Texto y foto José Rubio: Larry Runner.
Fotos Vinnie Moore: Sergio Blanco.
Vinnie Moore es uno de los guitarristas clave del heavy metal actual. Lo es junto con los Cacophony, Vai y Satriani. Ellos marcaron a toda una generación de aficionados a las seis cuerdas, aquella que compraba la heavy rock en los 80 y que disfrutaba de sus primeros discos. Su gira pasó por Oviedo y al contrario de lo que sucede en otras ocasiones, no faltaron músicos entre el público. Quizás por lo que comento, por ser un tipo clave para muchos.
Personalmente puedo comentar que escuché mucho sus dos primeros discos, pero de entonces para acá no le seguí mucho la pista, aunque al contrario de otras ocasiones, sí que en los días previos aproveché para darle algo de caña a sus temas más habituales en vivo y así intentar disfrutar algo más del concierto que iba a ver.
Comenzó con “Daydream” del “Minds Eye” su debut de 1986 y probablemente uno de los temas que todos los presentes esperábamos. Sonó a gloria, como también lo hizo un rato más tarde “In Control” el tema con el que comenzaba ese magnífico álbum. Desgraciadamente fueron los dos únicos temas del mítico álbum en el que le acompañaron para la grabación Tony McAlpine, Andy West y Tommy Aldridge.
De su siguiente obra de arte “Time Odyssey” editada en el 88 también sonaron dos cortes. “Morning Star” que abría aquel disco de hace 30 años y la versión de los Beatles “While My Guitar Gently Weeps” fueron las elegidas, ejecutándolas casi ya al final del show.
Doce fueron en total los temas ofrecidos a lo largo de un concierto que no se hizo pesado por lo corto del mismo. Y es que no todo el mundo sabe convertir un concierto instrumental en ameno y Vinnie Moore es un grandísimo guitarrista, pero el show divertido no lo fue, al menos para los que no tocamos la guitarra. Recuerdo cuando vi a Marty Friedman en Barakaldo que siendo también un concierto de un guitar-hero en solitario nada tuvo que ver. El ex-Megadeth lo hizo muy ameno, dirigiéndose al público entre las canciones e incluso bromeando, lo cual nos lo hizo pasar muy bien. En el caso de Moore, apenas se limitó a dar la exhibición, hablando poco por el micro para presentar algún que otro tema.
Lo que sí es de agradecer es su sencillez y respeto para con sus músicos a los que permitió también lucirse en varias ocasiones a lo largo del show, permitiendo incluso al guitarrista acompañante soltarse con algunos solos. Algo más allá fueron Roberto Pirami con la batería y Marco Polizzi con su bajo de nueve cuerdas que disfrutaron con sus solos.
Me quedo con la sensibilidad del momento en “Rain” y probablemente con la suavidad de “Time Traveler”. Cerró con “Meltdown” y todo el mundo marchó satisfecho en mayor o menor medida.
Set-list:
Daydream
With the Flow
The Maze
Rain
Check It Out!
In Control
Time Traveler
Ridin' High
Midnight Rain
Morning Star
While My Guitar Gently Weeps (The Beatles cover)
Meltdown
Antes de la actuación del crack de Delaware actuó José Rubio, guitarrista cuya sensibilidad musical siempre he valorado en su paso por las distintas bandas, habiéndole visto actuar con todas ellas excepto Megara. Sí Trilogy incluido. Vino a Oviedo para presentar “Forbidden Dreams”, su cuarto disco en solitario. Le acompañaron Gustavo Segura (batería), José Pineda (bajo) y Roberto Beade (guitarra), y al igual que hiciera el maestro Vinnie Moore, Jose Rubio les dejó espacios para el lucimiento y no que solo fueran el grupo acompañante. El cordobés no decepcionó y se mostró feliz sobre las tablas ante un público asturiano que aún le guarda cariño por haber formado en su momento parte de los locales WarCry. No me desagradó en absoluto, aunque le prefiero cuando sale acompañado de un cantante.
En definitiva, un lujo de noche con dos guitarristas fantásticos que se vieron muy bien arropados por sus músicos acompañantes y que hicieron del jueves un día especial.
© Diario de un Metalhead 2018.