martes, 25 de noviembre de 2025

LION ROCK FEST 2025: Crónica.

📝 Julia Mª Martínez-Lombó Testa,
📷
📝 Jorge López Novales.

El pasado sábado 8 de noviembre nos estrenábamos en el festival leonés Lion Rock Fest. 


Cuando apenas eran las 17:35 h de la tarde, la organización abrió puertas y pudimos acreditarnos. En ese momento accedimos al inmenso recinto que acogía el festival: el Palacio de Exposiciones de León. Fue constante el goteo de público que se iba acercando al escenario Mahou, donde daría comienzo el festival con la británica Chez Kane, el mismo emplazamiento en el que veríamos al cabeza de cartel, Pretty Maids, la concesión heavy metal con tintes melódicos del festival.

En lo referente a la organización y disposición del festival, nada malo podemos decir. Si queremos buscar un poco las cosquillas —y esto ya siendo algo muy personal y que, para ser honestos, sería hasta extraño en un festival—, eché en falta la posibilidad de tomarte un café. Recordemos que estamos hablando de un festival de otoño, en una ciudad en la que el frío ya comenzaba a notarse. Repito: es algo muy personal, fruto de la predilección más por el café que por la cerveza. Sería un tema a tener en cuenta, que ya vamos teniendo una edad los que acudimos a festivales.

Dicho esto, el recinto no estaba en absoluto frío; todo eran ventajas.

Según entras al Palacio de Exposiciones encuentras una amplia zona en la que estaban los puestos de merch, de cambio de moneda, una primera zona de barra (ojo al añadido del stand de Ribera del Duero y sus vinos) y los puestos de comida. Todo ello con una zona con abundantes mesas, bancos, etc., donde poder hacer un alto y cenar tranquilamente (todo lo tranquilamente que permite un festival en el que no hay descanso entre bandas, pero de esto ya hablaremos).

Algo que este año agradecí especialmente fue que había una pequeña zona de gradas en el centro de uno de los laterales y una especie de “bancos” que recorrían todo el entorno. A juzgar por lo concurridos y disputados que estaban, no fui la única en opinar que esto es un gran punto positivo. Los escenarios estaban enfrentados, con la suficiente distancia como para que no se solaparan sonidos entre ambos. El aforo era muy amplio y, aunque estuvo muy, muy concurrido, era necesario desplazarse de un punto a otro en cada actuación.

Paranoias personales aparte, la organización, especialmente en las cuestiones de horarios, fue impecable.

Cuando el reloj apenas marcaba las 18:29 nos dieron la bienvenida a la ciudad y al festival. El encargado de esas presentaciones sería Jason Cenador, del equipo de Mariskal Rock, quien, sin enrollarse en absoluto, nos acompañaría toda la noche dando entrada a cada una de las sucesivas bandas.

Chez Kane

Arrancamos con Chez Kane. A las 18:30 h la banda ya estaba en el escenario. Fue enchufarse y comenzar la música; no había tiempo que perder. En los sesenta minutos que duró su actuación, nos regalaron once temas que desgranarían algunas de las canciones que formarán parte de su próximo disco. Arrancaron con “Too Late for Love”, con un recinto que comenzaba a llenarse sin pausa. Su sonido fue limpio y contundente desde los primeros acordes. Tras “All of It”, Chez nos presentó a la banda, para continuar con “I Just Want You”, “Nationwide” y “Ball n’ Chain”. Sin duda, “Better Than Love” entusiasmó al público, pero nada comparado con lo que vimos en “Reckless”, donde la cantante se colgó la guitarra.

Chez Kane

Aquí debemos hacer un apunte relativo a los fotógrafos. Todos sabemos que, de forma más o menos generalizada, tienen acceso al foso los dos o tres primeros temas de cada actuación, y cuando a lo largo del show hay cualquier evento han de ingeniárselas para poder registrarlo desde el público… en el mejor de los casos. Pues bien: para mí, Chez Kane tuvieron un detalle al conceder los dos temas iniciales, pero también al dar acceso a todos en “Reckless”, pudiendo así fotografiar a la vocalista con la guitarra.

