Por Larry Runner.
"Stress" es el segundo álbum de TRANKIMACHINE, formación albaceteña de la que aún no habrás escuchado hablar demasiado. Y es que a pesar de que comenzaron su andadura en 2014, los cambios de formación hicieron que no se centraran hasta mucho más tarde.
En 2017 debutan con el homónimo "Trankimachine", pero no acaban de girar ni salir de eso que ahora llaman zona de confort. Ahora vuelven con "Stress" y esperamos que lo puedan presentar, aunque ya sabemos todos como están las cosas.
El cuarteto se mueve entre el Hard Rock y el Heavy Metal y tengo que decir que "Stress" no es un disco que haya entrado a la primera en mi cabeza. Suerte para ellos que el día que le metí mano me lo bajé al coche y no me llevé otro conmigo. Eso hizo que le diera unas cuantas escuchas en una mañana de kilómetros y que al final les fuera pillando el punto.
Y es que el grupo no tiene un estilo definido y eso quizás pueda jugar en contra a la hora de enganchare a su música. "To Fall and Rise Again" abre hardrockera para ser continuada con "Trankimachine (Stress)", totalmente distinta con un riff a lo Judas Priest. Así se las gastan los señores.
"Run for your life" llega para despistarme aún más. Tiene un riff que bien podría haber parido Mick Mars. Sencillo y efectivo en un tema en el que no me convencen las líneas vocales que se marca Santiago Barbero, vocalista del grupo. La verdad que el hombre no lo tiene fácil, teniendo que ajustarse casi en cada canción a un nuevo estilo a un sonido distinto. Eso dificulta su labor, que además no suele ir acompañada de demasiados coros y tampoco se le ha arropado como es casi norma hoy en día, sonando quizás a veces un tanto desnuda en la producción. Lo mismo me ocurre con la balada "Last Time", que las líneas vocales no siempre me convencen. "Bad Boys go to Hell", nos devuelve al Hard Rock y es aquí quizás donde más cómodo se encuentre el cantante, con además un estribillo fácil y pegadizo.
"Lost Roads" me lleva a los 90, recordándome a Pearl Jam, salvando las distancias, obviamente. Es aquí donde veo a la banda crecer y donde más me gustan. Quizás tirar por ese camino no les viniera mal. Es además un estilo en el que pocos se atreven en España, y cantando en inglés, quizás por ahí pudieran llamar la atención incluso fuera de aquí. Aquí sí que Santiago me convence al micro, estallando en el estribillo donde la guitarra acompaña subiendo enteros el disco con esta canción, que es sin duda una de las joyas de este "Stress".
"Odyssey About the Five Bravely Brave Warriors Versus The One Eyed Ragging Cyclops" me gusta tanto como odio su larguísimo título. Es muy Heavy Metal en línea NWOBHM. Evidentemente es una de mis favoritas.
Cierran con "To Leave The Stress Behind" una buena balada, llena de sentimiento donde tiran hasta de acústicas para acabar brillantemente un disco que gana con el transcurrir de las escuchas y con el paso de los temas. Un álbum que va de menos a más.
Quizás no tenga este "Stress" el mejor sonido del mundo, pero no diré que sea un fallo ni mucho menos, al contrario, suenan honestos, reales, casi como si hubiesen grabado en vivo, sin artificios, de verdad. Lo cual agradezco cansado de tanto sonido bombástico que nos invade. Que no digo yo que sea a veces necesario, según el estilo, pero en el caso de Trankimachine no les hace ninguna falta.
Hoy en día, acostumbrados a tantos retoques digitales casi extraña encontrarte discos así. Mi aplauso desde aquí para ellos por sonar a música de verdad. Me encanta además el equilibrio entre los instrumentos, sonando todo excelentemente nivelado, la voz también, sin que nadie se coma al compañero y puedas percibir absolutamente todo. Su paisano Yone Martínez (Octoplatypus) en sus Saffron Estudios es el responsable. Mis aplausos.
Creo que el grupo ha de intentar buscar su sonido propio. Esto está bien, pero no les da. Demasiadas ideas y muchas ganas, pero han de centrarse en un estilo y tirar por esa línea. Eso les hará crecer y es lo que necesitan, para que cuando saquen su tercer disco, cuando uno vaya y se lo encuentre en una tienda, piense en comprárselo y no en pillar la enésima reedición de la leyenda de turno.
La ilustración de la portada es de Enrike Valiente y tengo que decir que me encanta, aunque quizás despiste por lo del punkarra. Algunos intentan hacer este tipo de portadas con tantos detalles y lo que consiguen al final es una chabacanada de cojones. No es este el caso, con la portada además siendo protagonista del video-lyric de "To fall and rise again", donde cobra vida. Mi aplauso para el artista.
2. Trankimachine (Stress) (5:56)
3. Run for your life (4:48)
4. Last time (5:52)
5. Bad boys go to hell (3:55)
6. Lost roads (5:22)
7. Odyssey about the five bravely brave warrior versus the one-eyed ragging cyclops (4:29)
Santiago Barbero - Voz
Felipe Sahuquillo - Guitarra
Miguel A. Rueda - Guitarra
Francisco Muñoz - Batería
© Diario de un Metalhead 2021.
1 comentario:
Se agradecen esas lineas de mención al sonido que es precisamente lo que se busca en Saffron.
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