lunes, 28 de marzo de 2022

Fiesta en el establo. OTERO BRUTAL PARTY I. Oviedo, 19.03.2022. Crónica.

Por Jorge López Novales y Reverendo G. Throat.

El pasado 19 de marzo tuvo lugar en la Sala Gong el primer concierto de la organización del Otero Brutal Fest, el Otero Brutal Party I. Esta es nuestra crónica de un festival de cuatro bandas: Bolu2 Death, Mosh, Corrosive y los locales Caballo Moldavo.

Cuando el Reverendo G. Thoat (vocalista de Caballo Moldavo) me preguntaba hace unos días si habría alguna posibilidad de que Diario de un Metalhead pudiera cubrir su debut, mi cabeza, entonces, se puso a dar vueltas al asunto. 

¿Cuántas veces he visto al Reverendo en un concierto? O decir que sin pedir nada a cambio se ha currado una pedazo portada del homenaje a Soziedad Alkohólika por parte de la escena asturiana. Cuando quise comprar su EP sin darme cuenta ya lo tenía en la mano. Cómo mínimo teníamos que sopesarlo.

Aprovecho estas líneas para disculparme con Larry. Me habría gustado ayudarle en Sir Lauren´s con una crónica por lo menos o en lo que hubiera necesitado. Cuando planteé este concierto, no me puso ninguna objeción en que me fuera a la Gong a echar una mano a la gente moldava en su debut y que en cuanto acabaran, me pasara por la Sir. No podemos estar en todas partes. Lo intentamos.

(nota de Larry: Jorge, otro mes que no cobras).

El Reverendo me lo puso más fácil. Se echaría a las espaldas la restante crónica del festival del Otero con fotos incluidas. Gracias.

Caballo Moldavo ya había intentado estrenar su EP el pasado 6 de enero. Me habrían hecho una putada, ya que estaba fuera de Asturias. Creo que hay pocos grupos más inclasificables, y tan personales... si leéis dos reviews de la banda en diferentes medios parece que hablen de distintas bandas. Eso es con lo que juegan.

Llegué a la Sala Gong sobre las 7 y media. Las pruebas de sonido empezaban a arrastrar algún retraso. Toda la presión estaría sobre Caballo Moldavo ya que serían los últimos en probar. El tiempo pasaba y arrancaron su pruena sobre la 9 y media cuando deberían haber empezado a tocar. Con velocidad inaudita, sabiendo cómo querían sonar, pusieron las cosas muy fáciles a la organización.

“¿Empezamos ya? Dijo el Reverendo finalmente.

“Vamos a esperar hasta 22:10” Respondieron.

Este sábado, el Reverendo tenía la cabeza en otro sitio (un abrazo desde Diario de un Metalhead) pero en cuanto se subió al escenario, sufrió una transformación, se convirtió una imponente figura llena de carisma escénico.

Hay que decir que la llamada al establo (como lo llaman) tuvo respuesta. Pocas veces un grupo que abre un festival, una banda local, ha tenido, que yo haya visto, una respuesta tan contundente.

Iba a ser un concierto de cuarenta minutos que contó con buen sonido. Su EP tiene una duración de diecisiete minutos, así que nos íbamos a encotrar unas cuantas sorpresas. Hubo tiempo para estrenos (“Alimentándose en secreto”, “El demente”, “El cuervo”…) y para versiones. Su reciente versión de Soziedad Alkohólika, “Ciencia Asesina” o “Dirty Black Summer” de Danzing.

“Réprobos” tuvo un invitado especial Txeffy de Actvs Mortis. Fue un compedio de brutalidad vocal. Txeffy es el quinto Beatle para la banda, la quinta pata de Caballo Moldavo (en el buen sentido de la palabra).

El Hermano Lynott ha entrado recientemente en la banda con su bajo nos sumergimos directamente hasta las profundidades del “El pantano”.

