📷 Vagos Metal Fest.
Empezamos la segunda jornada de nuevo con bastante calor, aunque con menos que el año pasado, poco pero algo menos.
Además las tres primeras noches fueron bastante húmedas, con un rocío constante que al menos sirvió para poner a raya a los temidos mosquitos de la Quinta do Ega, que son los seres más criminales que he conocido hasta el momento en cuanto a chupasangres se refiere. Solo los sufrimos el último día, el domingo, que volvió un clima más seco al anochecer e hizo que salieran todos, esa tarde y esa noche, con pistola… la madre que los parió. Un día más no corrimos para entrar, lo tomamos con calma haciendo la clásica previa en los bares de la cercanía, donde ya empezamos a ser un poco de casa, y es que esos detalles también son parte importante en los festivales.
Entramos para ver el final de los portugueses Karbonsoul, una banda que se define como Death Doom, pero que suena a death melódico técnico sueco al uso. Buena banda que hizo un show muy decente, tanto en sonido como en puesta en escena, donde el grupo deja todo el peso teatral a su cantante Muffy, su vocalista femenina que domina unos guturales increíbles, y donde el resto de la banda hace lo que tiene que hacer, acompañarla con calidad y una buena base rítmica. El sonido estuvo a la altura de lo que vimos el día anterior, con lo que empezamos a pensar que no fue casualidad lo vivido el jueves,
![]() |
Karbonsoul |
Acto seguido salían a escena los también lusos Hills Have Eyes, banda de metalcore que ya llevan un tiempo empezando a tener un nombre en la península ibérica, actuando en grandes festivales y haciendo giras constantes. El público que empezaba a entrar en mayor medida no estuvo tan activo como en otros conciertos, y es que en lo que tengo visto estos dos años, el tipo de asistente medio de este festival suele gustar de géneros más extremos que el de los de Setubal. A mí me pasa un poco lo mismo, este metal que tiende tanto al “moderneo” en sus coros y estribillos no acaba de engancharme en absoluto. Sonaron bien, bastante potente, pero las guitarras no me gustan, son sonidos muy artificiales donde las afinaciones me resultan muy de juguete, muy de ordenador, creo que esa falta de crudeza hace que no acabe de gustarme este estilo, entre otras cosas como las que comenté antes. De todas maneras buen concierto, buenas tablas en el escenario y mucha actitud por parte de esta banda que ya lleva tiempo pateándose las carreteras y que tienen todo mis respeto.
Llegaba la hora señalada para que una banda de nuestro país nos pateara el culo como siempre hace, y me refiero a Angelus Apátrida. Tercera vez que los iba a ver este verano y nueva exhibición de los de Albacete, que arrasaron con todo y pusieron patas arriba al público del VMF. Se me acaban los adjetivos para analizar sus conciertos, y habiendo hecho otra crónica hace poco tiempo poco más se puede decir. Fue un concierto más corto de lo habitual, de unos cuarenta y cinco minutos, con lo que el setlist quedó muy justito para saciarse y no quedar con ganas de más, pero todo lo que tocaron estuvo por el sitio, y a una caña descomunal, como siempre. Como ya está dicho todo sobre la calidad de Guille, Davish, Jose y Victor hoy quiero detenerme en el quinto “Beatle”, su técnico de sonido Juanan. Ya es hora de reconocer a este grande como uno de los mejores técnicos del país en cuanto a metal se refiere. Ya son muchos bolos los que he disfrutado con él a los mandos, y siempre sale victorioso, aunque haya adversidades, como fue el caso, donde tuvo que lidiar con algún tipo de problema, pero donde al final dio todo igual porque el show fue estratosférico en cuanto a sonido se refiere. Me está viniendo a la mente el concierto de Sound of Silence de este último Resu, donde Gus (otro grande) no pudo llegar para hacer su labor y fue sustituido por Juanan, en lo que se convirtió en uno de los mejores conciertos de ese fin de semana con un sonido que nos dejó a todos acojonados, al igual que hizo en el mismo festival con Anal Hard. Un diez para Juanan que además es una persona de las que mola haber conocido en este mundillo.
![]() |
Angelus Apatrida |
De nuevo me enfrentaba al igual que con Angelus a otra banda que vi al principio de verano en el Z! Live, Rhapsody of fire, la “Frankenstein band” montada por Alex Staropoli, teclista original de Rhapsody. Voy a copiar palabra por palabra lo que ya puse en Zamora, así que quien haya leído esa crónica puede saltarse esto. No lo hago por vagancia, pero es que el resultado fue el mismo exactamente. Menos público que en Zamora, activo en partes del pit donde había más fans de la banda y disfrutando sobre todo en los temas icónicos de la banda:
“El resultado no fue malo, pero tampoco fue un gran momento para el recuerdo, salvo que fueras un fan incondicional, de los que había muchos y que se vio que disfrutaron como locos, e hicieron bien, me alegro siempre que la gente disfruta con sus bandas fetiche. La banda suena bien y potente, pero abusa de los pregrabados y de infinidad de pistas de relleno, y eso ya es una cosa que como norma general me echa un poco para atrás a la hora de disfrutar a una banda. Por otro lado Giacomo Voli es un pedazo de cantante como la copa de un pino, se adapta y se apropia de las voces de Rhapsody a la perfección y eso implica sumar muchos puntos como poco. La banda cumple con creces, y el setlist creo que estuvo bastante bien escogido para la hora escasa de actuación de la que dispusieron, ahora, no sé si es cosa de ellos o cosa mía que ya no tengo veinte años, pero no consiguen engancharme, veo un show muy frío, nada que ver con aquellos años 2000 con la banda real en plenitud. Sea como fuere volver a disfrutar en directo de Down of victory y de Emerald Sword bien merecieron el experimento; esa sonrisilla consiguieron sacármela y honestamente lo agradezco.” Pues eso.