Chez Kane

El sonido más seco de la batería marcaría el inicio de este tema, con el que nos dirigían hacia el tramo final, donde “Love Gone Wild”, “Get It On”, “Rocket on the Radio” y “Powerzone” llevaron el show por todo lo alto, convirtiéndose en un arranque inmejorable y dejando el listón muy alto para lo que vendría después.

Eran las 19:29 cuando sonaba el último acorde. Cuando la banda se posicionaba para hacer la fotografía de fin de show, ya comenzaba a sonar en el otro escenario Care of Night. Lo de que el festival no hizo concesión alguna en horarios en ningún momento de la noche va muy en serio.

Care of Night

Nos íbamos al escenario León, que inauguraban los suecos Care of Night. No sé si fue fruto de que el sonido en este escenario no era tan limpio y brillante como en el principal, pero creo que el público no llegó a conectar del todo con la propuesta de Schönberg y compañía. Comenzaron con “Love Equals War”, para enlazar con “Contact” y “Tonight”. Llegaría el momento de dirigirse al público, con el intento del bajista (Niklas Svensson) de lanzarse con el castellano. El vocalista animaba constantemente al público. Era la primera vez de la banda en nuestro país y fueron de menos a más. Su rock melódico ochentero, con esa mezcla de AOR y progresivo, quedaría patente en “Street Runner” y “Hit”, tal vez el tema que más destacó dentro de su set.

Care of Night

Doce temas nos dejarían los suecos, que no me entusiasmaron: fueron correctos, y así lo vimos en las ejecuciones de “Those Words”, “Half of My Heart” o “Your Perfection”, pero no lograron enganchar al público hasta el tramo final, que iniciarían con “Stay with Me”. “Melanie” ya dejó ver que gustaba, pero sería “Cassandra” el gran éxito de la noche, más que el final con “Heart Belong”. No sé si fue el sonido, el hecho de presentarse tras Chez Kane o que simplemente no lograron conectar con el público, pero la sensación fue un poco amarga, sensación que, por otra parte, comparto.

Eran las 20:30 cuando salían al escenario uno de los platos fuertes del festival: Steelheart. La banda nació en 1990 y este 8 de noviembre llegaban por primera vez a España, uno de los datos que nos recordaba la organización en la entrevista que concedieron a Larry para Diario de un Metalhead. Regresábamos al escenario principal y el buen sonido estaba garantizado. Tal vez con los americanos la línea de batería estaba demasiado presente, algo que no dejaba disfrutar del todo del sonido compacto de la banda.

Steelheart

Primeros acordes y se lanzan con “Blood Pollution”, con un pequeño fallo en el sonido de guitarra mediante. Parece que el problema se va solucionando poco a poco y “Livin’ the Life” va sonando mejor. ¿Os suenan estos temas? Seguro que a más de uno sí, y si habéis visto la película Rockstar los reconoceréis sin mucha dificultad, igual que “Stand Up”. Matijevic, a sus casi 61 años, no tiene problema y sigue explotando el falsete vocal. Su propuesta de heavy metal glam americano estaba gustando, y así lo mostraron con “My Dirty Girl”, “Gimme Gimme” y “Cabernet” —donde pudimos escuchar grandes solos de batería, bajo y guitarra—, pero sobre todo con “She’s Gone”, la balada que encandiló a todos.

Steelheart

Poco nos quedaba de su set. “Everybody Loves Eileen” (transformada en “Everybody Loves Lion”) haría que el vocalista se sumase a la sección instrumental con la guitarra acústica. Para terminar, “I’ll Never Let You Go” y “We All Die Young”, tema que cerraría un concierto —tal y como diríamos en musicología— de forma cíclica, pues nos devolvería al principio, al film Rockstar. Fueron, sin duda, uno de los grupos más esperados del festival, a juzgar por la respuesta del público.

Esta vez tuvimos un par de minutos de respiro, pues los americanos terminarían cuatro minutos antes del horario previsto. Nuevo cambio de escenario y llegábamos a los representantes locales y, a la postre, nacionales.

