miércoles, 11 de septiembre de 2019

Contra viento y marea. ROCK NALÓN. Pravia (Asturias). 31.08.2019. Crónica y fotos.


Por Jorge López Novales.

Esta fue mi segunda vez en el Rock Nalón. Mi hija pequeña tenía especial interés en ir, así que tuve que organizarme ya que la noche se iba a alargar un poco. La jornada prometía lluvia y acabó cumpliendo.

¿Cuál habría sido mi crítica a la edición pasada del festival? Concentrarse en exclusiva en un estilo, thrash. A mí me gusta el thrash pero tras cinco bandas seguidas me acaba saturando un poco. Además va un poco en contra de la diversificación del público. Si una banda te gusta menos, puedes tomarte un respiro. Este año la organización se preocupó mucho en saber qué quería la gente y, gracias a eso, el festival creció en asistentes.

Cuando los medios generalistas deberían haber destinado un de poco de espacio a publicitar el festival, dedicaron unas cuantas líneas a recoger las quejas repentinas de vecinos pravianos. Usar los periódicos para denunciar el ruido que genera un festival cuando lo puedes hacer perfectamente a la cara y buscar soluciones, no me parece correcto. Tampoco lo puedes hacer cuando, no habiendo dicho nunca nada, quedan tan sólo un par de semanas para la nueva edición y ya está todo cerrado. La organización estuvo rápida de reflejos y casi de inmediato comunicaron que la siguiente edición se haría en una zona que no iba a molestar. El tema quedó zanjado.

Para esta edición contábamos con Monasthyr y su heavy de toda la vida, con el metal hardcore de Sydius, el hard rock de Overloud, el power de Vhaldermar y el contundente groove metal de Vita Imana.

Monasthyr

Os juro que este es el último concierto del "Templo del Terror" de Monasthyr y han amenazado con volver. En estos dos últimos años de gira se han reinventado como banda. Han crecido, han exprimido el sonido de su EP en directo, se han dado a conocer por gran parte del territorio estatal y han tratado cada una de sus actuaciones como algo único. Ya sea el caso de Langreo con un sinfín de colaboraciones o en este caso ofrecer detalles de pirotecnia y un poco de show. Abrieron el festival con “Seis infiernos”. Con la habitual complicidad entre los músicos y despertando al público.

En el “Ángel vengador” salió la plana de fans al escenario. El señor Tito salió caracterizado como el segador, la muerte, que aparece en la portada de Monasthyr (que daño ha hecho Dawnlight). Todavía faltan unos cuantos ensayos. También la presidenta del club de fans, Silvia Pérez y la pequeña Marina subieron a dar unos cuantos saltos y berridos en compañía de uno de los grupos que más admiran. Esperamos con impaciencia que se pongan a trabajar en los nuevos temas. ¿Darán el salto en su próximo trabajo?

Overloud

Los siguientes fueron Overloud. Los veinte minutos de la Metal Battle de Oviedo del pasado Febrero me habían dejado con muchas ganas de verlos otra vez. Una pena la suspensión del concierto que tuvo lugar casi un mes después en el mismo Oviedo.  Pero contaron con un invitado no deseado, la lluvia. La lluvia no dejó de caer durante todo el festival pero fue especialmente activa durante su actuación.

La organización del Rock Nalon tenía una carpa preparada, estamos en Asturias, así que no supuso un gran problema. De todos modos, al final dio igual, la gente quería disfrutar de cerca del espectáculo, se sintieron contagiados por el buen rollo que transmitían Overloud con sus temas y no dudaron en acercarse al escenario para disfrutar bajo la lluvia de la música de los vascos. Se marcaron un medley de versiones de rock clásico que no dejaron de ser coreadas. En la recta final nos sorprendieron con una versión de “The Look” de Roxete, para cerrar el concierto con “Desert”. Al igual que habían hecho Monasthyr, y que harían más tarde Vhaldemar, no vacilaron en adelantarse sobre una especie de grandes monitores situados en el foso, algo que les acercaba al público permitiéndoles interactuar. Algo que les debió parecer poco, ya que Ion Ziaurriz no dudó en saltar la valla, botella de Jack Daniels en mano, para repartir la bebida entre los más espabilados. Así cualquiera se gana al público.
Cada medio afrontó a su manera la eventualidad del agua. Yo por mi parte, recurrí a acercarme al coche en busca de un paraguas… fue cuanto menos curioso que el que mejor podía sostener mientras hacía fotos fuese el minie mouse de mi hija. Con estas, me planté allí delante sorteando el agua, haciendo fotos con una mano. Una anécdota para contar.

Vhaldemar

Vhaldemar salió a muerte. Este año se han dado una buena paliza con la gira, han tocado hasta en Rusia. En la segunda edición del Morgana, el año pasado, sólo había podido escuchar unos pocos compases de la banda y esta ha sido una buena ocasión para resarcirme. Aunque la verdad es que ha servido para arrepentirme aún más de no haberlos podido ver en aquella ocasión. Arrancaron con “Metalizer” y ya desde este primer tema mostraron cómo iban a orientar el bolo, dando un gran protagonismo a los solos de guitarra. Así, aproveché para ver de cerca cómo se desenvolvía con el instrumento Pedro J. Monge, que no paró de realizar virtuosísticas intervenciones. El resto de músicos no se quedaron atrás y el resultado fue que sonaron francamente bien.

Carlos Escudero dijo que no tiene amigos, aunque yo diría que en el fondo la gente de su banda es de su gusto. Las disertaciones del vocalista revelaron un personaje que arrastra al público a su terreno, además de descubrirnos que, pese a que habitualmente no llevan setlist físico, en esta ocasión y a título personal había escrito el listado de temas a interpretar en un A3 que nos enseñó y que gracias a Fon pude conseguir, al igual que el del resto de bandas, tras el bolo, vaya desde aquí mi agradecimiento. No todo tiene que ser música pero tampoco el rollo que se traen Manowar con sus discursos. Hay que decir que Jonkol, el teclista, fue el destinatario de casi todas las bromas del vocalista, especialmente antes de la interpretación de “Bastards”. Seguro que en esos momentos estaba echando de menos no estar en un concierto de sus otras dos bandas: Orion Child e Incursed. Un dato curioso es que en el citado set list no sólo podemos ver las 13 canciones que componían el repertorio del concierto en Pravia, sino que cada título va acompañado del primer verso de la canción, esto es: "Metalizer-I think if I want; 1366-Hey you can hear…"

Vita Imana

Vita Imana es contundencia, brutalidad sin dosificar. Por si no fuera poco cuentan con dos baterías. Lo que hace que su música te impacte directamente y visualmente no puedes dejar de mirar lo que hacen sobre el escenario.

Me acabó dando la impresión de que sonaba todo igual. Pero puede que en el fondo sea igual de intransigente que la gente que preguntaba a mi mujer, a las 2.30 de la mañana (mientras sacaban a pasear al perro) si les quedaban muchas voces por pegar a esos que andaban en la plaza o más bien a ciertas horas, y tras dos días seguidos de festivales, uno ya no es tan receptivo con la música que no te motiva tanto.

Sólo queda esperar hasta el año que viene. 

¿Cuánto tardarán en darme el carnet de socio que solicité el pasado sábado?

Larry Runner: Hemos reeditado la entrada omitiendo la parte de una de las bandas para evitar herir susceptibilidades. Desde este momento nos vemos obligados a actuar así con esta banda y con las del resto del roster al que pertenecen. No volverán a aparecer ni en esta página ni tampoco en el programa de radio.

Lamentamos profundamente que les hayamos podido dañar en algo, aunque sinceramente creemos que no. Si así fue, desde aquí mostramos nuestras más sinceras disculpas, pues nada más lejos de nuestra intención. 

© Diario de un Metalhead 2019.

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