martes, 5 de julio de 2011

AZKENA ROCK FEST 2011. Vitoria-Gasteiz. 23.06.2011. Crónica.


El pasado mes de febrero, Last Tour Internacional anunciaba las primeras confirmaciones para la Edición 10ª Aniversario del Azkena Rock Festival. Los nombres presentados me parecían realmente atractivos, así que esa misma semana me acerqué al Carrefour y me compré los tickets de Bono para los tres días. Al fin y al cabo, no sabía que más nombres se iban a confirmar, y en el peor de los casos la diferencia del precio de la entrada con respecto a la del bono tampoco era demasiada, teniendo en cuanta además que se anunciaba que nos iban a regalar un Welcome Pack que podía merecer la pena.

Una vez que teníamos los tickets en nuestro poder reservamos hotel, y al hacerlo con tanta premura encontramos uno a un precio no demasiado escandaloso y desde donde podíamos acudir caminando al festival. El Azkena, una vez más, pasaba a estar marcado en nuestro calendario.



Pasaron los meses y por fin llegó el 23 de Junio, y bien temprano partimos rumbo a la capital alavesa. El viaje transcurrió sin ningún incidente y se nos hizo hasta corto. Comida, siesta, ducha y rumbo al festival.

Al llegar al Recinto Mendizabala nos asustamos con las colas para poner la pulsera y para la entrada, pero en cosa de veinte minutos estábamos dentro, aunque se de buena tinta que otros no tuvieron la misma suerte. Ya en el recinto fuimos a la cola del Welcome Pack, pero una vez visto que se trataba de una bolsa con aspecto de “para pijo” y que su interior tampoco nos seducía, pasamos del regalo. Así que volvimos a guardar cola, la de cambiar nuestros euros por la moneda del festival, y luego a la siguiente y peor de todas, la de la barra. A estas alturas ya me como un ruso en la CCCP.

Entre mi entrada en el recinto y poder beber una cerveza que calmara mi sed, pasaron casi cuarenta minutos y eso que había renunciado a lo del Welcome Pack. Si bien las colas pueden ser entendibles, que nunca disculpables (debería haber habido mucha más gente poniendo pulseras en las horas punta, de 5 a 7) cuando más de 18.000 personas llegan de repente a un sitio, lo de las esperas en la barra no tiene perdón.

Hay que tener más gente atendiendo a los sedientos rockeros y debe haber algo más de variedad en las bebidas. Supongo que no fuese yo el único que pasó ganas de tomarse un Jack Daniels o un chupito de Jägermeister. A cambio solo había bebidas de lo más vulgar. Si querías un whisky solo tenías JB, si no te gustaba siempre podías pensar en el ron, pero solo había Cacique. En resumen: tarde - noche de San Miguel que pasaríamos frente al Escenario 1, el llamado Solomon Burke. Por tanto no nos importó demasiado que el programa de mano presentase horarios erróneos.


BLACK COUNTRY COMMUNION
Tres razones me llevaron al Azkena, y la principal de las tres era la de ver a la nueva banda de Glenn Hughes. Fue alucinante volver a disfrutar de Glenn en el escenario. La última vez que giró por nuestro país tuve la suerte de ser su runner en los bolos de Gijón, Madrid y Bilbao. Pasé muchas horas viajando por carretera con él y lo hablado en el coche para mí se queda o quizás, quién sabe, de para algún día escribir un libro. El caso es que fue una maravillosa sensación volver a verlo sobre las tablas y además observar su sensacional estado de forma, con una voz que para nada indica su edad. La “abuela” que diría el colega Juantxo, está que se sale.

Gozar además de su directo con una banda tan enorme alrededor es de ensueño. Joe Bonamasa ha entrado en el universo del rock fulgurantemente y su carrera avanza a pasos agigantados, tanto por sus discos en solitario como por sus colaboraciones y ahora con Black Country Communion se ha dado a conocer ya definitivamente a los pocos que aún no sabían de su existencia por llevar una carrera dedicada al blues y a los sonidos más clásicos y alejada de lo que se pudiese considerar heavy metal. Sus sutiles riffs inundaron el sonido de la banda.