Jhonny Liver, a pesar de su camiseta de Ghost, aportó un ritmo aplastante al trote del Caballo. ¿Y qué decir de Lionel Hooves C? Su guitarra, incansable, escupía un riff tras otro.

Se les vio cómodos en el escenario como si no fuera la primera vez en un escenario, como era el caso para algunos de los moldavos.

Se despidieron de un público entusiasta con el “El blues del innombrable“. Pero salí corriendo de allí a Sir Lauren´s sin tiempo de saludar a nadie.

Cedo el testigo al Reverendo G. Throat.

Regresé a la Sala Gong cuando estaba acabando la introducción de Corrosive.

Lo primero que me llamó la atención es la juventud de los componentes de la formación y la experiencia que desarrollan en directo. No es extraño, en activo desde 2014 ya cuentan con tres discos, EPs, etc. 

La primera banda navarra de la noche, desarrolló una fusión de metalcore y hardcore muy compacta. Sonido contundente por parte de la base rítmica Unai al bajo y Jonatan Zamora a la batera. Guitarra solista Adrián Viedma y rítmica Quijerator (Xabier Quijera) que aporta con brillantez segmentos melódicos en las voces.

Contrastan en gran medida con el desempeño vocal de Koper (David Viedma) a la voz principal. Screamos, guturales y demás sonidos extremos salieron de su garganta. Se marcaron un señor bolazo y dejaron al público con ganas de más tralla.

Los siguientes en subirse al escenario son los también navarros Mosh. Venían de triunfar el día anterior en el Iruña Rock. Tuve la oportunidad de ver varios vídeos del paso de estos titanes por ese gran festival. Y ya me apetecía verlos sobre las tablas de la Gong. Ya en la prueba de sonido comentaban lo importante de la fecha anterior “no se trataba de otro bolo más”.

Por tanto venían con unas ganas atroces de comerse el escenario en Oviedo. Así lo demostró Iñaki a las voces, incansable animando al público y metiéndonos en su mundo HXC. Base rítmica fulminante con mi tocayo a la batera y un bajo atronador a cargo de Diego. Dupla de guitarras Bruntxo y Gorka aportando coros al conjunto.

Resultado: un impecable directo de puro hardcore que combina el regusto de la vieja escuela con sonidos más actuales. Un verdadero gustazo.

En esto se estaba convirtiendo la Otero Brutal Party. Ni más ni menos que en un tremendo fiestón.

Cerrando el evento llegaban los Bolu2 Death, la banda Onubense que pondría patas arriba al respetable. Mucha gente me comentó las ganas que tenía de verlos, antes de su esperado paso por el Resurrection Fest 2022 al igual que Mosh.

Una fusión en principio muy marciana de estilos. Conjugan metal, hardcore, metalcore, con una amalgama de sonidos del sur y electro. Que acabó convirtiendo la sala en una verdadera Rave. Como dijo en varias ocasiones su vocalista.

Haciendo participar a la gente con Somos el Fuego y moviendo a los espectadores con Dance Core Party o su versión de los míticos Prodigy, Smack my Bitch Up. Todos los componentes brillaron a máximo nivel, destacando el desempeño del batera. Que aparte de efectos disparados, triggers, samplers, etc. Mostró unas capacidades envidiables.

Un final de fiesta espectacular.

Agradecidos por contar con nosotros a nuestros hermanos del Otero Brutal Fest, Alejandro Rochu, Dermai Management, Txiki, técnicos propios de las bandas y de la sala, Isaac Prieto. En nuestro caso a nuestro buen amigo Jorge López Novales que cubrió en exclusiva nuestra actuación.

Y por supuesto el público y a las bandas con las que compartimos escenario. Disculpas por las fotos que hicimos con móviles, sé de sobra que no están a la altura. Pero que valgan para ambientar una humilde crónica de un día que no olvidaré jamás en mi vida.

© Diario de un Metalhead 2022.


No hay comentarios: