miércoles, 25 de septiembre de 2019

AURITZ: Laino eder hori (2018, Maldito Records)


Por Jorge López Novales.

Una de las cosas que más me gusta de reseñar discos, es poder escuchar cosas que normalmente no me habrían llamado la atención y que van más allá de las bandas que habitualmente sigo en redes sociales. Creo que en cualquier otra circunstancia habría pasado por alto este “Laino eder hori”, su traducción en castellano, “Esa maravillosa niebla”.

¿Un disco conceptual en euskera? ¿Una ópera rock? ¿Metal opera? Hay ya dos cosas que nos podrían echar para atrás en la primera pregunta. Pero lo peor que pudiera pasar en este caso es que se diluyera el mensaje, el objetivo de este “Laino eder hori”, y para ello tenemos el libro del cual este trabajo es su banda sonora. Otra dificultad sería dedicar tiempo a leer un libro aunque esta primera edición está en castellano. La forma ideal de evaluar este “Laino eder hori” sería hacerlo tras su lectura. Imposible.

Auritz es un proyecto del compositor, músico y cantante basauritarra Mikel Bizar, que ha formado parte de bandas como los legendarios Idi Bihotz (no existen muchas bandas power metal en Euskadi y ese power metal de Mikel y Gorka también lo podréis encontrar en Auritz), aunque luego en Jare los hermanos Bizar emprendieron un camino de rock más melódico, Flyin Freak… Además Mikel y Gorka trabajan APNABI (Autismo Bizkaia).

Lo que realmente importa de este trabajo es el mensaje: dar visibilidad a los afectados por el TEA (trastorno del espectro autista) y sensibilizar a la sociedad sobre este asunto. ¿Qué es el TEA? ¿Quién la padece? Sería como decir que son personas que tienen dificultades para interpretar e interactuar con lo que les rodea. ¿Dificultades? El término “dificultad” no debería tener cabida en la definición que acabo de daros. Tendríamos que cambiar nuestra percepción para ver que estamos ante personas con unas capacidades diferentes. Ahí está la ardua la labor de concienciación, de sensibilizar, del camino que marca este “Laino eder hori”. Pero para eso la gente tendría que querer ser concienciada. En estos tiempos hasta un simple ejercicio de empatía supone un esfuerzo infinito.

¿De qué trata Auritz? La historia versa sobre Maren, ingresada en una residencia con alzhéimer, quien recuerda veinte años de su vida junto a Auritz. Auritz es un niño, su hijo, al que diagnostican con TEA a los siete años. Se nos narra las aventuras, desventuras que transcurren durante la búsqueda de la rosa negra, la que vemos en la portada del libro. El libro cuenta con un prólogo de Toti Martínez de Lezea con un epílogo de Ian Mason de la banda The Wizards.


Toda la historia tiene una base real, a la que se añade un componente fantástico que fluye paralelamente. La verdad es que el planteamiento que acabo de daros un poco deprimente, muy duro, además de muy resumido, pero también hay un espacio para la esperanza. Y eso, en la música, y sin saber yo nada de euskera, lo siento en sus temas, te lo saben transmitir.

La grabación de este “Laino eder hori”  se ha tomado su tiempo. Hay temas que incluso fueron presentados hace dos años como fue el caso de “Uren kantua”. Eso sería un inconveniente a la hora de presentar un producto homogéneo a la hora de componer pero Mikel Bizar tenía las ideas claras.

Jagoba Ormaetxea ha tenido la responsabilidad de grabar y producir este trabajo en los TAOM, The Art of Making en Bilbao. Incluso ha participado en alguno de los coros y se ha encargado de todo el tema de orquestación. Podemos ver gran disparidad de estilos que han entrado en este estudio a lo largo de los años, bandas como Rosana, Boni, Berri Txarrak, Jare, BOS (Bilbao Orkestra Sinfonikoa)… No podría ser de otra manera ya que integrar las orquestaciones, hacer que los pasajes más heavys, thrash, baladas, rock… tuvieran la misma intensidad, no podía ser en un estudio que estuviera encasillado en un solo estilo. Aunque también podría influir que Jagoba y Mikel hubieran coincido en otros proyectos como por ejemplo Jare.

Los integrantes de este proyecto son Mikel Bizar (voz), Ibon Jordan (batería), Jorge Murillo (bajo), Kapi Guarrotxena de  Ost, Porco Bravo  (guitarra y voz) y Gorka Bizar (guitarra).

¿Por qué conformarse con expresarse dentro de los registros de un solo género? Ninguno prevalece por encima de otro, lo contrario habría mutilado la historia. Lo que está claro es que estamos ante una base metal. “Laino eder hori”, es una curiosa y compleja mezcla de baladas, medios tiempos, rock… con elementos más contundentes que aporta por Kapi y que proceden del estilo de Ost, su banda. Todo esto se mezcla con el background más power de los hermanos Bizar de sus tiempos en Idi Bihotz.

Ese punto thrash que encontramos a lo largo de los temas hace que el power no se apodere de todo “Laino eder hori” y aporta un toque oscuro a la historia.


Vamos a analizar algunos de los temas, porque si me empiezo a enrollar…

El primer corte “Gmörk” comienza despojado de distorsión, al poco, Mikel nos introduce en el mundo de Auritz con dulzura. De repente irrumpe un gutural acompañado de un sonido muy moderno a lo Devin Townsend que nos sorprende durante unos segundos. Y vuelve Mikel a apaciguar las aguas marcando un contraste brutal, hasta que  ambas voces se aúnan para cerrar el tema con gran intensidad. Ya aquí encontramos teclados. No va a ser un disco cómodo para alguien que escucha discos en función de las etiquetas.

Continuamos con “Lambroan” que es un medio tiempo con un estribillo acelerado. El comienzo tiene cierto aire progresivo, con una gran labor de guitarras que aportan muchos detalles técnicos y fraseos frescos. Este tema lo veo como una introducción que nos lleva hasta el tercer corte, “Nahi”.

En “Nahi”, tercer corte, encontramos un áspero comienzo metalero y casi por arte de magia, en pocos instantes, nos presentan uno de los estribillos más coreables del disco, al que da forma la guitarra con un rift que no te puedes quitar de la cabeza. Es el ejemplo más claro de búsqueda de un sonido más esperanzador en forma de “power”. Tras el estribillo de Mikel, llega una parte instrumental amparada por orquestaciones. Lo sorprendente es el sólo que crece hasta acabar convirtiéndose en algo thrash. Buena culpa de ello la tiene la intervención de la voz de Kapi sobre el combo instrumental, que hace que el sonido se torne contundente. Finalmente se retoma el tono power.

En el quinto tema, “Lullaby”, viene un respiro.  Es un breve pasaje instrumental que nos adelanta el estribillo del siguiente tema. La canción de cuna transmite tristeza, que, a continuación, se nos arrebata con “Eta Hemen Naiz”, donde encontramos guitarras que adecúan su sonido para darnos una visión más thrash. Inmediatamente se convierte en una pieza power metal. En algunos momentos me recuerda a Rage, más concretamente a “From the underworld” (The missing link) lo que no es mala cosa.

Podemos encontrar una balada “Zerurik Gabeko Izarra (Errekatxindorraren Vals)” tras la explosión power metalera que trae la calma: una balada llena de fuerza.

Los dos últimos cortes funcionan como uno sólo: “Requiem” es la introducción de  “Uren Kantua”. Son el llamado Final Act y formaron parte del primer videoclip. “Nahi” sería el Central Act y su videoclip funcionaría como una precuela en la que vemos el mundo a través de los ojos de Auritz. Este hecho nos llevaría a aplicar sin lugar a dudas el término “opera metal”. La melodía va más allá de cualquier etiqueta y se nos ofrece un cierre tan grandioso como triste. En el video podemos ver a un Auritz adulto ofreciendo la rosa negra en la tumba de su madre, la persona que le enseñó a afrontar sus miedos, y vemos cómo al final puede convivir con ellos. Las orquestaciones y los coros se apoderan de la música. Encontramos la colaboración de las voces de Amaia Luzarraga, Ibai Marin y Axier Enbil; Jessika Ibañez, del extinto grupo de death melódico Waldheim, participa al piano.

Estoy ante un disco que no me ha dejado indiferente. Algunas veces las buenas intenciones no acompañan la calidad de un trabajo, no es el caso. De las llamadas “operas rock” hay algunas que dan miedo. En estos casos, como ya hemos dicho, el mensaje está por encima de la música pero no por ello el producto tiene que estar exento de calidad. En Auritz encontraréis gente con mucha música, mucho oficio a sus espaldas y lo que suena está muy premeditado, un trabajo monumental. Sólo espero que este disco consiga sus objetivos y yo aprender un poco más con esta nueva reseña y haceros despertar la curiosidad por este “Laino eder hori”. 

Finalmente, he de pedir disculpas si en algún momento he escrito mal alguna de las palabras en euskera.


El disco-libro salió a la venta el 30 de Noviembre del año pasado, un lanzamiento de Maldito Records.

Tracklist:
1. Gmörk
2. Lanbroan
3. Nahi
4. Sorgin Giroa
5. Lullaby
6. Eta Hemen Naiz
7. Zerurik Gabeko Izarra (Errekatxindorraren Vals)
8. Zin Dagizut
9. Tillandsia
10. Ilun
11. Eguzkilore Beltza
12. Ni Naiz Gmörk (Piztiaren Etorrera)
13. Requiem





© Diario de un Metalhead 2019.

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