![]() |
Rhapsody of Fire |
Cambio de tercio total con la llegada al escenario de los norteamericanos Dying Fetus, una de las bandas de death metal más en forma del mundo. Simplemente arrasaron, y siguiendo la línea del festival el sonido fue increíble, atravesando con sus riffs y su base rítmica a la gran cantidad de público asistente. Los de John Gallagher arrancaron la motosierra y la dejaron a toda potencia durante una hora. La base rítmica de Beasley al bajo y sobre todo las baterías de Trey Williams son una auténtica salvajada, no se puede decir más al respecto. Sonido crudo pero limpio y reconocible en todo momento, y un recorrido a gran parte de su extensa discografía, que satisfizo con creces a un respetable que puso el pit de vuelta y media, y donde si no tenías máscara no te quedaba más que comer polvo a raudales. No son para nada el estilo de death que más me convence, pues siempre tiendo más al melódico, pero pocas bandas del género tan crudas como Dying Fetus son capaces de gustarme como lo hacen ellos en directo. Espero poder encontrármelos por cuarta vez cuanto antes mejor; estos grupos que sabes que son sinónimo de bolazo son un rara avis que hay que disfrutar siempre que se pueda sin dudar.
Nuevo giro de tuerca, cambiábamos de localización al escenario principal, y arrancaba la banda portuguesa más internacional, los Moonspell de Fernando Ribeiro. Una banda que durante treinta años ha mantenido una formación sólida a excepción del bajista, que lleva “solo” veinte años en el grupo, en lo que es uno de los ejemplos de unidad más consolidados del mundo del metal. Les había perdido un poco la pista, y una vez sabía que iba a verles le di una review a su discografía y me quedé alucinado, que manera de cambiar del gothic al black y viceversa a lo largo de estos treinta años. Pues bien, ni que decir tiene que el concierto tuvo un sabor especial, la comunión con el público fue espectacular, como no podía ser de otra manera tratándose de la banda más importante del metal extremo del país luso, pero es que además tuvieron un sonido excelso. Como llevo diciendo toda la crónica el equipo del que disponían en el festival era suficiente para que una buena banda pudiera lucirse, y vaya si lo hicieron. Hora y media de actuación en la que dieron un repaso a todas sus etapas, tocando temas de casi todos sus discos, y una enorme demostración de estado de forma y de solidez que era lo que se podía esperar de una banda tan profesional como la portuguesa; por algo Century Media apostó por ellos tan pronto cuando todavía eran unos chavalitos, y es que cuando se tienen las cosas tan claras no te para nadie. El sonido de nuevo fue poderoso en las guitarras y en la base rítmica, las atmósferas de Pedro Paixao evocadoras, y la voz de Fernando absolutamente perfecta tanto en su modo melódica en los temas góticos como en sus guturales para las partes más black. Se podía distinguir cada detalle y cada acorde de las distintas composiciones de la banda, y por primera vez en el festival el público disfrutó más de la melodía y de la música coral que de los pogos en el moshpit. Una auténtica delicia.
![]() |
Warbringer |
Había que terminar la jornada y nada mejor que con un poco de buen thrash metal, que siempre alegra el ánimo y amansa a las fieras para que duerman bien a gusto y descansen como bebés. Era el turno de Warbringer, grupo californiano que conozco desde hace muchísimos años y que tuvimos la suerte de ver en una sala en Oviedo en 2011 gracias a nuestros amigos de Thrashway, promotora que tantas alegrías nos dio en esa época. Estos no son el caso de Gamma Bomb del día anterior, estos tienen la rabia por bandera, tienen mucha calidad y además tienen ese rollo de la nueva ola del thrash del que fueron abanderados con grupos como Havok o los mismísimos Angelus. El concierto fue divertido, sonando como debe, sin los alardes de Destruction pero como una maquina engrasada dispuesta a partir cuellos. El público que aguantó, que fue bastante más que la noche anterior, aprovechó para gastar los últimos cartuchos de energía y se lo pasó en grande, y es que como digo siempre no hay nada más divertido que un concierto de buen thrash metal si lo que quieres es bailar, saltar y acabar hecho una braga. Un final notable para otra gran jornada en lo musical, y es que de momento la nota del festival en función de sus actuaciones estaba siendo sobresaliente en estas dos jornadas. Con esto nos fuimos a reponer fuerzas en los buenos puestos de comida del festival y a descansar, que todavía quedaban dos jornadas y el verano se estaba haciendo muy largo.
Volveremos con el sábado!!!!
© Diario de un Metalhead 2025.
No hay comentarios:
Publicar un comentario