martes, 7 de febrero de 2012

THE LAST VEGAS. Gijón. The Monkey. 05.02.2012. Crónica y fotos


Texto: Larry Runner
Fotos: Josefina Azabarte

Estamos a comienzos de año, aún en el mes de febrero y ya he visto en directo una banda que dificilmente pueda ser superada por ninguna otra en lo que queda de 2012, que es mucho. Podrán superarles en virtuosismo, podrán superarles en canciones míticas, en trayectoria, en medios, en aspectos visuales, pero en actitud, The Las Vegas son invencibles.


Una vez más, fue una pena ver que entre el casi centenar de asistentes a su concierto del The Monkey gijonés la presencia de músicos del rockerío asturiano era casi nula. Quizás es que no tienen nada que aprender. Es difícil justificar la no asistencia un domingo por la tarde, acabando como iba a acabar el concierto a las diez de la noche, y con una entrada a precio de risa. Luego alguno se vendrá quejando de que la gente no acude a sus conciertos. Si yo fuera el promotor de este concierto jamás iría a ninguno.

Allá cada uno con su conciencia, pero, la verdad, tras disfrutar de una banda de este calibre, me doy cuenta de que aquí nos conformamos con muy poco. No es que los de Illinois puedan pasar por la piedra a todas las bandas de nuestra Asturias Patria Querida. Es que pasan por encima de todas las bandas del estilo de este país.

Observándolos te das cuenta de que han nacido para ello. Transpiran y transmiten el rock desde lo más hondo de sus venas y tienen a un frontman a la altura de los más grandes del genero, que nada tiene que envidiar a otros ya triunfadores y famosos como Josh Todd (Buckcherry) o Jacoby Shaddix (Papa Roach). Lo único que les falta para llegar a ese nivel es un poco de suerte. Todo lo demás lo tienen. Quizás hasta ahora les faltaba alguna canción de éxito. Algo muy pegadizo. Pero eso ya lo tienen. Cualquier tema del nuevo último trabajo “Other Side” serviría.


Un Ampeg, grande como una nevera guardaba la espalda de Danny Smash, bajista de la banda, que ataviado con un sombrero, daba la alternativa en los gritos a Chad Cherry. Sendos Marshalls colocados estratégicamente a ambos lados de la batería, dotaban de un buen aspecto visual al minúsculo emplazamiento. El escaso espacio no fue óbice para que la banda no parara de moverse. A falta de escenario suficiente Chad Cherry abandonó en repetidas ocasiones las tablas para mezclarse con el público y caldear el ambiente.

Se notaba que la mayoría de la concurrencia no era demasiada conocedora de los discos anteriores de la banda. Las iniciales “Whatever Gets You Off” y “Raw Dog” fueron recibidas con frialdad. Pero muchos si se sabían las del nuevo EP que distribuye a nivel mundial Century Media. Así que cuando tocaron “Other Side”, que fue la tercera de su repertorio, el público comenzó a desperezarse.


Los guitarrazos de Adam Arling y John Wator nos encendían, y las cabezas de las primeras filas se agitaban. Los temas nos hacían sentir emociones capaces de transportarnos al verano californiano como con “Loose Lips”, a pesar de que estábamos en Gijón y hacía un frío intenso. “Evil Eyes” y el cover de David Bowie “It Ain’t Easy” encendieron definitivamente el ambiente, con un Chad Cherry pletórico, que sabe como emplear todos los recursos de su voz a la perfección, que cambia de tono con facilidad según las exigencias de cada canción. Solo hubo momento en el que se viera un poco forzado al líder, fue con “My Way Forever”. Las agudas lineas de voz del corte le hicieron pasar algún apuro, aunque supo salir del entuerto con elegancia y en ningún momento cometió ningún fallo o pérdida de tono. Impresionante. Como también lo era fijarse en la parte de atrás y ver la violencia con la que Nate Arling maltrataba sus tambores.


Se despidieron igual que comenzaron, con un tema del último larga duración “Whatever Gets You Off” editado en 2009. Fue con “I’m Bad”. A diferencia de otros conciertos de este mismo tour, regresaron para ejecutar tres canciones más. “Love Me Bad” fue el corte final. Poco más de una hora de actuación.Puede parecer corto, pero que si lo comparamos por ejemplo con la última vez que vimos a Buckcherry, significa haber tocado casi veinte minutos más. De todas formas es lo habitual y lo esperable en este tipo de bandas.


Un privilegio verles tan de cerca. Una lástima que su próxima gira, que pronto comenzarán por toda Europa con una conocida banda sueca, no vaya a pasar en principio por nuestro país.

Si, fue una gran noche de sleazy (que no se entere Chad).

Agradecemos desde aquí a The Promouters sus atenciones para con Diario de un Metalhead y la oportunidad brindada para realizar la entrevista a Chad Cherry.

© Larry Runner 2012.