jueves, 5 de septiembre de 2019

TSUNAMI XIXÓN. 2-3.08.2019. Crónica y fotos. Parte 2 de 2.


Por Jorge López Novales y Julia Martínez Lombó.

El sábado retomamos el festival. En esta segunda jornada, al ser sábado Julia y yo nos podíamos tomar las cosas con más calma y llegar con un mejor margen a las inmediaciones de La Laboral. Innecesario. Parecía que muchos se habían tomado las cosas con misma calma para hacer lo contrario. Pudimos aparcar aún más cerca. 

En este día los conciertos arrancaban en el escenario Jagermusic. En líneas generales era como si el día grande del festival hubiera tenido lugar el viernes, sin desmerecer a las bandas del sábado. 

El arranque fue con el grupo indie (así se autodefinen) asturiano Sylvain Woolf. Han quedado segundos en VII Concurso Locales de Ensayo “COMA 2019” además de ganar el Premio, incluido en el Coma, Especial “Tsunami”, que les ha permitido participar en el festival. ¿Indie? Pues la verdad es que me pareció interesante, creía estar ante una propuesta más bien rock que sonaba muy bien, puede que me estuviera dando fuerte el sol.

Eran las cuatro de la tarde y estábamos un escenario “secundario”, mala combinación. La pena es que hubiera poca gente, aunque es cierto que la banda estuvo bien arropada por los suyos.

False Heads

Tras finalizar éste fue el momento de empezar con el primer concierto del Escenario Principal con los ingleses False Heads. Estos jóvenes se encontraron con poco público, circunstancia que no dejó que les amedrentase. En su facebook dice que practican Meth Rock Snot Pop… no tengo ni puñetera idea de qué es eso. Lo único que puedo decir al respecto, es que lo vi entero sin sentirme incómodo. Y eso que sufrieron algún problema técnico: cuando había tocado cuatro temas Jake, el bajista, tuvo un problema (rotura?) con su cuerda grave, algo que obligó a parar el show. La organización le facilitó otro instrumento mientras reajustaban el suyo. Hay que decir que desde ese momento el bajo comenzó a oírse mucho mejor, con lo cual es posible que los problemas técnicos con el instrumento estuviesen ya desde el comienzo de la actuación.

Lo dieron todo, incluso el vocalista hizo crow surfing, no fue muy lejos con tan poco personal. Pensaba que se iba a escoñar. A mí, personalmente, me dijeron más en la recta final de su concierto, sobre todo cuando tocaron un tema del disco que está por venir. En ese momento ganaron en contundencia y hubo movimiento entre los presentes. Luke instó al público a realizar los primeros circle pìt de la tarde y el primer wall of death de festival (ya era hora). Puede que fueran las 5 de la tarde, pero ¿dónde está la gente? Aún así se firmó sol-dout por segunda jornada consecutiva en el festival.

Venturi

Los madrileños Venturi nos hacían regresar a la antigua cancha deportiva. Un trío que se acerca más al indie se presentaba en el escenario Jagermusic con su primer trabajo discográfico, “Mi estúpida opinión”. Hay que destacar que cuentan con dos cantantes-guitarrista-batería, me explico. Comenzaron su intervención con Lucas Olazabal en la guitarra y Jonás Batuecas en la batería, para, llegado el ecuador de su set list intercambiar posiciones. 

A pesar de que la organización estaba avisando de una contingencia, un cambio de escenario y de grupo, en sus redes sociales y mediante carteles, no fue hasta que me avisó Julia de un cambio en el festival. Se adelantaba la hora de El Altar de Holocausto (EADH), ya que por un problema de vuelos, No Fun At all, no llegaban a la hora prevista. Así, estas bandas intercambiaban horarios y emplazamiento. Así que EADH iba a tocar en el escenario principal Mahou. Con el aviso, salí corriendo a tomar posiciones. En teoría con este cambio se presentaba a El Altar como el gran damnificado. ¿Damnificado? Quizá hubiera sido más impactante la ceremonia al atardecer pero el escenario grande les vino muy bien, en uno pequeño el público se habría perdido muchos detalles. La homilía fue oficiada por cuatro músicos (son uno más desde la grabación de su último trabajo).

El Altar de Holocausto

Curiosamente, tenían a mano una lona gigante con su logo, que no hubiera sido posible instalar en el escenario Jäggermusic. Así que podría decirse que estaban preparados para todo. Creo que los que no estábamos preparados para algo tan bestial éramos nosotros. Desde la estudiada puesta en escena, hasta un repertorio que no dejó a nadie impasible. ¿Puede arrastrar un grupo instrumental de PostRock Instrumental / Doom PostMetal tan arriba al público? Comenzaron su show empleando el "Lacrimosa" y "Dies Irae" del "Requiem" de Mozart como introducción, muy adecuado para la ceremonia que estábamos a punto de presenciar, y llegaron a firmar, ahora sí, un wall of death como no había visto en mucho tiempo.

El Altar de Holocausto

“Hermanos, ahora vuestras almas nos pertenecen” dijo el batería casi al final. Y para refrendar el contrato arrojaron merch al público. Desde un parche gigante firmado por la banda, púas, pegatinas, camisetas, cd´s… Se desató la locura. Después de ver esto, no dudo que ganarán nuevos acólitos. El crecimiento del Altar del Holocausto no tiene techo.

