viernes, 19 de julio de 2019

RESURRECTION FEST 2019. Día 1. 04.07.2019. Crónica y fotos. Parte 2/5.


Texto: Sonia M.
Fotos: Unai Calleja y Resurrection Fest.

Primer día oficial. Difícil por la tralla del día anterior y por lo que se nos venía encima sin ser conscientes. Un sol abrasador nos daba los buenos días y nos acompañó mientras desayunábamos más tarde de lo normal.

Comenzamos con los gallegos LOSTREGOS en el escenario 2 ante un buen grupo de curiosos. Muy interesantes y entretenidos. Me enchufaron porque estaba con el nivel de energía muy bajo. Su black metal a primera hora me sentó de lujo y aproveché la poca sombra que había para no morir. A continuación, TRALLERY se encontraron un Main Stage bien poblado sobre las 3 de la tarde, sobreviviendo a un sol de justicia. Los mallorquines nos deleitaron con su buen hacer y algún que otro circle pit majo, aunque una servidora echó en falta más temas de su debut "Catalepsy". Me hizo mucha ilusión verles en una situación como esta.

TRALLERY

Mientras MELTDOWN sufrían con la mesa de sonido y ante un público muy nutrido para las horas que eran, buscamos una sombra como el comer. Nuestra próxima víctima eran los americanos CANE HILL que se estrenaban en la península. Su propuesta me motivaba pero en vivo me dejaron bastante fría. No sé si es que los hubiese preferido en la carpa pero no llegué a conectar.

KAUSE 4 KONFLIKT me parecieron muy lineales y no saqué nada de su actuación. Lo gracioso es que con ellos comenzó la tímida lluvia que luego se convertiría en el infierno. Esperamos el inicio de CRYSTAL LAKE en el Main con un montón de gente acechando, y aprovechamos los impermeables que se iban dando gratuitamente en las barras para protegernos, aunque aún no llovía con intensidad. Disfruté unos 10 o 15 minutos de los japoneses, quienes el año pasado gocé en la carpa y fue épico verlos en el escenario grande, creando circle pits. Toda la gente comiendo de su mano. Pero había un solape doloroso y tuve que elegir. Acudí al Desert Stage, más íntimo y acogedor a pesar del tiempo, para estrenarme por fin con BONES OF MINERVA. No pude elegir mejor. Bajo una lluvia que acabó cortando el final del concierto de las madrileñas, su concierto fue todo lo que esperaba. Sonido muy bueno, set variado y una elegancia para lo jóvenes que son que muchos querrían. A pesar del granizo y variados, aguantamos cual guerreras como mucha más gente. Ellas agradecidas y flipando. Nos quedamos con las ganas del último tema pero las condiciones creedme que eran nefastas.

BONES OF MINERVA

ALTARAGE casaron a la perfección con el tiempo. Si juntamos su bola de sonido, sus capuchas negras y su intensidad con la fina lluvia y en otras ocasiones densa, aquello era épico. Me gustaron mucho. Los conocía de nombre y se me pasaron volando. Me quedé con ganas de más aunque mis oídos agradecieron el final, todo hay que decirlo.

Un breve descanso y vimos la mitad del concierto de GOJIRA. Fuego, riffs que se te pegan a traición y un público muy entregado, sobre todo en la parte delantera. El sonido donde estaba era bueno pero eché en falta un poco más de intensidad. Con los franceses me pasó lo mismo, había un solape que me jodía y como ya los había visto y además pude ver parte de su concierto aproveché y marché a la carpa para disfrutar de los rusos SIBERIAN MEAT GRINDER, incorporación de última hora. Aquello fue una fiesta. Me los esperaba entretenidos y divertidos pero no tanto como fue. Su mezcla de thrash, hardcore y variados me enganchó y los 40 minutos que tocaron se me pasaron volando. Muy agradecidos con la gente y creo que sorprendidos por la acogida.

