sábado, 10 de marzo de 2012

Crónica concierto Dream Theater + Periphery. Madrid, 25.02.2012


Por  Jose Ángel Ruiz

Muchísima gente a la entrada de Vistalegre, casi 25 minutos de cola para entrar a ver uno de los conciertos mas esperados por mi parte del año. Volvían los neoyorquinos después de su fugaz pero exitoso paso en Julio por Sonisphere para presentar su ultimo “A Dramatic Turn of Events”.

Antes les acompañaban Periphery, un grupo del que personalmente solo conocía su single “Icarus Alive!” y que en honor a la verdad, no merecían un puesto como el día 25. Un concierto soso, con mal sonido, muy embarullado y de una calidad muy inferior a la que podía haber puesto cualquier grupo de nuestro país, pero, desgraciadamente hay muchas veces que quien mandan son las discográficas y nos hacen tener que aguantar tostones como este. Una pena.


Centrándonos en lo realmente importante de la noche, la BSO de “Origen” daba la bienvenida a los asistentes, con el coso rozando el lleno, mientras las pantallas gigantes proyectaban a las famosas caricaturas de los músicos en un viaje tortuoso hasta la entrada del escenario. Ojalá salga en algún DVD o extra porque era francamente divertido.

La primera de la noche no podía ser mas acertada desde mi punto de vista: “Bridges in the Sky”. Directa y potente, para calentar los ánimos. Personalmente es la típica canción que no te engancha al principio pero luego… Se vio un gran Labrie, como siempre al principio de la noche, nada hacia presagiar lo que iba a pasar después.

Tras la primera sorpresa de la noche, “6:00” de su “Awake”. Labrie saludaba al público presentando el segundo single de su último álbum: “Build Me Up, Break Me Down”. Otro tema potentísimo y realmente coreado, cosa que no me esperaba, ya que no es de lo mejor del disco.


Antes comentaba que nadie podía pensar lo que iba a pasar con Labrie y en “Surrounded” ya nos empezaba a sorprender. Una canción tan sumamente complicada y especial para los fans de hace tiempo, cantada al dedillo, llegando a notas altas casi sin esfuerzo y dejando atrás problemas de tiempos anteriores. Este hecho, se acentuó mas si cabe en “The Root Of All Evil”, que tampoco es precisamente fácil y que me sorprendió tanto en ejecución como en su incursión dentro del set. La razón es sencilla, es un pedacito de alma que se dejo Portnoy en este grupo, su denominada “AA Saga”. Sinceramente no me esperaba ninguna de esta saga y si me apuráis ninguna de Mike, pero bueno, es de agradecer por ambas partes que podamos disfrutar de todas y cada una de las obras de Dream Theater, olvidando los problemas pasados y sin mirar si es de uno o es de otro, un 10 a ambas partes.

Tras un quizás, innecesario solo de batería/presentación de Mike Mangini (aunque estuvo bastante bien), Petrucci y compañía nos sorprendían con una pequeña joya escondida en el “When Dream And Day Unite”, “A Fortune in Lies”, gran tema que tuvo la mala suerte de ser cantado en un principio por Dominici y que tal vez por eso no tuvo la repercusión merecida.


Una de las tres grandes de la noche, al menos para mi, fue “Outcry”, que cerraba la primera parte del set. En entrevistas de presentación del disco, decían que estaba claramente orientada al directo y efectivamente así fue. Gran despliegue de imágenes en las pantallas sobre el conflicto vivido en el mundo árabe desde el año pasado y la gente entregada en una parte final sencillamente sublime.

Una de mis partes favoritas del concierto, aunque no fueron de las triunfadoras fue la parte acústica. Escenario vacío y solo John Petrucci y James Labrie en el centro, una guitarra acústica y dos canciones sentidas y muy bonitas.

“The Silent Man”, que volvía a un set, después de aquel bonus en “Scenes From New York” nos dejó un James enorme de nuevo y un John haciendo unos coros, que jamás, y lo digo bien alto, jamás, se le habían visto. Perfectos. La gente que estaba alrededor estaba muy sorprendida sabiendo los problemas que solía tener el guitarra.


La segunda parte sería para la que para mi es la gran tapada de “A Dramatic Turn Of Events”, “Beneath the Surface”, uniéndose ya en el escenario Jordan Rudess y Mike Mangini. Hicieron una interpretación dignísima de una canción complicada pero con una letra muy sentida. Mención importante a James de nuevo haciendo los tonos altos de la parte final estupendamente.

Llegaba la hora de “On The Backs of Angels”, canción que ya pudimos disfrutar en Julio en Getafe. Pero claro, ahora siendo el buque insignia del nuevo disco, quizás de las mas coreadas y cantadas por la gente, y con una gran parte instrumental final, que recuerda a “Pull Me Under”.

Por su complejidad fue la entrada para lo que quizás sea lo mejor de la noche: la dupla que forman “War Inside My Head” y “The Test That Stumped Them All” de “Six Degrees of Inner Turbulance”. Rápidas y muy cañeras para enfilar la parte final del concierto. Por cierto otro 10 para Labrie. (NdR: ¿Podremos disfrutar alguna vez en directo de Six Degrees of Inner Turbulance entero en directo? La gran asignatura pendiente de muchos…)


Poco se puede decir de la antepenúltima canción del set, cuando se quedan Jordan Rudess y John Petrucci en el escenario solos, indica el principio del single por excelencia, “The Spirit Carries On”. La verdad es que me encantaría decir mucho sobre ese tema, pero expresarlo con palabras es complicado. Simplemente hay que vivirlo y viendo la reacción del publico de Madrid, la única palabra que sale es EMOCIÓN. Precioso solo de Petrucci, que cada vez nos sorprende más si cabe.

La gran aportación al grupo y al disco de John Myung, se llama “Breaking All Illusions”, quizás la pieza maestra de “A Dramatic Turn of Events”. Una canción muy compleja, con partes muy técnicas, que si ya es una gozada disfrutar en disco, en directo ya no os digo. Mucha compenetración entre todos en el escenario y un Petrucci enorme, desplegando un feeling en la parte central impresionante.

Era la última de la noche. El concierto tocaba a su fin y el bis nos esperaba. La elegida esta vez en Madrid, era “Pull Me Under”, que poco podemos decir de ella que no hayamos dicho ya en los veinte años que tiene ya. Un gran Mangini y sobre todo, y perdón por repetirme, enorme James Labrie, que nos dio una lección en directo difícil de olvidar.

Tras los cinco minutos de aplausos de rigor, la grabación en el móvil de Jordan Rudess del publico y los saludos de la banda, se apagaban las luces del escenario. Del grupo apenas he hablado, porque la perfección (esta vez sí, incluyendo a Labrie) es lo que tiene, no hace falta explicarla. Quizás una especial mención a los efectos visuales tanto del escenario como de las pantallas gigantes poniendo imagen a todo significado de las canciones del set. Ahora solo toca esperar a que vuelvan a pasar por la península, esperemos más pronto que tarde. Ah! y que no se me olvide, pese a todo lo que pasó en estos últimos dos años… THE SPIRIT CARRIES ON.

© Larry Runner 2012

1 comentario:

La chica de los jazmines metalicos \m/ dijo...

Excelente crónica de mis amados Dream Theater!!Una pena no haber podido estar, pero a veces no se puede todo!!Y por supuesto, eso de hacerse solo el six dregrees.. a mi me daria un infarto ^^
Un saludo y gracias por la crónica!!
Sonia