miércoles, 3 de julio de 2019

BLOODY BROTHERHOOD: Don't Break the Circle (2019, Dead Sheep Productions)


Por Larry Runner.

Descubrí a BLOODY BROTHERHOOD en 2015 con su “Ritual of Blood” (Deep Sheep Productions) de debut, un disco que enseguida les colocó en el mapa del metal extremo estatal, hoy, gracias a Belcebú, mucho más democratizado y descentralizado que hace unos años. No me disgustaron para nada, es más, yo mismo hice la reseña de aquel disco, pues le di bastante cera por entonces. 

Desde entonces para acá, actuaciones en vivo a tutiplén, compartiendo escenario con referentes estatales y también algunos nombres internacionales con un silencio discográfico roto en abril de 2017 con aquel fantástico split compartido con Karonte titulado “Alliance for Death Domination” (Deep Sheep Productions) que de nuevo no quise compartir encargándome yo también de la reseña. 

Y es que es verdad que no escucho demasiado metal extremo, pongamos que ocupe un 10% el tiempo de mis oídos cuando los destino a la música, pero cuando me pongo con algo, tiene que llamarme la atención y si no, a la papelera. Estando como está saturado nuestro buzón de música cargada de guturales, uno se satura y ello es debido a que el 90% de las bandas nos suenan igual, con chillidos fuera de lugar y demostraciones sónicas sin pies ni cabeza que te dejan impasible y te dan la sensación de haberte hecho perder un tiempo libre que tanto te escasea.

BLOODY BROTHERHOOD juegan con ventaja, y si bien es verdad que este nuevo disco “Don’t Break The Circle” que una vez más nos hacen llegar desde esa fabulosa casa que es Deep Sheep Productions, es lo suficientemente largo como para que haya tardado más de la cuenta en entrarle, bien es verdad que el trío guipuzcoano juega en Diario de un Metalhead en casa.


Hasta una docena de cortes se incluyen en este trabajo. Diez canciones, intro y outro, que vienen fantásticamente protegidas por el portadón firmado por Antonio Vives, un trabajo gráfico que bien justificaría la compra de un vinilo para los amantes del formato, aunque en este caso “Don’t Break The Circle” se ha editado en CD y cassette. 

¿Qué nos encontramos en “Don’t Break The Circle”? De mano no suena igual que su predecesor. Sí que me parece más oscuro y va cargado de bastantes temas donde los medios tiempos tienen mucho que decir. Esa parte doom hace que el disco me guste, se me haga apetecible e incluso llegue a disfrutar de cortes como la larguísima “The Impaler”.

Cuando el grupo baja de revoluciones gana en melodía y los cambios de ritmo hacen que el disco poco a poco vaya sonando en tu reproductor sin que te vayas a agobiar como pasa con ese 90% de basura que nos llega. Al contrario, se disfruta, se agradece, y creo que gustará mucho a los amantes del death, por muy brutales que sean, aunque también puede hacer gracia a los seguidores del thrash en su vena más extrema tipo Slayer. Canciones como “I’m the Shadow (We Are the Shadow)” creo que me darían la razón.


Como digo, el álbum entra bien, la producción es bastante aceptable y el único pero, que alguno hay que poner, se lo daría al sonido del bombo al que le falta la chicha del directo, sonando un poco a pedete, en una onda más propia de grupete de metalcore que de banda extrema. Por contra, me flipa el volumen que lleva el bajo, aunque tranquilos, no va en onda Harris pisando más de la cuenta. Por último, como diría mi amigo Fon, faltan solos.

Ya he hablado de lo que creo que más me gusta de este “Don’t Break The Circle” y de lo que menos. Con eso creo que van ustedes servidos. Si quieren saber más, pásense por las redes sociales del sello o de la banda. No lo vamos a hacer todo nosotros. 






© Diario de un Metalhead 2019.