A día de hoy y gracias a estar en BCC, no es raro ver a Bonamasa en revistas como Metal Hammer, cosa que hace un par de años era impensable.

Derek Sherinian es tan culo de mal asiento como bueno tras los teclados. Su historial es interminable e indica que no estamos hablando de un cualquiera: Dream Theater, Alice Cooper, Planet X, Kiss, Yngwie Malmsteeen, Billy Idol ... y ahora BCC. Impresionante, aunque en los tres primeros temas casi tuviésemos que intuir que estaba allí porque el sonido de sus teclados no nos llegaba.

Jason Bonham, no lo tuvo fácil al comienzo de su carrera. El apellido, como suele ocurrir en estos casos es un arma de doble filo. Te allana el camino para llegar a estar entre los grandes, pero el pedigrí lleva implícito que tienes que demostrar tus genes, y Jason con el paso de los años se ha convertido en un músico más que respetado. Ha sido el batería de Foreigner y UFO entre otras muchas aventuras. Además siempre ha sido un digno sustituto de su padre cuando ha habido reunión Zeppeliana.

Con estos mimbres, y habiendo escuchado mil veces el álbum de debut “Black Country Communion” y unas pocas el reciente “2”, sabíamos que el concierto iba a ser bueno sin duda.


Abrieron con la perfecta “Black Country”. La primera vez que la escuché sabía que era el tema ideal para abrir un concierto y no me sorprendieron. ¡Qué mejor que comenzar cantando un estribillo fácil! “I’m a Messenger, this is my Prophecy, I’m going back, to the Black Country” gritaba yo puño en alto excitado al tener a Glenn Hughes a escasos metros.

Continuaron con “One Last Soul” como en su disco de debut. Glenn Hughes seguía acaparando casi toda la atención mientras Bonamasa se quedaba hacia la parte de atrás del escenario. Normalmente son los bajistas los que dan el paso atrás. Los papeles estaban cambiados. Glenn es un huracán sobre el escenario y su presencia absorbe a cualquiera que se le ponga al lado. No hay más que ver el DVD de Deep Purple “California Jam ‘74”. Aquel día ... ¡Pobre Coverdale!

La larguísima “Save Me” fue la primera en sonar de su nuevo álbum “2” y llevó un momento de respiro al escenario. Fue en ese instante cuando me di cuenta de la diferencia tan grande que hay de ver una banda en un show propio a verla en un festival, donde a más de la mitad de la gente, hablando mal y pronto “se la sopla” lo que está sobre el escenario y se dedican a molestar a los que realmente están viendo el show con sus desagradables chillidos, haciendo fotos, etc. Cualquier cosa menos mirar hacia el artista, que es a lo que se supone que has ido.


No dejaba de ser curioso la indiferencia de algunos de los asistentes cuando veías en un lateral del escenario a Rob Zombie, y su guitarrista John 5, que disfrutaban del concierto en compañía del ex-Exodus y ex-Testament John Tempesta y el resto de los actuales The Cult que luego tenían que salir a escena y a estas alturas del show ya verían que lo de superar a BCC y quedar bien iba a ser tarea difícil.

A plena luz del día y con un escenario completamente desnudo estaban dando un conciertazo que ningún otro artista superaría en lo que quedaba de jornada.

No recuerdo cual fue el tema que terminó haciendo un guiño a "Won't Get Fooled Again" de The Who, el tema que ha popularizado la serie C.S.I. como banda sonora, el caso es que ahí os queda la anécdota.