Tras el Altar, y pese a que ya empezábamos a necesitar un pequeño descanso, era el turno de Side  Chick, un grupo que se autodefinen como garaje glam al que Julia tenía especial curiosidad por ver. Este trío barcelonés, encabezado por Maïa Vidal y Scarlett se completa con el batería velezolano Eduardo Benatar, mostró una propuesta en la que aúnan punk rock con el glam que ya visibilizan en las vestimentas de las chicas, que están completamente compenetradas hasta el punto de realizar pequeñas coreografías en alguno de los temas. Sin duda un concierto muy divertido.

Side Chick

Cuando terminó la actuación de Side Chick nos tocó correr al escenario principal pues ya oíamos los primeros acordes de La Maravillosa Orquesta del Alcohol. Cuando llegamos al patio central vimos cómo estaba lleno, imposible acercarnos a las primeras filas. El septeto burgalés había atraído numeroso público, que, como ya había ocurrido el viernes con Carolina Durante, mostraba una notable diferencia con el que coreaba al resto de bandas. Una actuación que, aunque alejada de gustos personales, nos pareció interesante donde el punk-rock se fusiona con sonidos country o folk al contar entre sus filas con instrumentos no muy habituales (saxo, mandolina, banjo, clarinete, acordeón…).

Como adelantamos, el problema con el vuelo llevó a No fun at all al escenario Jäggermusic, escenario que contaba con un menor espacio para el público que abarrotaba la explanada. NFAA llegaban desde Suecia para desatar la locura en Gijón, con un repertorio que superaba los quince temas, en lo que ya era la recta final de esta edición del Tsunami.

Berri Txarrak

Los vascos Berri Txarrak empezaron uno de sus conciertos de esta gira de despedida, Ikusi Arte, como un grupo que empieza y quiere comerse el mundo. Llevan desde 1994 y casi mil conciertos a sus espaldas, y han podido planear con bastante antelación, esta última gira como regalo a sus acérrimos. Estaba claro que mucha gente se había desplazado exclusivamente para verlos a ellos y se hicieron notar coreando cada una de sus canciones y dejándose llevar. Impresionante el despliegue de luces para la ocasión. Se emplearon unas tarimas para dar mayor visibilidad a los músicos. Sentía mucha curiosidad por saber cómo se desenvolvían en directo y con un sabor agridulce por saber que estábamos ante algo que pronto será irrepetible.

Como incidente menor… alguno creyó que era gracioso tirar hielos y vasos al foso donde en ese momento estaba la gente de seguridad trabajando (más de ocho efectivos, creo que ya preveían la locura que podía llegar a desatarse). No llegó a  “incidente”… Hay que pensar que por muy pequeños que fuesen sería la excusa perfecta para los que miran con lupa para pedir el destierro del festival de los terrenos de La Laboral.

Berri Txarrak

Cabe destacar la intervención de David de La MODA para interpretar “Lemak Aingurak”. Hay que señalar que ya en el concierto de éstos Gorka Urbizu, vocalista y guitarra de Berri Txarrak, había subido al escenario para intervenir en el tema “PRMVR”.

Estoy seguro de que si hubieran tirado una púa/baqueta hacia mí, el público me habría pasado por encima.

Kaiser Chiefs presentaron su último trabajo “Duck” en un concierto que, con celebración de cumpleaños incluida y una tarta para su batería Vijay Mistry, fue in crescendo donde no faltaron temas del repertorio más conocido por sus seguidores. Banda que no encajaba muy bien en la propuesta del festival, algo que ya habíamos presenciado con Carolina Durante o LA M.O.D.A.
En el escenario secundario se presentaban tras los de Leeds Los Bengala, un dúo maño de rock and roll de gran potencia.

Los encargados de poner el punto final al festival de 2019 serían NOFX, una de las grandes referencias del punk rock, que ofrecerían un concierto repleto de temas clásicos, aunque con demasiados parones y chistes de Fat Mike y nuevos quebradores para los encargados de la seguridad.
Las mesas con merch estaban a la entrada. Pocas veces vi esa zona despejada, además ayudaba bastante el poder pagar con tarjeta de crédito artículos de cualquiera de las bandas que actuasen ese día.


¿Inconvenientes? Los habituales en los grandes eventos. Colas en los baños, quejas con la comida. También encontramos gente que tenía dudas con el tema del horario de las firmas pero toda la información estaba en las redes sociales. Lo cierto es que en ese sentido, los datos de la página web del festival eran bastante completos (mapas, normas, horarios de transporte…). En este segundo día no se acumularon las larguísimas colas en los puntos de alimentación, algo muy criticado en la primera jornada, ya que la organización permitió la entrada con comida y fueron muchos los que recurrieron a llevar su propia cena.

Agradecer a la organización del Tsunami, que recordemos es el mismo equipo que está tras el Resurrection Fest, su atención. Una nueva edición está en marcha.

© Diario de un Metalhead 2019.


No hay comentarios: