martes, 24 de septiembre de 2019

No hay dos sin tres. DRUNKEN BUDDHA, Oviedo, Final FestiAMAS. 22.09.2019. Crónica y fotos.


Texto: Larry Runner.
Fotos: Jorge López Novales.

Se palpaba en el ambiente. Eran los favoritos y salvo una desgracia estaba claro que era fácil que se alzasen con el triunfo. A diferencia de otros años en los que el ganador era toda una incógnita, este año parecía todo muy claro y todas las quinielas apuntaban a que Drunken Buddha serían los ganadores.

Se habían clasificado para la final en la Semifinal de Piedras Blancas, la que sin duda fue la más dura y la que más calidad reunió. Cualquiera de las cuatro bandas que actuaron en aquella semifinal celebrada el 17 de mayo era merecedora de estar en la final. Aquella tarde “los Buddhas” compartieron escenario con Ochobre, La Morgue y Unexpectance, todos ellos muy buenos grupos en sus respectivos estilos. Me consta que no todas las semifinales estuvieron a tal altura. Las tres formaciones se vieron fuera por tener la mala suerte de coincidir con la banda gijonesa. 


Y es que el quinteto hardrockero ha irrumpido en la escena asturiana y estatal de forma contundente. Ganadores el año pasado del Oviedo Rock este mismo año fueron vencedores de la W:O:A Metal Battle, lo cual les llevó a Wacken donde quedaron clasificados en tercera posición entre bandas de un total de 30 países. Tras romperlo en el Unirock llegaron a la final de FestiAMAS más que rodados y evidentemente con una confianza y un saber estar sobre el escenario que el resto de participantes no pudieron demostrar.


Drunken Buddha se presentó en el escenario de La Losa de Oviedo con la lección bien aprendida. El repertorio que interpretaron fue exactamente el mismo de Wacken. Si allí había funcionado por lógica aquí también debería de ser así. Jugaron sin riesgos “a asegurar como los Scorpions” que dijo su vocalista Michael Arthur Long. Hubo un par de diferencias. La primera estuvo en el bajista, pues en la mágica noche alemana estuvo el Crudo Luis Melero -que esta vez se encontraba entre el público- y ahora ya figura en el puesto como miembro de pleno derecho Fran Fidalgo, conocido universalmente por haber sido durante mil años el bajista original de Avalanch. La segunda en la posición en el escenario, pues los teclados de Mario Herrero estaban a la derecha -el hombre que a los teclados marca la diferencia- , dejando a Diego Riesgo, el guitarrista, la parte situada a nuestra izquierda. Una imagen quizás más natural aunque quizás Jon Lord pensase lo contrario.


Con estas arrancaron con “Can’t Hold your Gaze”, que fue continuada con la machacona “Monster” que tanto nos gusta para despeinarnos a placer. “Coming Home" fue la tercera. Para entonces el vocalista ya se había bajado de las tablas y nos había regalado un buen repertorio de suertes de escenario. La diferencia entre Michael Arthur Long y el resto es que este no se corta. Y no lo hace porque lo vive, porque él es así. Ha nacido para ello y eso se nota y se desprende desde el escenario. Es un cantante como los de antes. Cuando le ves no dices “qué bien lo hace”, dices “quiero ser como tú”. Así ha de ser un cantante de rock. Lo tienes o no lo tienes, eso no se compra, no se aprende en ningún lugar. El “Medicine” precedió a la despedida con “Strangers & Fools”, un tema “para mover el culín”. Así lo hicimos los parroquianos que nos lo pasamos genial, aunque creo que ellos se lo pasaron aún mejor.


Con esta han sido cinco las veces que he visto a Drunken Buddha en los últimos 7 meses. A cada cual mejor, siendo sin duda la más especial la de Wacken, aunque la del Unirock fue la mejor. Cada día me gustan más y ojalá nos duren mucho. Porque por grupos como ellos es por lo que hacemos Diario de un Metalhead. Son bandas así las que nos motivan y las que nos hacen creer en que no todo está perdido. Y que por lo menos el rock dure en el planeta lo que vamos a durar nosotros. No podríamos vivir sin ello.


Gracies collacios y enhorabuena por ganar otra vez. Sois grandes en el escenario. Sois enormes fuera de él.

No hay dos sin tres. Se veía venir. El rock es así. Se toca como se ensaya. Se actúa como se vive. 

Long live rock n’ roll.

Set-list:
1. Can’t Hold your Gaze
2. Monster
3. Coming Home
4. Medicine Men
5. Strangers & Fools


N. de R.: No hablamos en esta crónica del resto de bandas. Hay una sencilla explicación, esta es una página de heavy metal y hard rock. No es nuestro rollo y, sinceramente, tampoco sabríamos analizar las actuaciones de unos estilos que se encuentran a años luz no ya de nuestros gustos, si no de nuestro modo de vida.  Eso sí, queremos poner como excepción a Saraude, a quienes no teníamos el gusto de conocer. Si quieren pasarse ya saben desde anoche, que les mandamos un mensaje, que están invitados.

© Diario de un Metalhead 2019.

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