Presiento que nunca lo han tenido fácil, pero jamás se han rendido. Llevan años dándole y es en la carretera donde se han ganado a todos aquellos que puedan ser sus seguidores.
Todo eso cambia con “The Fall”, cuarto trabajo de esta banda de Girona de rotunda contundencia no exenta de melodía. Esa combinación te atrapa, siendo su musicalidad más intensa en este nuevo disco, aunque sin dejar en ningún momento el lado extremo del que siempre han hecho gala.
Canciones como “The Truth” son anzuelos con los que picar y entregarte a un disco creado en el peor momento de nuestras vidas y que ellos han convertido en inspiración para entregar el que sin duda es su mejor disco de largo.
Continúan siendo un grupo oscuro y agresivo, pero como digo, el trabajo a nivel de melodía es realmente grandioso, y sin duda podría acercar a algún nuevo adepto o reciente amante del sonido extremo. Si además te acercaste al metal en los 90, te encantará. Y es que “The Fall” es una especie de fusión ideal entre las sensaciones del Nu-Metal original y el Metal más extremo.
Para ello funden un colchón de teclados sobresalientemente trabajado con una sección rítmica contundente hasta la extenuación, con muchísimo cuerpo. Sobre todo ello un muy buen trabajo de rasgado de guitarras sin demasiados virtuosismos, pero sumamente efectivo. Alex Bace hace el resto con su voz, cambiado de registro sin problema, pasando de guturales a limpias, de cantar como un ángel a hacérselo como un auténtico demonio.
Un disco para gozarlo con canciones como la citada “The Fall”, el temón “Parasite” o la distinta, valiente y heavy “Burn My Skin”, donde encontramos la colaboración de Mära Lisenko, vocalista de la banda letona Karmafree a la que yo no conocía. “Something Dead Inside” y "Everybody Is Dead in This House" también me flipan, estribilleras a tope con la primera de ellas mostrando un tono un tanto épico para cantar martillo en mano en una onda que no deja de recordarme a los mismísimos Amon Amarth, aunque con un punto Queensryche que me mata. Como te lo cuento.
Me encanta el digipack y el libreto, y lo bien que se han currado como siempre el plano visual, con fotazas de Javier Bragado, que ha sabido pillarles el punto. Precioso disco para mi colección personal y del que no he hablado primero por la sobrecarga que pesa sobre mi escritorio.
Uno de esos discos que te gustaría disfrutar más de largo, pero del que seguro gozaré menos de lo deseado por la montaña de discos que reseñar que tengo ante mí. El dilema de los que trabajamos en algún medio y reseñamos discos. Te llegan joyas como ésta, pero apenas las puedes disfrutar.
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© Diario de un Metalhead 2022.
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