranos lituanos SIELA se preparaban para salir a escena ante la expectación de jóvenes y no tan jóvenes. Esta banda fue una de las pioneras en hacer rock gótico en el país, aunque para mi gusto tenían bastante de rock urbano, punk y ese tipo de macarradas, lo que los hacía bastante amenos, y más con el público entregado que tenían, que coreaba todos sus temas como si fueran himnos.


En el escenario grande, prácticamente vacío de gente y recibiendo toda la solana, se encontraban probando sonido los nacionales OMERTA & MY FAVOURITE GUN, un extraño proyecto que juntaba a una banda de rock y otra de hip-hop. Creo que solo se unen en contadas ocasiones para tocar en eventos especiales, por lo que personalmente doy gracias, ya que la mezcla resultante no me parecía agradable.


Volviendo al escenario pequeño para poder coger primera fila, se preparaba para salir mi banda favorita del país, por los que realmente más mereció la pena viajar por media Lituania hasta este festival: SOUL STEALER, ganadores del Wacken Metal Battle lituano en 2010 y para los profanos del heavy, más conocidos por su cantante Jeronimas Milius, que representó a Lituania en Eurovisión en 2008 y una cara conocida en teatros y pequeña pantalla actualmente. Debido a ésto, la banda tiene una buena base de jovencitas fanáticas (aparte de los metalheads normales de toda la vida) que me pusieron difícil la primera fila, las fotos, los vídeos y todo.


Con bastante retraso empezaron a tocar los cuatro lituanos, alternando temas de sus dos álbumes, en inglés y lituano. “Black star”, “Be sparnų”, la ochentera y pegadiza “Rock n’ hole”... se les daba bien calentar al público, y aunque su estilo no es de ningún modo de los que se engloban en lo que yo llamo "cafre metal", no tardaron mucho en aparecer personas subiéndose a la valla, alguna cerveza volando, gente subida a hombros y pogos. “The reaper”, con Enrikas el guitarrista haciendo coros guturales, “Dar nevėlu” y “Plaštakė” continuaban, cuando para delirio de las jovencitas a Jeronimas se le rajó la camisa horrible que llevaba y ni se dio cuenta. No mucho más tarde, el concierto terminaba con “Vampire Woman” en la que la banda echó los restos, y el público hizo lo propio. Si ya les parecía extraña a los lituanos por mi aspecto, después de hacer headbanging a lo loco, ni os imagináis.


Los siguientes músicos sacaban los bártulos, los británicos INME, últimos del día en el escenario pequeño, y Soul Stealer salían cambiados y lavados a hacerse fotos con sus fans. Creo que fui la única que en vez de foto les pidió que me firmaran los discos. Me reconocieron pronto, pues yo era "la fan española" y fueron muy amables conmigo. De hecho no puedo dejar de agradecer a Šarunas y Kęstutis (batería y bajista) su inestimable ayuda para escribir este reportaje, ya que pasaron el resto de la tarde-noche conmigo y me mostraron todos los recovecos del festival.

En el escenario grande descargaba una banda que no ha dejado de tocar en ninguna de las 10 ediciones de existencia de Roko Naktys: los veteranísimos punkrockeros BIX, también conocidos fuera de Lituania después de salir de gira por Europa y América, y que hacían que jóvenes y no tan jóvenes brincaran felices con sus himnos por todos conocidos en el país. Mientras, alrededor del escenario grande se veían todas las actividades patrocinadas de las que goza el festival desde estos últimos años, bien separadas por una valla y hasta vigiladas por seguratas de las que no lo eran, que se acumulaban más cerca del escenario pequeño. Así, a un lado de la valla había tumbonas, hamacas, zonas de relax y de aventura, y en el otro lado, organizado por lo que se llama pequeños empresarios, teníamos jengas y ajedreces gigantes, malabaristas con fuego, ropa heavy, una pared a la que trepar y hasta una pequeña biblioteca.


Me contaron como antes, por ejemplo en 2009, cuando aún era solo Roko Naktys y no Galapagai, Soul Stealer tocaban en el escenario grande, y los cabezas de cartel eran grupos como Volbeat, Korpiklaani o Paradise Lost, y si bien siguen conservando el rock y el metal, este ha pasado casi a segundo plano,o en muchos casos, a su vertiente más comercial. Pero en cuanto a asistencia y recaudación, por supuesto ha mejorado la cosa.


Ya anochecidos, empezaban a tocar una de esas bandas que aunque estés ya cansado te alegran la noche, AC/DC TRIBUTE.LT ,que aunque con el nombre no sean muy originales consiguieron que no solo el público congregado frente al escenario, sino también casi todo el campamento coreara los éxitos de los australianos y brindara por ellos, la mayoría con alguna de las famosas cervezas lituanas, y yo con "gira", la variante del kvass ruso que se hace con pan de centeno fermentado. Una bebida oscura y amarga a la que te acostumbras y que es considerada "sin alcohol". Sin duda, de los momentos más divertidos de la noche, ver a los borrachos descamisados coreando “Thunderstruck” y perdiéndose por el bosque.


Cuando estos terminaron, se acabó el Roko Naktys propiamente dicho y empezó lo que es el "Galapagai": Estaba teniendo mi primer contacto con la cocina lituana y los cepelinai cuando unos tal DESPOTIN FAM decidieron que tenían que su hiphop-dubstep-mezcolanza extraña tenía que sonar más alto que todo lo demás. A Perkunas, el dios báltico del trueno, esto no le hizo ni puta gracia, porque 15 minutos después de empezar a tocar, envió un vendaval tremendo que hizo que saliera volando casi todo (menos la banda, por desgracia) y poco rato después empezaba a diluviar. Es curioso, porque luego paró, pero cuando empezaban CHASE AND STATUS (techno-rap-lo que sea), los cabezas de cartel de esa noche, entonces cayó la verdadera tormenta, con relámpagos y truenos que hizo que la mayoría decidiéramos que ya era mejor intentar dormir.


Al día siguiente, con sol de nuevo, servidora tenía que volver a Vilnius y perderse los conciertos de ese día, que incluían propuestas interesantes como Roadkill (la otra banda de Šarunas, con los que pude hablar el día anterior aunque estuvieran algo perjudicados), Mandragora (que al final se cayeron del cartel por lesión de uno de sus musicos), Breed 77 a los que todos conocéis (bastante queridos en Lituania), o Oomph!

Por último, agradecer a Jeronimas el viaje a Vilnius, durante el que me explicó sobre los demás festivales lituanos considerados metaleros ( Kilkim Žaibu, Devilstone y Menuo Juodaragis) y también a todos los que me ayudaron y acompañaron en esta experiencia que fue mi primer festival en el extranjero, que espero que se repita otro año :)

© Larry Runner 2012

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