domingo, 21 de marzo de 2021

Los fans se la sudamos.


Por Larry Runner.

Cuanto más viejo más te das cuenta de las cosas, es normal. Detalles que antes pasabas por alto, hoy en día los pillas al vuelo. Por el contrario, algunas historias que pensabas eran indispensables en tu vida pasan a ser totalmente prescindibles y te dices “para el que no quiere nada mío tengo yo mucho”. La música forma parte de mi vida desde bien jovencito y, evidentemente, no es una excepción en la vida. Pasa como con todo. 

Recuerdo el terrible disgusto que me llevé en su momento cuando me enteré de la expulsión de Víctor García y Alberto Ardines de Avalanch. Detrás fueron Iván Blanco y Rober García -inocentes ellos-,  no lo vieron venir. Aquello me afectó.

A mi mente viene aquel primer concierto en el que vi por entonces a Avalanch -aún con Iván y Rober en sus filas- en Lugones, de donde me fui disgustado. Salí con ganas de llorar, pensando en que mi banda favorita se había hecho el harakiri. Aquello también me dejó tocado.

Pero no solo me acuerdo de lo malo. Recuerdo la felicidad al escuchar el primer disco de Warcry, el segundo, y pensar que Rionda nos había hecho un favor a todos. También rememoro lo mucho que me gustó “Los Poetas han Muerto” escuchado mil veces y a día de hoy figurando en la estantería en un montón de distintas ediciones. Al final pensé que habíamos salido ganando. Ya no hay nada que viva tan intensamente para mi desgracia; que sienta tan profundo...

Hace unos años vimos como aquellos Avalanch que habían luchado con uñas y dientes por ofrecer un nuevo legado también se iban. Tras “Malefic Time: Apocalypse” todo se caía de nuevo por la alcantarilla. ¿Disgusto? Ya ninguno, lo veía venir. El año pasado me pasó con Warcry. Bajaban el telón y ahí os quedáis.

Y es que en el mundo de la música, como en todo en la vida, cada uno va a la suya. Cada uno busca el beneficio propio, porque es humano. Que algún fan se disguste por alguna acción en el seno de un grupo es su problema. Nadie te obliga a engancharte a una banda;  tú mismo eres el que te haces ese “daño”. Pero eso también es humano.

Y uno se dice, ¿qué derecho tenemos los fans a pedir que un artista siga un camino u otro? Pues te diré yo la respuesta: NINGUNO. Aunque bien es verdad que ellos deberían pensar alguna vez un poco en nosotros, solo un poco, porque sus actos son suyos, pero afectan a otros.

Tú pagas una entrada o un disco y recibes algo a cambio. Oferta y demanda, todos contentos. No busques más allá. Si tú te flipas con esa banda y luego desaparece por cualquier movida interna es tu problema, no vayas con exigencias cuando no hay derecho ninguno. Es así, los músicos son libres y no tienen que rendirte cuenta alguna. O sí, porque cuando alguien con su música pretende llegar a lo más profundo de tu corazón igual debería respetarte al menos un poquito.

Lo malo es cuando se las dan de guais y quieren quedar bien con la gente a base de palabrería barata, que es lo que ves cuando se les llena la boca diciendo que si los fans son lo más importante y todo eso. Sí que son lo más importante, es evidente, porque los fans de una banda son los que la hacen crecer y ganar dinero. Son imprescindibles. Pero, ¿realmente te importan? Pues no. En realidad no.

Da igual que una banda haya vendido miles o millones de discos. Que sean amados y admirados. Cuando ellos quieran todo se habrá acabado y no hay derecho a reclamación. Ahí te quedas, jodido y triste, y ellos no pensarán en tí en ningún momento. Y eso que no son pocos los que se dejan la piel por ellos y discuten en las redes sociales defendiéndoles como si les fuera la vida en ello o fueran su familia. Últimamente algunos hasta se atreven a insultar a los fans, -recuerda todo lo que dijo Sherpa de todos los que no comparten sus ideas políticas-. No se cortó en soltar su mierda sin pensar en que muchos de aquellos de los que hablaba somos los que le hemos dado de comer toda su puta vida.

Y es que es así con todas las bandas, no solo con las que cito, que son simplemente un ejemplo cercano. Todas son iguales, por mucho que te cuenten. No te creas una palabra, no te dejes engañar. Cuando haga falta mandar a la mierda cualquier historia, lo harán y no tendrán en cuenta sentimientos ni sensibilidades de nadie. Irán a lo suyo y la humildad de aquellos comienzos en los que pedían tu apoyo quedará en el olvido.

Por eso te digo, que la próxima vez tengas cuidado con abrir tu corazón. Y es que por duro que te parezca, a los músicos los fans se la sudamos.

© Diario de un Metalhead 2021. 

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Larry, has dado en el punto centro de la Diana, no a todos,, pero si a la mayoría de los rock stars, por decirlo de alguna manera, los fans les importamos un pepino, lo que manda es el dinero, yo tan solo te puedo decir, siempre fui, soy y seré fan del único tipo,, que para mí siempre será el personaje más auténtico que parió el rock n roll, el señor lemmy kilmister, el día que murió lemmy,, para mí se acabó el mundo, a mis 53 años,, como tú decía se puede tener 40 años y vestir una camiseta de los motor,,, cada vez quedamos menos,,, pero auténticos, mucho más que muchos rock stars,,,, saludos desde pto de vega

Javo dijo...

Dios de mi vida!!, parece que abriste mi mente y expresaste sabiamente lo que yo no he podido sacar: el sentirme defraudado por la banda de mis amores.
Cuando escuche a Avalanch por primera vez fue con el Ángel Caído, en el aquel lejano Octubre de 2002, a mis 16 añitos, con ese disco me enamore de la banda y fue un parte aguas en mi corta vida, con gran ilusión conseguí el poco material que se había editado hasta esa fecha, había encontrado un nuevo motivo para seguir adelante (cabe mencionar que no me refugie en drogas o alcohol como la mayoría de mis contemporáneos, yo preferí desahogar mis frustraciones y sin sabores a través del heavy).
Avalanch tendrá un lugar especial en mi corazón, ya que evolucione así como ellos, tome otros caminos y encontré nuevos amores.
Gracias por tu nota Larry, esta, junto con la titulada "AVALANCH: DIEZ AÑOS DE "EL ANGEL CAÍDO" son mis favoritas.
saludos desde México!