jueves, 17 de noviembre de 2011

PAUL DIANNO + EVERDREAM. Santander 01.11.11. Crónica y fotos


Texto y fotos: Larry Runner

Es difícil explicarlo para los que vivimos aquella época y aún será más difícil entenderlo para aquellos que no atesoran la suerte que yo tuve. Si no conociste a Iron Maiden en la época de Paul Dianno, si cuando les descubriste fue ya con Bruce Dickinson, jamás nos entenderás a los que disfrutamos de aquello en su momento y hoy en día seguimos prefiriendo “Killers” a “Seventh Son o a Seventh Son” o cualquier otro álbum posterior a la era Dianno.


Si no conociste a Paul Dianno en su época, y si nunca has investigado en su extensísima carrera desde que en 1984 editara el single “Heartuser” adelanto de su primer lp en solitario titulado “Dianno”, dificilmente entenderás el cúmulo de sensaciones que representa para los más veteranos un concierto del primer vocalista “oficial” de la banda de Harris.

Si acudes a un concierto del veterano frontman pensando en que te encontrarás al mozalbete que figura en las fotos de la doncella de los años 80 y 81, es que estás muy equivocado. No puedes esperar ver al Paul del “Live at the Rainbow”. Estamos en 2011, han pasado tres décadas. Si no solo comparas al Paul actual con aquel que tenía treinta años menos, sino que además lo haces con Bruce Dickinson, es que de verdad o eres demasiado joven, o no entiendes nada de nada. Mira a tu ombligo y piensa quien eras tu hace tres décadas si es que habías nacido.

No seré yo el que trate de convencer a nadie para que ahora se haga seguidor de Dianno, ni muchísimo menos. No seré yo quién juzgue los gustos de otros, aunque estoy seguro de que muchos de los que estén leyendo estas líneas, a estas alturas ya me estén juzgando a mi.

Si en su día no fuiste a comprar el “Fighting Back” cuando se puso a la venta, o los nombres de John Hurley o Pete West no te dicen nada, dificilmente te habrá gustado alguna vez un concierto del Dianno actual. Si no sabes en que disco viene “Children of Madness” puede que hasta te hayas aburrido acudiendo a uno de los diez conciertos de este inolvidable tour del que de no ser por razones laborales, no me habría perdido ni una sola fecha.

Pero para los que en su día disfrutamos de esos discos, y seguimos disfrutando de ellos con cada reedición o poniendo nuestros viejos vinilos, lo vivido el otro día en la Heaven DC de Santander quedará para siempre en nuestra memoria digan lo que digan los demás. No todos tenemos los mismos gustos y de aquella época, desgraciadamente, somos pocos ya los que acudimos a los conciertos. Pocos pero auténticos.

Ya sabemos que el estado físico de Paul Dianno a día de hoy es bastante lamentable. Está ya casi inútil de una pierna derecha que le tiene martirizado cuando se pasa un largo rato en pie. Hace años que necesita de la ayuda de un bastón para caminar y subirse a los escenarios no sería posible sin tener al lado el hombro de algún amigo. Si. Sabemos que no ha cuidado su salud jamás, pero cada uno con su cuerpo hace lo que le apetece y él mismo es lo suficientemente inteligente para saber que está pagando una vida de excesos en la que no han faltado todo tipo de sustancias y en la que el alcohol ha sido siempre y aún lo es hoy en día, parte de su dieta.


Pero todo eso no nos importa a los que como yo, somos fans suyos. Seguidores del que al fin y al cabo siempre será para nosotros el vocalista de la más grande banda de todos los tiempos. Si.  Porque aunque a algunos les pueda parecer extraño, somos muchos los que seguimos siendo fans de un tipo carismático como pocos haya habido en el mundo del Heavy Metal. Si. Yo soy uno de ellos y probablemente mi crónica no vaya a coincidir para nada con las de otros compañeros que se han acercado a ver al de Chingford (Norte de Londres). Si. Yo soy uno de esos fanáticos que acumula en casa discos suyos, en mi caso más de 80 referencias distintas de todas las épocas y proyectos en los que ha estado embarcado desde que fue expulsado por Rod Smallwood del seno de Iron Maiden.

Así que acudí raudo y veloz a la cita con el ídolo en Santander. Que al día siguiente hubiese que levantarse muy temprano para ir a trabajar, eran simples daños colaterales. No se podía dejar pasar la oportunidad de ver una vez más a Dianno. Dos horas de carretera para ir y otras dos para volver no podían ser impedimento.