Finalizaron con “Burn”, donde pudimos darnos cuenta de que la mayoría era la única que conocían. Espero que la lección de rock que dieron sobre el escenario haya hecho que muchos de los que desconocían a la banda se hayan convertido en nuevos seguidores.
Repertorio:

Black Country
One Last Soul
Save Me
¿The Battle For Hadrian's Wall?
Sista Jane
I Can See Your Spirit
The Outsider
Man In the Middle
Burn (Deep Purple)

Juraría que habían tocado The Battle For Hadrian's Wall, pero quizás esté confundido. Los he escuchado mucho ultimamente, incluso durante el viaje de ida, y no apostaría por si acaso, ya que en ninguna parte he podido confirmar que realmente la tocasen.

* Ed. 08.07.2011: Desde Rock Best Music me dan la razón en esto y efectivamente la tocaron. Estaba yo en lo cierto. Gracias a Perem por hacérmelo saber.

Moneda del festival

THE CULT
Tenía muchísimas ganas de ver a THE CULT. Era la primera vez que los disfrutaba en vivo y la verdad que me hacía muchísima ilusión. Me sorprendió ver a Ian Astbury tan fuera de forma, excesivamente gordo, pero al fin y al cabo yo fuí a verlos actuar, no me importa su sobrepeso, al fin y al cabo no pensaba hacerle el amor.

La pena es que ese estado de forma le afecta mucho durante el show. Su presencia fue estática en todo momento y estuvo más pendiente de la gente que orinaba en las vallas que del público que estaba frente al escenario.

La banda, intachable, dieron un gran show, y demostraron que son unos músicos de primera categoría, aunque eché en falta algo más de actitud y de cercanía al público. El rock es algo más que una interpretación de canciones. Yo soy de los que prefiere algún fallo en la ejecución y que a cambio se de algo más de espectáculo y de interacción con los espectadores.


Comenzaron con “Fire Woman”, que junto con “Sweet Soul Sister” fueron las más celebradas, demostrando que “Sonic Temple” dejó huella al menos en este país, y que a día de hoy y pese a haber pasado más de veinte años, no han sido capaces de superar ese álbum.

Estuvieron muy bien, probablemente hayan tenido momentos mejores, pero a mí me gustaron. De todas formas que se hayan quedado fuera del set-list temazos como “Sun King” o “Edie (Ciao Baby)” para meter por ejemplo “Rise” del mediocre “Beyond Good and Evil” no tiene perdón.

Repertorio:

Fire Woman
Rain
Every man and woman is a star
Sweet Soul Sister
Electric Ocean
Rise
Dirty Little Rockstar
Horse Nation
Phoenix
Lil’ Devil
Wild Flower
She Sells Sanctuary
Love Removal Machine


ROB ZOMBIE
Nunca he sido muy fan de Robert Bartleh Cummings, la verdad. Pero cuando me enteré de que iba a estar en Vitoria y que además anunciaba que venía con todo su show no dudé en sacar las entradas del festival. No todos los días tenemos la suerte de ver un espectáculo como ese, y yo soy de los que agradezco el esfuerzo que representa una escenografía trabajada.



El escenario se llenó de monstruos y de presencia mórbida. Los "bichos" de carne y hueso dieron la talla. Eso sí, de rock n’ roll más bien poco. Aquello se convirtió en una pista de baile, o al menos eso es lo que veíamos hacer a la gente, bailar como si nos encontrásemos en una discoteca.

Para mí fue un bajón que ya ni siquiera mi favorita “Dragula” consiguió levantar. John 5 es una máquina y nos lo recordó azotándonos sin piedad con sus guitarrazos y con un buen solo.

No son lo mío, así que para nada lo voy a criticar. Al fin y al cabo cumplieron con lo que se podía esperar de ellos. Eso sí, si esto puede ser el futuro del metal, lo tenemos más negro que nuestras camisetas. En general, Bien.


OZZY OSBOURNE
Tengo ganas de que se retire. A día de hoy ya hay más gente que le conoce por hacer el payaso en The Osbournes que por su música y eso es realmente triste. Es una caricatura del gran mago del escenario que fue en su día y su mujer y mánager una sinvergüenza que consiente que ande por el mundo girando y haciendo el ridículo.

