📝 Alejandro "Rochu".
📷 Vagos Metal Fest.
Mi cuarto festival grande del verano (más Iron Maiden en Lisboa) y no había descanso ni tregua, a pesar de todo lo que estaba rodeando a un verano nada fácil para mí. Segunda edición consecutiva de Diario de un metalhead en el Vagos Metal Fest, y de nuevo tengo la misión de narraros lo que allí sucedió.
Lo primero que hubo fue una llegada accidentada, pues tuve una avería seria en mi furgoneta que no me permitió llegar en las mejores condiciones, pero que por lo menos me permitió poder disfrutar del evento, antes de enviar en grúa el lunes la “Rochuneta” de vuelta para tierras astures, una vez finalizó el festival.
Una vez pude acomodarme allí y pasar el bajón por el golpe económico que va a suponer la reparación, me puse en modo festival y decidí pasar página para disfrutar del gran cartel que volvía a ofrecer un año más el VMF. Este año eran cuatro días con grandes nombres, más que otros años, y que demuestran que el festival sigue en auge y con garantías de seguir esta línea en el futuro. La prueba es que la afluencia se incrementó seriamente, con algo más de 20.000 personas entre los cuatro días que duró el festival.
![]() |
Hochiminh |
Entramos para ver en primer lugar a Hochiminh, una banda portuguesa que navega en estilos del metal cercanos al nu metal y el industrial. Una banda con casi veinticinco años de trayectoria, y que ha sufrido cambios en los últimos tiempos en su formación. El concierto fue divertido y además tuvo un gran sonido, me sorprendieron gratamente, a pesar de no hacer un estilo de música que se acerque mucho a lo que me pueda gustar más dentro del metal. Muy buena puesta en escena y una banda que se ve trabajada y que no sale al escenario a cumplir con el expediente. Se notaba que jugaban en casa, y tuvieron un gran apoyo del público, que poco a poco iba entrando al recinto y le iba poniendo color al festival. Un festival que por norma suele tener gran cantidad de gente que se toma la licencia de ir con disfraces y complementos que convierten los mosh pit de cada concierto en una pequeña gran fiesta.
Cambiamos de escenario y de nuevo nos encontramos con otra banda que jugaba en casa y también con un cuarto de siglo de trayectoria, los Bleeding Display. En este caso los sonidos se iban a un brutal death técnico, y de nuevo nos vimos delante de una banda bien trabajada, con grandes músicos y con un sonido contundente y bien definido. Gran sabor de boca el que nos dejaron estas dos bandas, y que hicieron su labor perfectamente caldeando el ambiente. Estaba siendo sorprendente el inicio de festival a nivel sonoro, y se intuía que los equipos del que disponían ambos escenarios eran de primer nivel y se agradece, pues a veces yendo a festivales del mismo o mayor formato no se suele ver ese cuidado con algo tan importante y básico en un festival como disponer de un buen equipo que permita a las bandas dar lo mejor de sí mismos sobre las tablas. A estas alturas la polvareda en los pogos ya era tremenda, y era buena señal, porque la gente se lo estaba pasando en grande y eso que era solo el principio, porque lo que se nos venía encima a continuación iba a ser memorable.
![]() |
Candlemass |
Comenzaba la traca del día con los suecos Candlemass, banda referencia del Doom europeo y que siempre se caracterizó por investigar y jugar con distintas voces que le dieran una vuelta de tuerca al género. Se presentaban con su formación más carismática, liderada por el bajista y fundador Leif Edling, acompañado por los músicos que más han estado en la banda (casi toda la trayectoria a pesar de los innumerables cambios de formación que hubo en ciertos momentos), y su cantante original, Johan Langqvist, que a pesar de estar solo un año en la banda en los inicios decidió volver en 2018, y ahí sigue, dando muestras ya más que de sobra que esto no fue una decisión flor de un día. El concierto fue simplemente apoteósico, ya he podido verles en sala y festival en unas tres ocasiones, pero lo de esta vez fue para enmarcar. Una vez más el sonido estaba perfectamente equilibrado, pero además la potencia de las guitarras y la base rítmica atravesaba todo lo que tocaba. Las voces eran maravillosas, y es que Johan a sus 62 años ha sabido adaptar esas voces de barítono perfectamente a las exigencias de la edad y de su instrumento. Solo puedo decir que estuvimos en trance durante toda la actuación, y no era para menos; es realmente impresionante cuando se consigue transmitir tanto con ritmos tan primitivos y tan “sencillos”. Las guitarras de Lars y Mats estuvieron compenetradas perfectamente y con un equilibrio que hacía que se entendiera todo a la perfección sin perder ni un ápice de crudeza en las distorsiones. Con esto ya iban tres conciertos seguidos con muy buen sonido, en este caso sobremanera, pero esto no iba a terminar ahí. Como era de esperar y como vienen haciendo habitualmente el setlist estuvo basado en la discografía de sus inicios.
