Fear of the Dark: Las pelis de terror y yo (Revisited).

Tras leer en el blog de Charlie Günner - colega y vocalista de The Punishers - su experiencia con las películas de terror, me vino la idea de escribir mi experiencia personal con ese género cinematográfico.

No soy muy aficionado al cine de terror. Hace años que no veo ninguna, aunque algunas de las llamadas obras maestras están en la estantería de casa en dvd original: la trilogía de la Profecía, las de la Bruja de Blair, La Matanza de Texas, alguna de la saga de Chucky, etc. En su día fui fan de la saga de Elm Street. Las iba a ver al cine.

Todas las que he visionado, en algún momento me han puesto en tensión, aunque hubo una en su día que realmente me las hizo pasar pero que muy canutas. La película en cuestión es EL EXORCISTA.

La he visto dos veces, solo dos, y las dos en la televisión. A pesar de tenerla en dvd, comprado hace ya unos años, no la he vuelto a ver. ¿Porqué? Ahora os cuento.

La primera vez que la vi, pasé miedo, pero al verla en el salón de casa, con mi madre al lado y tal, pues como que fue más llevadera.

La segunda vez fue en también en casa, pero estaba en la habitación solo. De esto también hace ya hace un montón de años. Aún vivía con mis padres. Yo la estaba viendo en la habitación, en la cama, y mi hermano en el sofá del salón.

El caso es que aquello se iba poniendo cada vez más jodido. Yo ya sentía el frío de la puta habitación de la cría. Pijama largo y tapado hasta las cejas, sufría como un cabrón, pero no quitaba ojo a la pantalla.

De repente, en uno de esos ataques de ira de la niña poseída, se mueve su cama y también la mía. Os juro que casi me cago cuando noté que mi cama se meneaba. Me levanté cagando leches, no sin antes encender la luz, la luz del pasillo y la de la cocina, a la que acudí a beber un poco de agua fresca.

Tras beber fuí al salón y allí estaba mi hermano, sentado en uno de los sillones, y no tumbado como siempre. Tenso, agarrado a los brazos del sillón, me dijo: “oye tío, ha habido un temblor de tierra, ¿no?”. ¡JODER! ¡ERA ESO!. ¡Había habido un pequeño temblor de tierra que hizo vibrar los edificios! ¡No era mi cague viendo la película lo que me había hecho sentir mover la cama! ¡Había sido un puto temblor en el momento menos apropiado!

Al día siguiente el periódico confirmaba la movida. Un pequeño temblor de tierra se había sentido en la zona de Turón y Mieres. De hecho en los días posteriores hubo alguno más, pero en ningún momento sentí miedo.

Fue pura coincidencia, pero menuda casualidad. Os juro que cuando sentí moverse la cama casi me muero del susto. Jamás en mi vida las he pasado tan putas, y eso que la oscuridad nunca me ha gustado, tengo bastante “Fear of the Dark”, lo reconozco.

El caso es que no volví a ver la película, a pesar de haberla comprado, ni la he sacado del estuche. No vaya a ser que haya otro temblor de tierra de aquellos, que ahora estoy muy mayor.  A ver si me va dar un jamacuco y quedo en el sitio jeje.

De todas formas, tras la parodia de los humoristas de la Tpa, bautizada como "El Sportinguista" en el que la criatura está poseída por el espíritu del Real Oviedo, quizás la próxima vez ya no sea lo mismo. Si aún no la habéis visto no os la perdáis, porque es memorable y altamente recomendable cuando acabas de verte una película de las que te dejan helado. Se puede ver aquí.

© Larry Runner 2011.