Fotos: Jorge López Novales.
Lo cantaban Platero y Tú en el 94: hay poco rock n’ roll. Eso fue el siglo pasado, y desde entonces, todo ha ido a peor.
El pasado viernes acudíamos a la Gala de los Premios AMAS 2022 invitados por la organización. Un año más disfrutábamos de uno de los momentos más especiales de la música asturiana. Una vez más se concentraba un amplia representación de lo que es la música Astur en el Teatro Filarmónica de Oviedo. Sí, ya sé que no estaban todos, pero también es verdad que algunos gustan de estar al margen, o al menos eso dicen. Como dice la presidenta madrileña: Libertad.
A la entrada primero y en el patio de butacas después, gaiteros y heavies; punks y poperos; cantautores y músicos de bandas de versiones; amantes de la música clásica y héroes del chumba chumba; hasta gente que no cambia de ritmo. De todo.
Fue una gala animada y divertida como pocas, con hasta el sorteo de un jamón por parte de la organización del Festival de Jazz de Tolivia, que se llevó uno de los premios honoríficos. También hubo momentos para acordarse de los que faltaban, con mención especial al enorme Manu Velasco, que recibió a título póstumo su AMAS Honorífico, algo que seguramente ya merecía en vida, pero ... ¿quién iba a pensar que nos fuese a dejar tan pronto un tipo tan enorme?
Los premiados fueron subiendo a por sus trofeos y no faltaron momentos especiales e incluso reivindicativos, pero hubo poco rock n’ roll; aunque el hijo de Manu Velasco aprovechó el emotivo momento de recogida del Premio concedido a su padre para mostrar los cuernos.
No es culpa de la organización, que apostó de largo por el rock con la presencia de Secta, Sonámbulos y Fesoria a les Ortigues; cada uno entendiendo el estilo a su manera y para chinazo de los folkies, que siempre se quejan, pero a los que no hay forma de verles partirse el pecho en las salas como a los del rock.
Hay poco rock n’ roll en los medios, en la calle y en la vida en general. En los premios, muchos músicos de rock nominados, pero pocos premiados. Se salvó Tino Hevia (Reveal), llevándose el galardón a su trayectoria como guitarrista. Y ya. En los otros dos no había fallo. Mejor canción rock para Crudo (con la letra del cantautor Alfredo González) y mejor disco rock para Adventus. No había posibilidad de perder. No iban a darle el premio de rock a una banda de folk. Esto no son los Grammy y no estaba Jethro Tull.
Lejos quedan los tiempos en los que los músicos de rock y de metal arrasaban en los AMAS. Y es no es en los premios, es en la vida. Hay poco rock n’ roll. Por eso el mundo es cada día peor.
Gracias a los responsables de los Premios AMAS por su enorme labor y por invitarnos.
Por muchos años ... ¡que vivan los AMAS!
1. Arantxa Nieto y Luis Serrano, presentadores de la Gala.
2. Julia Martinez-Lombó Testa (Directora del Anuario AMAS)
3. Manu Velasco "actuó" con Sonámbulos.
4. Secta durante un momento de su actuación.
5. Tino Hevia de Reveal, recogiendo el AMAS a su trayectoria como guitarrista.
6. Crudo recogiendo el Premio a la Mejor Canción Rock por "otro ladrillo en la pared".
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