lunes, 27 de enero de 2025

No los dejéis escapar. SARATOGA, Oviedo, 18.01.2025. Crónica.

📝📷 Jorge López Novales.

Con el frío que estuvimos arrastrando toda esa semana en Asturias, no había mejor plan que recogerse en una sala. 


¿Y con qué concretar el plan? Con un producto renovado hecho a medida para los fans de Saratoga. Esto es lo que vimos el pasado sábado 18 de enero en la Sala Tribeca. 

Cada nueva visita de Saratoga genera una gran expectación. Y es que teníamos una gira especial “El Clan de los Lobos” (única en salas) que nos mezcla “El Clan de la Lucha” y “Tierra de Lobos”, dos discos muy queridos por sus seguidores (en los cuales yo me incluyo). Hay que añadir que durante esta gira estarán preparando un nuevo disco con temas inéditos. Por lo que tendrán material de sobra para alimentar nuevos directos en el futuro.

Es muy importante resaltar que Saratoga venía con un diferenciado set-list, obviamente. En redes sociales, pudimos ver una lista con todos esos temas para que no hubiera equívocos. Al final del concierto, me hubiera gustado dejarme sorprender en ese sentido, pero sucumbí a la curiosidad.

¿Saratoga ha venido muchas veces a Asturias últimamente? Responde a la demanda del público, ni más ni menos. Y no podía haber un mayor incentivo para los asistentes a Tribeca: todos los temas icónicos que iban a sonar esta noche.

La gente ya estaba esperando fuera para entrar cuando llegué. 

De fondo, se podía ver una lona digital que mezclaba los conceptos de los dos discos que iban a sonar. Las primeras filas empezaron a ser muy cotizadas -la sala se llenó rápido- y pronto Tribeca iba a entrar en calor.

Rodeado de amigos ocupé una posición ventajosa desde la que apuntar con mi cámara. Llegado el momento, me eché atrás y dejé mi espacio a gente más entusiasta; aunque se me brindó alguna otra oportunidad de disparar. Perdonad que no haya podido sacar a Arnau en condiciones.

Fue un set list muy exigente, sin nadie de por medio: Saratoga en estado puro. Con Arnau Martí a la batería (el nuevo que ya lleva casi dos años en la banda) sigue proyectando esa imagen profesional en el escenario y de cercanía con la gente. Martí tuvo su cuota de protagonismo exclusivo.

Arrancar con “San Telmo 1940” es el delirio. Mantener ese nivel de intensidad, con sus pausas por supuesto, está al alcance de unos pocos. Fueron 19 actos (incluyendo la intro y los solos de batería y bajo). Sin respiro Saratoga te mete: “Lejos del Tiempo”, “Tierra de Lobos”, “Ave Fenix”…

Suena cojonudo. La gente responde.

Tuvimos los tics habituales, la complicidad en la banda… Todo lo que da a al grupo esa cohesión escénica.

Tete nunca tiene que esforzarse por ganar al público, pero no descuida este aspecto. Jero dejó que su guitarra hablara por él, pero se mostró especialmente locuaz cuando habló de la guitarra que estaba empuñando en ese momento (ojalá hablarán de mí así), antes de abordar “Blanco y Marfil”. Toda una belleza Fender Stratocaster de diapasón festoneado modelo Malmsteen que había empleado de aquella... hace veinte años.

Niko destila carisma y es uno de los mejores bajistas de la escena estatal.

Si arrancas a lo bestia un concierto, ¿que reservar a los bises? Tiran de arsenal y te rematan con “No sufriré jamás por ti”, “Acuérdate de mí”, “Mi venganza” (un nuevo clásico que viene para quedarse) y “Perro Traidor”. 

Llegó la foto finish y el habitual guiño para sus fans más jóvenes, compartiendo escenario con ellos.

Tras esto vino la despedida.

Gracias Fon por darme facilidades para poder llegar a ofrecer en condiciones las fotos que ilustran esta crónica. Gracias Duque. Si tenéis oportunidad no dejéis escapar la posibilidad de ver a Saratoga en directo.

© Diario de un Metalhead 2025.


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