Be For You

Los leoneses Be For You regresaban al Lion Rock con su propuesta de rock progresivo. Me gustaron bastante, tal vez más que cuando los vi hace casi un año en Ponferrada. Una pena que fuese este precisamente el momento en el que la inmensa mayoría del público hiciese un alto en el festival para acudir a la zona de restauración, y es que esta quedaba, para entendernos, casi por detrás del escenario. Esto hizo que el quinteto no disfrutase del mismo público que el resto de bandas: fue inmolarse.

Además, ya varias decenas de personas decidieron escuchar a los leoneses desde el escenario principal, bien cerquita de la valla para no perder posiciones a la espera del cabeza de cartel.

Pese a esto, los asistentes vimos a una banda entregada y entusiasmada, con mucha experiencia (casi veinte años llevan en los escenarios).

Be For You

El hecho de estar atendiendo a la organización del festival (vimos cómo Ángel A. Díez, vocalista de la banda, era el encargado de grabar la apertura de puertas) no les pasó factura en absoluto, y nos dejaron un set impecable. Tras la intro de Tron Legacy, arrancaban con “Nothing Lasts Forever” y “The Lesson”. Be For You juegan en casa. Quienes han aprovechado para ir a cenar —algo, por otra parte, comprensible cuando estamos en el ecuador del festival y lo que resta nadie quiere perderlo— y se apuran en ello, pronto regresan para escucharles. Si en el primer show en el Escenario León hablábamos de un sonido notablemente peor que en el principal, con Be For You la película ha cambiado. Disfrutan de un buen sonido que hace que las guitarras puedan lucirse y que la voz de Ángel suene perfectamente. Tienen en contra el punto álgido en el que Steelheart han dejado el listón, pero saben cómo hacerle frente y no se amilanan; así se muestran en “Those Sundays Are Gone”, “Foreigner” o “Light”. Para entonces el aforo se ha recuperado en cierta medida y vemos cómo se corean “This Distance Between Us”, “Phoenix” y “Shadow of Me”. Llegaba la recta final, donde “Love and Compassion” y “The Things I Never Told You” dejaron poco sin decir.

Con la presentación del cabeza de cartel llegó también el recordatorio y agradecimiento a todos aquellos que este verano lucharon contra el fuego en los diversos incendios que arrasaron la provincia. Vaya para todos nuestro agradecimiento.

Pretty Maids

A las 21:45 suena la intro mientras va entrando la banda. Un audio sinfónico de tintes futuristas. Se me hizo algo larga, pero aquí yo ya estaba que no podía más; en breve os dejaré con Jorge para que os cuente todo, pues yo tuve que rendirme y regresar a casa.

Hasta entonces, pude disfrutar del hard & heavy de los daneses en su cita española nueve años después de la anterior.

Entran los músicos de uno en uno y arrancan con “Mother of All Lies”, un gran corte para empezar, pese a que en este comienzo el sonido no era del todo bueno y las pistas de batería y teclado estaban notablemente elevadas sobre la voz. Enlazan con “Kingmaker”, comenzando paulatinamente a mejorar el balance de voces. Ya en “Hell on High Heels” pudimos disfrutar plenamente de una banda compacta y potente. Comenzaba a sonar O Fortuna, del Carmina Burana de C. Orff, y llega “Back to Back”; se avecinaba un set lleno de los grandes éxitos de los daneses. Y hasta aquí mi primer paso por el Lion Rock Fest. Gracias a la organización y a los compis de medios; qué gusto volver a estar por aquí. Mar, la próxima más y mejor, gracias. Para terminar, un GRACIAS a Jorge L. Novales, que una vez más estaba ahí para venir al rescate y asumir fotos y crónica de lo que restaba de noche. Os dejo con Mr. Novales: quedáis en muy buenas manos.