Era día festivo y llegamos antes de tiempo a la cita. Así que pudimos observar el show íntegro de los bercianos Everdream que no lo hacen nada mal aunque su vocalista, Mercedes, no me llegó a convencer. Creo que abusa de los agudos. En algunas canciones en las que no utilizaba tanto los tonos más altos ganaba muchísimo. Pero hay cualidades, hay mimbres, y tienen buena pinta de cara al futuro. Les animo a que lo sigan intentando. Meterse una gira como esta tiene su mérito y se les agradece el esfuerzo.

Al igual que prácticamente todo el público allí congregado, no conocía ninguno de los temas, así que el grupo le echó coraje e incluso logró despertar un poco a la audiencia con unas versiones tan dispares como famosas: “Kickstart My Heart” de Mötley Crüe que terminó convirtiéndose en el “Hey Joe” de Hendrix y “Wherever I May Roam” de Metallica.


Una hora entera tuvimos que esperar entre el término de la actuación de la banda telonera y el comienzo del show de la estrella de la noche. No a qué se debió dicho retraso, pero a los que al día siguiente madrugábamos y aún nos quedaba un largo trayecto de regreso no nos hizo mucha gracia. Aunque todo se nos olvidó cuando vimos salir a los italianos Children of The Damned al escenario. Los de Ferrara son los habituales músicos que acompañan a Dianno siempre que visita nuestra geografía. Un par de minutos más tarde, y bajo la música de “The Godfather”, cruzaba la pista con ayuda, el ex-Maiden pues el camerino se encuentra justo en el extremo opuesto al escenario.

“Ides of March” sirvió de prólogo antes de arrancar con “Wrathchild”. “Prowler” fue la siguiente y los habituales ya sabíamos que no iba a haber sorpresas.

“Marshall Lokjaw” del “Murder One” aquel fantástico debut de su banda Killers, fue la siguiente y pudimos alucinar de lo bien que sonaban las veloces guitarras del combo Michelle - Carlo. No fue el único tema del disco que sonaría durante la noche.

Antes de que los ánimos de aquellos que solo habían ido por los temas de Maiden comenzaran a enfriarse, soltaron tres bombazos más: “Murders in the Rue Morgue” y “Strange World” seguida de “Charlotte The Harlot”. Estas dos sonaron curiosamente en el mismo orden que el álbum de debut de Iron Maiden.

“The Beast Arises”, que presentó como “un tema de Lady Gaga, dando muestras de su sentido del humor y que dedicó a su ex-mujer fue el segundo tema interpretado de “Murder One”. Una pena que no interpretasen esta vez “Impaler”, la canción que abría ese disco de 1992.

A medida que transcurría el tiempo, veíamos a un Paul muy cansado y que iba echándose la mano a la pierna cada vez con más asiduidad. “Children of Madness”, el único corte rescatado de su época Battlezone fue la siguiente.

Tras dos canciones completa y tristemente desconocidas para la mayoría de la audiencia, volvía la algarabía con la estupenda “Remember Tomorrow”, composición en la que comparte autoría con Steve Harris.

“A Song For You”, del “Menace to Society” de Killers, fue el último tema no de Maiden que sonó durante la noche. Tras ella llegó la traca final con “Killers”, “Phantom of the Opera” y “Running Free”. ¡Como clavaba Matteo las líneas de bajo!. ¡Como sonaba a Harris! No en vano lucía el mismo instrumento.

Observando el angustioso estado en el que Paul se encontraba por culpa de su rodilla, que no de voz o de actitud, no se hicieron rogar para el bis. Regresaron a las tablas con una “Transylvania” que sonó a música celestial para terminar con la habitual “Blitzkreig Bop” de los Ramones. Una hora y cinco minutos, con solo de batería incluido. Cortito. Pero los que le seguimos regularmente ya lo esperábamos. No engañó a nadie.

En definitiva, una velada solo apta para nostálgicos. Entiendo que a la gente que no vivió los años dorados del artista no le haya gustado. Pero a mi, al igual que a otros que disfrutaban de las canciones con los ojos cerrados, nos supo a gloria rememorar los tiempos gariteros de la mayor banda del planeta: Iron Maiden.

Alguno pensará en este momento que soy un lunático. A esos solo decirles que a día de hoy, cualquier recopilatorio o directo que edite el señor Dianno, vende hasta diez veces más que los grupos más exitosos de nuestro país en esto del metal. Es lo que hay.


Set-list:
Ides Of March
Wrathchild
Prowler
Marshall Lokjaw
Murders in the Rue Morgue
Strange World
Charlotte The Harlot
The Beast Arises
Children Of Madness
Remember Tomorrow
A Song For You
Killers
Phantom of the Opera
Runnigh Free

Bis:
Transylvania
Blitzkreig Bop

© Larry Runner 2011


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