Van a lo suyo y lo que el mercado metalero español actual demande les da un poco igual. Hacen lo que les dicta el corazón, lo suyo es trabajar en hacer buenas canciones en las que reinen la melodía y las guitarras suavizadas. Ese heavy melódico, con grandes dosis de hard rock que no molestará a tu madre si te pones el disco en casa y lo haces un poco más alto de lo normal.
Hace muchos años que no vivo con mis padres, pero cuando me pinché por vez primera Momentum, que así se titula el tercer álbum de DÖRIA, pensé para mis adentros: si hubiese pinchado esto cuando vivía con ellos, a buen seguro que mi madre habría dicho que le gustaba y mi padre hubiese abierto la puerta de mi cuarto para decirme "menos mal que pones a uno que canta bien".
Así son las cosas, el metal se ha ido endureciendo con el paso de cada década, cada vez escuchamos ritmos más bestias, y recibir un álbum de estas características siempre está bien para relajarse un poco y recordar de dónde venimos, lo que fuimos y en definitiva, lo que somos, porque discos así siempre harán falta. Los amantes del heavy melódico de Warcry, los que flipaban con Avalanch, probablemente no le harán ascos a estas diez canciones que componen el nuevo disco de los de Barcelona.
Siguen obviamente la línea que habían fijado ya con su debut Despertar, álbum que hoy en día guardo con grato recuerdo y que siempre estará en un hueco de mi corazón, pues fue el que me los descubrió y el que me puso en contacto con ellos para a día de hoy seguir conservando el contacto, que quizás algún día se pierda si llegan a triunfar. No serían los primeros.
Cambió el Juego abre el disco y como otros cortes, viene a ser la continuidad en el trabajo. Es correcta, bien para comenzar, tirando de estribillo. Nada mal para abrir los conciertos. La sigue Brújulas Trucadas, con unos muy buenos coros, aspecto este excelentemente trabajado a lo largo de todo el álbum. Con un solo breve pero cojonudo. Las rítmicas te atrapan, me encantan, están preparadas con sumo gusto, con el punto justo de dureza para lo que necesitan las canciones. Sensacionales.
El tercer corte es Qué Más Da. Todo un hit. Al terminarla dan ganas de darle al rewind y volver a escucharla. Lo hago una y otra vez. El Solo está por encima de la media del álbum, es genial es heavy metal, con un tono que personalmente me recuerda a la mejor versión de John Norum. El estribillo te engancha y la canción te levanta la moral. Frescura. Temazo.
Zapatos de Cristal es rápida y efectiva. Rítmicas rockeras, como en todos los temas. No es el hit anterior, pero es una buena canción con brillantes estrofas que ya hacen al tema resultón antes de llegar al estribillo. El solo hace crecer la canción, es fantástico y las rítmicas me recuerdan a cierta banda orensana con un gato como mascota, como lo oyes, aunque Martí y los coros hacen que al final el resultado esté bien lejos.
es su momento, ahora o nunca
Un día Mas huele a gran canción desde el principio, con esas acústicas, a baladón, aunque no lleve el tempo ni mucho menos. Enseguida entra la intensidad y Martí está superior. Me encanta la labor del vocalista a lo largo de todo el disco. Cómo afronta los temas, brillante sin falta de desgañitarse, sin ponerse listones demasiado altos que luego le vayan a pasar factura en vivo. Con tonos mucho más creíbles, más naturales y que en concierto podrá defender sin problemas. Llamará la atención con ello. Por cierto, temazo. Y menudo solo una vez más. Corto pero con muy buen gusto y colado en el momento justo para que sea efectivo.
El disco es una mezcla ideal de fusión entre el rock y el metal, algo que DÖRIA lleva logrando desde sus comienzos, sólo que suena todo como más natural, dulcificado, como menos elaborado, más creíble. Si elaboras demasiado un disco y luego en vivo no lo puedes ofrecer, tienes un problema. Con Momentum no creo que vaya a ocurrir.
Mi Destino lleva la velocidad en el ADN. Se ponen duros en el que es el track más corto del álbum, el único que baja de los cuatro minutos. Una vez más los coros tienen un importante papel, aunque esa característica es extensible a todo el álbum. Niebla es más melódica, más DÖRIA y podría haber ido en Despertar sin duda alguna. Quién sabe, quizás sea de aquella época. Le sigue Adicto al Dolor, en la que se ponen la chupa. Guitarrazos contundentes y buen estribillo con un Martí que se suelta, que ya parte de muy arriba, a diferencia del resto del disco, quizás en exceso.
Cierra el disco Sota la Neu, que no es más que el Bajo la Nieve de su anterior Golpea otra Vez en versión en catalán y regrabada sonando mil veces mejor. Superior. Me gusta más que la original. Tengo ganas de tener la letra en mis manos porque a buen seguro que me la voy a aprender de memoria en ese idioma. A lo largo de todos estos años no han sido pocos los discos escuchados en catalán, pero ninguno me había de verdad prendado como este Sota la Neu. Les ha quedado fantástico y creo que ha sido una idea más que brillante. Viendo el grandísimo resultado, les animaría a grabar todo un disco en su idioma. Me he quedado prendado de ella. Fascinante.
Así se termina Momentum, un disco que sólo te atrapará con las sucesivas escuchas. Si le vas a dar una o dos pasadas, olvídate, no es tu disco. Tienes que dejarlo madurar, escucharlo, posarlo unos días y retomarlo. Es lo que suele ocurrir con los buenos discos. No es tan directo como sus predecesores, pero me ha acabado gustando más, aunque reconozco que al principio pensé que no estaba a la altura.
La producción es muy fina, suena bien y lo único que no me acaba de convencer es la portada, quizás nunca me han gustado demasiado sus carátulas. Además que me recuerda a la de alguna otra banda, a algo que he visto antes. No sé, lo del angelito está un poco sobado. Un detalle, el disco en realidad se titula Mom3ntum, al menos así aparece en la portada. Es el tercero, de ahí el número, el que les tiene que dar el impulso definitivo, es su momento. Ahora o nunca. Me consta que lo han intentado con todas sus fuerzas. Veremos si el esfuerzo se ve recompensado. Desde aquí nunca les ha faltado apoyo, ojalá triunfen, aunque nos acaben olvidando como otros hicieron antes. Tiene que ser el momento.
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