Ozzy no es ni su sombra y a día de hoy ninguna banda que le acompañe, por buena que pueda ser, es capaz de hacer que el espectáculo brille. Ni siquiera los himnos que sonaron a lo largo de la noche lograron salvar el show.

Los actuales miembros de la banda, con Gus G. a la cabeza no llegan ni por asomo a los tobillos de músicos anteriores del loco de Birmingham. Tommy Clufetos, puede ser un excelente batería, pero cuando pienso en Lee Kerslake, Randy Castillo, Carmine Appice o Deen Castronovo ...


Al bajo Rob Nicholson. Y a mí solo se me venían a la cabeza Rudy Sarzo y Robert Trujillo. Eso ya olvidando que James LoMenzo o el mismísimo Geezer Butler han ocupado ese puesto también.

En la guitarra el griego se esmeraba lo mejor que podía, ayudando a su líder en todo momento y alargando los solos para que al jefe no le diera un patatús. Tarea imposible. No nombraremos a guitarristas anteriores, porque en este caso tampoco se admiten comparaciones.

Fueron once temas, de los que cuatro, más de un tercio del espectáculo, eran de Black Sabbath. El tiempo corrió más despacio gracias a los aburridísimos solos de guitarra y batería.

Olvidable una vez más, y van dos seguidas. Ozzy, por favor. Déjalo, no sigas enturbiando tu imagen. Para los que te queremos y hemos comprado siempre tus discos es un dolor. No nos gusta que seas motivo de mofa de gafapasteros.

Repertorio:

I Don’t Know
Suicide Solution
Mr. Crowley
Bark at the Moon
Fairies Wear Boots (Black Sabbath)
Shot in the Dark
Rat Salad (B. Sabbath)
Iron Man (B. Sabbath)
Crazy Train
Mama, I’m Coming Home
Paranoid (B. Sabbath)

No me quedé a ver a la reencarnación de KYUSS. Algunos pensarán que no tengo perdón, pero es que espero verlos en Wacken y allí lo harán mejor sin duda alguna y tendrán un equipo de sonido en condiciones que sonará a toda ostia, y no como lo que tuvimos en este festival, en el que algunas bandas sonaron bajísimas.

Texto y foto de Glenn Hughes: Larry Runner.
Resto de fotos: Diario de un píxel

© Larry Runer 2011

3 comentarios:

jose dijo...

mas o menos coincido contigo en todo, excepto en lo de rob zombie, ke pa mi fue de lo mejor del festival, pero como a mi me gusta bailaaaar !!! ehhhhh??? jajajajaj. Del viernes me gustaron mucho clutch y del sabado thin lizzy hicieron un concierto muy cañeru...

Anónimo dijo...

Ya me hubiera prestao rajar contigo en el Azkena!

RTHB dijo...

Perdón!!!! .. me ha parecido leer esto: "La última vez que giró por nuestro país tuve la suerte de ser su runner en los bolos de Gijón, Madrid y Bilbao. Pasé muchas horas viajando por carretera con él y lo hablado en el coche para mí se queda o quizás, quién sabe, de para algún día escribir un libro.".... uffff

Bueno, tengo una especial predilección por lo BCC y he hablado largo y tendido sobre ellos en my house.

Dos cosas:

1.-Confirmado, tocaron "el The Battle For Hadrian's Wall"

Yo pillé el setlist oficial de la web de Hughes y ahí no figura, pero Karlam, de StageIII (no sé si te has pasado por su casa, pero si no, te la recomiendo), me confirmó lo que habías comentado, y sí, la tocaron.

2.- Es una putada que BCC tengan que actuar exclusivamente en un festival, por mucho Azkena que sea, y no dispongan de otra fecha para efectuar un concierto ellos solitos. Además os quedasteis con casi la mitad del setlist habitual y sin el Song of Yesterday.... lo dicho, putada.

Un saludo.