viernes, 15 de marzo de 2019

JOLLY JOKER: Never Say Forever (2018, The Fish Factory)


Por Larry Runner.

Los valencianos Jolly Joker regresan a la actualidad discográfica con “Never Say Forever”, un disco más serio que todo lo que hayas escuchado suyo hasta ahora. 

Corren malos tiempos para el hard rock en nuestro país. La rancia censura de antaño propia del régimen dictatorial que sufrió este país, ha reaparecido hoy en día en forma de mojigatería y estupidez en las redes sociales. Todo ofende, todo se analiza hasta sacarlo de quicio, y así es complicado revivir en las canciones los ambientes festivos ochenteros propios del estilo. Tocar según que temas puede ser reinterpretado por cualquiera, se le puede dar la vuelta al mensaje y si eso ocurre, estás jodido. Hay que tener cuidado con las fotos, con las portadas y por supuesto con las letras de las canciones. Lo de sexo, drogas y rock n’ roll es historia. En una mala puedes librarte de un juzgado, pero no de las redes sociales plagadas de censores y de vigilantes de la moral. Está lleno. Lo dicho, que la cosa está jodida para encontrar inspiración.


Puestos así, Jolly Joker se libran de la quema. Sólo hay un tema donde el tema lo del amorío aparezca de forma evidente y si miras la letra no es más que un fulano rogando. Triste pero correcto, para que nadie se ofenda, no vaya a ser que te busquen la ruina. Le han cortado los huevos al hard rock.

Con estos mimbres Jolly Joker despachan un disco de auténtico Hard Rock angelino que te va a hacer vibrar. Si eres amante de los 80’s de pelos cardados, lo vas a pasar de puta madre. Nunca dirías que son de Valencia ni que este disco se ha editado hace unos meses. Estas canciones bien podrían haber nacido hace más de 30 años y escuchándolos me vienen a la mente nombres como Mötley Crüe, Quiet Riot -fíjate en “Believe” y me cuentas- o los mismísimos The Cult como en “Set My Soul On Fire”.


Ocho putos temas de Hard Rock que para sí quisieran muchos grupos de aquella gloriosa época en la que nos llegaban referencias por cientos, la mayoría sin un solo tema decente que llevarse a los oídos. Si eres amante del género y coleccionas vinilos, seguro que la mitad de lo que tienes en la estantería es mucho peor. Jolly Joker se mea en muchos de aquellos grupos de segunda fila que iban surgiendo cada día a la sombra de los grandes del estilo. Hay solos realmente buenos, hay un bajo muy potente y de darle más cera a algo quizás sería a la batería. Sobre todo ello el excelente trabajo de rock star del puto Lazy Lane, que ayudado por unos buenos estribillos y coros nos hace acompañarlo una y otra vez en un disco que gana con cada escucha.

Hard Rock con huevos, aunque nos los quieran encoger. Un disco de largo recorrido que estoy seguro que me acompañará durante mucho tiempo en la carretera. Grandes.








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