Cambio de escenario y otra banda esperadísima por la audiencia, otro de los múltiples bombazos de este cartel de 2025, los alemanes Destruction. La banda formada por el siempre polémico Schmier y por Mike Sifringer, que terminó abandonando la banda después del covid sin que se dieran muchas explicaciones al respecto, se presentaba en Portugal con la seguridad de que iban a dar un bolo salvaje como solo ellos saben hacer, pero como siempre con la duda de si Schmier estaría de humor o tendría uno de esos días “complicados”. Al principio hablé brevemente con una de las acompañantes de la banda y le pregunté directamente, “está hoy de humor??”, su gesto me dejó claro que estaba protestón como poco…a ver que salía de todo esto… Arrancaba el show y se acabaron los temores, iban a por todas. Un setlist de quince canciones donde once fueron clásicos de la banda de los inicios, velocidad a raudales y rabia para repartir. Durante los primeros temas el sonido era demoledor pero se echaba de menos un poco de fuerza de la rítmica de Martin Furia, y eso era un ligero “pero”, porque estaba claro que si solucionaban eso el concierto iba a ser demencial. A Schmier se le veía cómodo e incluso más de lo que le he visto nunca, y no es decir poco. Pues nada a esto que llega Tormentor y de golpe la guitarra rítmica empieza a sonar y pasó lo que tenía que pasar, el puto apocalipsis. Hacía tiempo que no oía sonar a una banda de thrash de esta manera, que violencia, que calidad, sonando todo con una perfección absoluta y con una velocidad que parecía que estábamos en los años 80 y 90; que tomen nota los que dicen que las bandas con el tiempo es normal que bajen el ritmo y bla, bla… Una auténtica exhibición, y con esta llevábamos ya cuatro actuaciones perfectas de sonido; pocas veces o nunca había escuchado algo así en un festival, donde es tan difícil dar en la tecla del sonido. Seguirían con el nivel los siguientes??
![]() |
P.O.D. |
Llegaba el turno de otra banda enorme, nunca fueron de mi gusto pero nadie puede negar su influencia en el metal de los años 90 y 2000, hablo de los norteamericanos P.O.D. Tenía muchas ganas de verlos por primera vez y ver si su fama estaba sujetada por mimbres reales o si vivían de las rentas generadas en sus buenos tiempos, donde consiguieron evolucionar de su rap metal, hacia terrenos del nu metal y del metal alternativo con un gran éxito de público. Pues bien, no puedo decir que hayan conseguido que me gusten, pero les faltó el canto de un duro. Conciertazo increíble, un grupo donde todo estaba perfectamente medido, tanto a nivel musical como en cuanto al show. Músicos haciendo todo prácticamente perfecto, una iluminación sorprendente, y un frontman, Sandoval, que es una auténtica maquina en el escenario. Tuvimos delante a una estrella de esto, como cuando tienes a cualquiera de los mitos de la época del estilo que les representa. Su manejo del público, su manera de moverse por el escenario, la perfección vocal; hay músicos que tienen aura, y que se distinguen rápidamente varios niveles por encima del resto, y este es uno de los casos. Por si fuera poco conseguimos empalmar el quinto concierto seguido con un sonido espectacular, y esto ya sí que daba para récord. Lo que vivimos del tirón con Candlemass, Destruction y P.O.D a nivel de sonido será difícil de olvidar, pues en más de 25 años de festivales creo que nunca jamás tuve la suerte de que tres conciertos consecutivos sonaran de esa manera. De verdad, no lo recuerdo y no estoy exagerando, los que me conocéis o me leéis sabéis que soy muy crítico en este tema y que es prácticamente imposible que yo esté contando lo que estoy contando.
Seguíamos la jornada con unos viejos “conocidos”, los irlandeses Gama Bomb, que volvían al Vagos, y a los que tuvimos la suerte de conocer en el OBF en Oviedo, que son buena gente y siempre se agradece volver a saludarlos. Hasta ahí lo bueno de volver a verlos, lo siento, pero es así. No es que terminaran la racha de buen sonido y buenos conciertos, es que el nivel se hundió por completo. Vale que su thrash desenfadado no trata de meter contundencia u otros parámetros que manejan otras bandas como por ejemplo Destruction, pero es que hay unos mínimos que creo que hay que respetar. No solo el sonido fue pobre, sino que los propios músicos parecía que estaban ahí por estar. Las guitarras sonaban como de juguete, la voz que hace unos años era cercana a otras del estilo crossover thrash de la nueva ola ahora suena como una comedia de sí mismos. No sé si fueron tan decepcionantes o si pagaron los platos rotos por tocar después de tres conciertos tan enormes, pero sea como fuere el público se desconectó y acusó ese bajón de nivel notoriamente.
![]() |
Gama Bomb |
Terminamos la jornada con los franceses Sublime Cadaveric Descomposition, banda histórica del death-goregrind, con treinta años de trayectoria y muchos kilómetros de carretera a sus espaldas. No me gusta nada este estilo, cero, pero reconozco que sonaron bien, y que al menos levantaron el ánimo al poco público que se quedó después de la actuación de Gamma Bomb. La gente afín al estilo se lo pasó bien y aprovechó para soltar la poca energía que le quedaba después de este primer día de Vagos Metal Fest, un festival que sigue siendo cómodo, bien organizado, y que la verdad que al igual que el año pasado no entendemos que con todos estos condicionantes y estos cartelazos tenga solo una media de unos 4000 o 5000 personas por día.
¡Seguimos con el Viernes!
No hay comentarios:
Publicar un comentario