Texto: Larry Runner.
Fotos: Jorge López Novales.
Por estar inmersos en la producción del evento, no puedo hacer una crónica como a mí me gustaría, pero a cambio sí que puedo hablar desde un punto de vista distinto a cómo viví el pasado sábado la visita de Vhäldemar en compañía de Leize a Oviedo.
Nos tocó trabajar y echar un cable a los amigos de Kivents, una gente que pensamos que bien merece nuestro apoyo en lo que modestamente podamos ayudar. Eso nos hizo estar pendientes de muchos detalles durante la semana y de comenzar la jornada de sábado bien temprano para terminarla muy tarde y muy cansados. Da igual, cada minuto mereció la pena.
No pude ver nada del concierto de Leize, aunque sí que me permití disfrutar ya de la segunda mitad del concierto de Vhäldemar , cuando abandonamos la taquilla viendo que ya no llegaba nadie más a la sala.
Es por tanto que de Leize apenas os puedo comentar nada salvo que son, aunque eso ya lo sabía, unos tipos encantadores, amables y por supuesto una gente entrañable. Fue genial tenerlos "en casa" y poder charlar un rato con ellos, prepararles el cátering o echar un cable en el merchan. Llegaron en silencio y se fueron igual. El ruido lo metieron sobre el escenario, y no tocando los cojones -así de mal sonante quiero que sea la expresión- a los que están trabajando. Ojalá todos como ellos, si no que se lo digan a Sergio Saavedra, técnico de la sala al que vimos por vez primera en la vida meterse entre el público a disfrutar de la música de una banda como un fan más, ya que los de Zestoa trajeron a su propio técnico. Como os digo, poco o nada puedo comentar del show, simplemente que lo viví desde la puerta con la sangre hirviendo por dentro muriéndome de la envidia. Y es que me llegaron palabras como "inolvidable" o "apoteósico" por parte de los que al final de su actuación salieron a fumar.
Por desgracia, tampoco tenemos fotos de Leize, lo sentimos mucho. No se puede estar en todas partes. A cambio os compartimos el video del amigo David Fernández Curto, que refleja a la perfección el ambientazo.
Vhäldemar vinieron con ganas. Encantadores, como sus compañeros de viaje, son tan estrellas en el escenario como cercanos cuando están entre la gente. Trabajar así es un privilegio, una suerte, con eso os lo digo todo.
El rato que estuve en la sala disfrutando, me dediqué más bien observar a los presentes, mirar sus caras. Tras tanto tiempo de sufrir una vida de mierda, ver a la peña cantar a grito pelado, levantar los cuernos y sudar con cara de felicidad fue realmente sensacional. No tomé ni una nota y aunque tengo todos sus discos en casa, me limité simplemente a disfrutar. Ni boli, ni libreta, ni notas en el móvil. A pasarlo bien, que también me tocaba.
Y es que la banda, con el Yngwie de Euskadi Pedro J. Monge deslumbrando, sonó impecable; enhorabuena al señor Saavedra que estaba en la mesa para entonces. Juegan con ventaja, porque tener al frente a un tío como Carlos Escuderon -que además de ser un buen cantante de heavy metal es un frontman como la copa de un pino- es salir a ganar con seguridad. Les ves y sabes que van a arrasar como el Athletic en sus bolos veraniegos por los pueblos de Bizkaia.
La gran putada es que cuando estaba entrando en calor, todo se acababa; así que a tope lo que quedaba hasta el final y a vivir una emoción nueva en la Sir Lauren’s. Y mira que hemos pasado noches allí. Pero es que lo que pasó con "Energy" fue lo nunca visto allí. ¡Cómo la cantamos! Jamás vi en Oviedo cantar un tema en inglés así. Podrían haberla alargado media hora y habríamos seguido. De verdad que fue increíble. Y si no que se lo pregunten a los responsables de la sala.
Pusieron Sir Lauren’s patas arriba como nadie y Carlos Escudero acabó hasta surfeando por encima de las cabezas de todos y compartiendo su botella de J&B.
Enormes. En abril llenarán el BEC! de Barakaldo, como si fuesen AC/DC. Las fotos demuestran lo bien que lo pasamos todos. La banda y el público.
Sólo me queda dar las gracias y mandar un saludo a la gente que sacó todo adelante con su trabajo o echando un cable sin más. A Vhäldemar y Leize. A Kivents. A Izkar Producciones. A toda la gente de Sir Lauren’s, que son los mejores. A la Cervecería El Lúpulo Feroz de Oviedo y la Librería Paradiso de Gijón por vender las entradas sin pedir nada a cambio. A Fon por ayudar con los carteles de Avilés, la recogida de Oviedo y "lo que haga falta, duru". A Jorge por llegar para las fotos de Vhäldemar. Y a Andrés y Maritxu por pasarse. Con un equipazo así, no había fallo. Formar parte -con Maitane, como siempre- fue genial.
Y por supuesto, gracias a los que nos eligieron en un sábado donde había mucha y muy buena oferta y se dejaron una pasta en birras y en merchan. Muy grandes.
© Diario de un Metalhead 2022.
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