GOJIRA

Intento de cena bajo el diluvio universal. Colas infernales para coger cualquier cosa, esperas pacientes porque no habíamos comido nada desde hace horas y mientras TOUNDRA intentaba calmar a las masas nosotros conseguimos algo de dignidad con la cena. Un buen arroz que nos hizo la espera más amena para SLAYER. Y aquí empieza lo bueno. Cenamos, hicimos la digestión y SLAYER no aparecían. En su lugar: rayos, truenos, relámpagos y lluvia torrencial. Lo nunca visto. Tenía la broma con mi acompañante de viaje siempre con la que nos cayó el año de TESTAMENT, pero en comparación era una broma. Ver como entraban riadas y riadas de agua en los escenarios, los operarios intentando salvar los muebles, la gente silbando porque no se daba ningún tipo de información de lo que ocurría. Minutos después de espera e incertidumbre se avisó a la gente que había una tormenta eléctrica y que se esperaría hasta que terminara para reanudar el festival. Mientras, ríos y ríos de agua cayéndonos encima, gente que iba sin taparse, gente tapada, el apocalipsis en Viveiro. Mirases donde mirases era como una película. No tenía muy buena pinta la verdad.

SLAYER

Unos 45 minutos después y aunque seguía lloviendo, con menos intensidad eso si, SLAYER apareció en escena y puso la directa. Ni discursos ni nada. A saco la hora y 15 o así que tocaron. Obviamente recortaron set pero como digo fue un lujo además que no se me olvidará en la vida estar escuchando temazos clásicos de SLAYER con ese espectáculo de fondo. Parecía el fin del mundo. “Raining blood” parecía predestinada a sonar una última vez con ese ambiente. Digna despedida a mi parecer. Yo me quedo satisfecha. Veremos si es así, que ya nos conocemos con lo de las despedidas.


A TERROR me fue imposible verles por los horarios, por la avalancha de gente que salía del Main tras el final de SLAYER y la lluvia que seguía sin perdonar. Acudimos a la zona del Pandemonium por hacer un poco de tiempo y buscar un sitio para sentarnos, sin éxito. Nuestra intención era salir antes de que empezara el plato fuerte y esperado por la gran masa del Resurrection Fest, PARKWAY DRIVE, pero nos vimos envueltas en una historia surrealista (si ibas como yo sin saber nada de sus anteriores recitales en otros festivales).

PARKWAY DRIVE

Cuando pretendíamos subir a la parte de arriba para ver la cantidad de gente que había y después bajar al meollo nos dijeron que no podíamos, que esperásemos 5 minutos. No lo entendí y de hecho me iba a ir a fuera pasando del tema. Pero estaba tan reventada que encontré sitio para sentarme y lo agradecí. Y entonces aparecieron por la entrada PARKWAY DRIVE, escoltados por gente con capuchas y antorchas que les llevaron entre el público, que estaba flipando, hasta el escenario. Os juro que yo no sabía que narices estaba pasando, ni planeado me salen las cosas así. Impresionó la verdad y ya por fin fuera el concierto comenzó y aquello se vino abajo. Todos sabemos que PARKWAY DRIVE ya no es esa banda que comenzó con el metalcore que les hizo tan conocidos pero si que hay que reconocerles que se han adaptado de tal manera que ahora pueden llegar a donde quieran al amoldar su sonido. Un set quizás más centrado en sus últimos trabajos, la escenografía con el fuego o la inclusión de algún tema orquestal hizo aquello bastante espectacular. Sonido bastante flojo para lo que podía ser, al menos desde mi posición pero me gustó. No sé lo que habrá sentido el fan de toda la vida o el recién enganchado pero a mí me convenció.

BATHUSKA

Finalizamos la jornada con otra polémica, los BATHUSKA "de hacendado" que dicen por ahí. Yo no he oído nunca nada de ellos, estoy enterada un poco de la movida que ha habido a su alrededor, pero me quedaré con que toda esa parafernalia de iglesia y esos coros épicos y que no veas a nadie tocando (están todos medio escondidos excepto el cantante) pues me entretuvo. Como show para cerrar el día me vino bien. Seguro que a los seguidores de la banda, si es que se quedaron a verles, quizás les pareció una broma. Distintas percepciones según desde donde lo mires.

Continuará ...

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