Por Larry Runner.
Hay veces que echamos sapos y culebras contra la poca asistencia que experimentamos en los conciertos, pero, la verdad, a veces hay que disculpar el que la gente no acuda y que una velada rockera fracase. Y es que citas como la del pasado martes en La Antigua Estación nacen ya condenadas al más absoluto de los fracasos.
El artista, a pesar de su enorme valía, era desconocido para el gran público. El concierto era de martes, el peor día de la semana junto al miércoles para celebrar un concierto o cualquier otro evento que tenga que competir con la Champions League. Finalmente, la promoción del evento fue prácticamente nula. Nosotros, que estamos todo el día informándonos e informando de los conciertos que se celebran aquí y allá casi nos enteramos por accidente y no tuvimos en nuestro poder el cartel original hasta el día antes, no habiendo recibido en ningún momento no ya un comunicado de prensa, si no un humilde mensaje por facebook.
Acudimos a la cita rogando por no verla "en familia", y al final casi llegamos a la treintena los que disfrutamos del excelente directo del amigo de Izzy Stradlin. Un profesional acostumbrado a torear en plazas peores aún, que vive de, por y para su música y que gira por el mundo sin descanso disfrutando y haciendo disfrutar con lo que sabe hacer, que por cierto, lo hace muy bien.
No conozco en profundidad la obra de ADAM BOMB, pero si le conocía por referencias y hacía tiempo que quería verle en vivo. Hasta ahora no había podido ser, a pesar de que ya había visitado tierras asturianas. Me acerqué a La Antigua y tras esperar una eterna hora por su actuación, escuchando mierdas varias por el hilo musical, no me arrepentí en absoluto de lo tarde que llegué a casa y de sacrificar algo de mi ya de por si escaso sueño semanal.
A eso de las diez, una hora más tarde de digamos "lo anunciado" salía a escena el de Seattle, entre pirotecnia doméstica y sobre un tablado de La Antigua Estación con más color y luz que nunca.
Luces en la correa de su guitarra, en el pie de micro y sobre los amplificadores. Boas y demás atrezzo sleazy para un instrumentista excepcional, cuyo estilo nos muestra una mezcla de su paisano Hendrix con el mejor Eddie Van Halen de nuestras vidas. Resultado: un concierto lleno de tapping, riffs matadores y clásicos del rock, en el que el set-list intercalaba temas propios con versiones de grandes clásicos.
El "Antisocial" de los Trust fue el primero de esos clásicos con el que trató de espabilarnos . El tema que en su día popularizara Anthrax de manera universal nos sonó más a la versión de Los Suaves, aunque en inglés.
Si se atrevió a cantar en Castellano, aunque muy chapurreado, el "Siete Vidas" de Antonio Flores. Impresionante la versión rockera del ex-Steeler. También disfrutamos de una enorme versión del "Whole Lotta Rosie" de AC/DC y hasta del "New York New York". Pero el momento cumbre para mí fue la interpretación del "Eruption" continuado con el "You Really Got Me". Van Halen, que no The Kinks, en estado puro.
A pesar del poco público, y del frío ambiente que se transpiró durante toda la noche, aún nos obsequió con un bis. Fiesta final con el "Rock n' Roll" de Zeppelin y guitarra en llamas incluida.
Buen concierto.
© Larry Runner 2012
1 comentario:
Lo que tu dices, no se quien sería el responsable de traer a este señor por aquí pero vaya promoción ¡lamentable! Yo me enteré gracias John P. Maaaula un par de dias antes. En Gijón otro tanto de lo mismo, desconozco cuanta gente habrá ido porque no me animé, estaba muy cansado, supongo que sería parecido al de Oviedo. Me lo apunto para una próxima ocasión si se vuelve a presentar.
Saludos!
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