Pretty Maids

El público respondía a cada uno de los acordes de la banda, y “Pandemonium”, “INVU” y “Serpentine” reflejaron el entusiasmo y coalición entre los músicos y quienes coreaban cada tema. Nada que objetar a la interpretación de “Please Don’t Leave Me”, el tema más emotivo de la noche y que Ronnie dedicó a la memoria de John Sykes, quien crease el tema. Tal vez este fuese el clímax del concierto, pues con él arrancaba la traca final: “Rodeo”, “Little Drops of Heaven”, “Future World” y “Love Games”.

Jason Cenador anunció la penúltima banda de la noche: los fineses Shiraz Lane. Diario de un Metalhead registró su visita a Asturias de 2017. Es evidente que la banda sigue creciendo; ya de aquella lo contaba Larry. Jason apuntó que la banda tendría un mayor reconocimiento en el futuro.

Siguen apuntando maneras, pero de momento no están encaramados en lo alto de los line-up de los festivales; calidad no les falta. Espero que no se queden como eternas jóvenes promesas.

Como era de esperar —por desgracia—, hubo una notable desbandada de público tras el concierto de los cabezas de cartel. No fue de golpe, pero sí poco a poco veíamos cómo se reducía el público a pie de escenario.

Shiraz Lane

¿Qué nos trae Shiraz Lane? Hard rock con un enfoque más “moderno”, un pequeño cambio de tercio que no nos desvía del leitmotiv del festival y que nos golpeó con fuerza. Fueron desplegando sus himnos: “Plastic Heart”, “Stone Cold Lover”, “Broken into Pieces”… Fue el primer bloque de los temas.

Kett mostró ser un frontman formidable, a pesar de que sus compañeros —como el bajista Joel Ales— se disputaban el escenario con él. Instrumentalmente, sobresalientes. “Keep It Alive”, “Come Alive” y “Tidal Wave” continuaban un set donde la balada “Live a Little More” nos dio un pequeño descanso. Disfruté sobremanera del sonido del guitarrista de su dupla.

Shiraz Lane

La luz no nos jugó una mala pasada a los fotógrafos, como sí lo hizo la omnipresente luz roja envuelta en tiniebla de Care of Night. “Do You”, “Dangerous” y “Harder to Breathe” anunciaban un final que remataban con “To the Moon & Back”.

Volví al escenario principal. Ya era la 1 de la mañana.

Remedy salió con todo para cerrar el Lion Rock Fest. Se adelantó la batería en el escenario principal, lo que nos dejó a los músicos al pie de escenario. Salieron con muchas ganas. Se los notó muy cómodos. Con apenas dos discos muy recomendables en tres años han dado mucho de qué hablar. Últimamente se han dejado caer con alguna fecha por España.

Remedy

Un último chute de energía que arrancó con “Living on the Edge”, ese peso pesado que en videoclip muestra el colegueo dentro de la banda y que trasladan al escenario. Un colegueo que captaron bien las cámaras presentes y que continuó con “Marilyn” y el trallazo “Sin of Me”.

Los suecos arremetieron con un rock melódico/hard rock que encajaba y daba un cierre redondo al despliegue sónico de esta noche. “Sundays at Nine”, “I Wanna Have It All” y “Scream in Silence” nos dejan un sonido más pesado. “Angelina” rompe con esta línea, igual que “Thunder in the Dark”. “My Devil Within” y “Crying Heart” nos preparaban para la despedida de la banda y, por ende, del Lion Rock 2025, que llegó con “Moon Has the Night”.

Remedy

¿Cuántas vueltas habría dado para tener en mi poder fotos de estas siete bandas (aunque tengo más presente a Be For You)? ¿Hace cuánto que no voy a un festival —que no sea internacional— en el que me encuentre con bandas que no haya visto más de una vez?

Estamos ante un festival exigente, en cuanto a mantener el nivel de estos años. Lion Rock Fest nos va a deparar, a buen seguro, sorpresas agradables en años venideros.

No hace falta felicitar al festival; son los números los que hablarán por sí solos.

Es más complicado encontrar festivales en los que no haya uniformidad de estilos.

Nos vemos el año que viene.

© Diario de un Metalhead 2025.

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