sábado, 8 de agosto de 2009

Crónica Wacken 2009. 1/3


Texto: Larry Runner.

Un año más, y ya son cinco, Sergio Blanco, unos amigos, mi chica y un servidor, visitábamos la Meca del Metal por excelencia, el Festival alemán de Wacken.


Este era un año especial, se cumplía el 20 aniversario del que se ha convertido en la cita más importante del mundo del heavy metal y no nos lo queríamos perder bajo ningún concepto.

Llegamos al festival el día anterior al estreno oficial, algo realmente recomendable para poder ponerse la pulsera de acceso con tranquilidad. De todas formas, ese día, miércoles, ya había conciertos en el cuarto de los escenarios, el Wet Stage, para recibir a los más madrugadores como nosotros.

Esa misma tarde, mientras la mayoría de la gente aún montaba sus tiendas de campaña, en el Wet Stage descargaban varios grupos alemanes, entre los que los Onkel Tom del líder de Sodom Thomas Duch, más conocido como Tom Angelripper, fueron los grandes triunfadores, tal y como pudimos comprobar por muy poco, pues apenas pudimos escuchar un par de canciones antes de terminar su actuación.

La gente venía hambrienta de fiesta. Esta edición el sold-out de los 75.000 tickets se produjo con más de 8 meses de antelación, así que todo hacía presagiar que el ambiente que íbamos a vivir iba a ser realmente especial.

Veinticuatro horas antes de la apertura oficial, con el recinto de los 3 grandes escenarios aún sin actividad, tanto el Wet Stage, como el Beer Garden estaban realmente abarrotados.

Este año la distribución de los escenarios no varió con respecto a los tres años anteriores. En el centro los dos grandes escenarios. El Black Stage a la izquierda y el True Metal Stage a la derecha. Algo  más a la derecha del True estaba el Party Stage, el tercero de los escenarios. El Wet Stage ocupaba su posición habitual en los últimos años, a la izquierda de la entrada del recinto.

Como novedad en este 20 aniversario se inauguraba una nueva zona en el festival. La llamada “The Wackinger”, con mercado medieval y un pequeño escenario por donde desfilaron los cuatro días varias bandas de folk y de folk-metal de distintas nacionalidades. El miércoles los suecos Fejd con su pagan-folk  y los alemanes Ragnaröek con su folk-metal acompañado de gaitas y violines,  triunfaron ante más de 1000 personas a pesar de que a la vez el Wet Stage estaba ya lleno de gente. Al mismo tiempo se inauguraba una zona de Wrestling, con una enorme capa donde se iban sucediendo los eventos de este tipo, pero a la que no llegamos a acudir en ningún momento, pues nosotros a Wacken vamos a ver grupos, y no otro tipo de actividades circenses.

La noche la cerró Mambo Kurt, la nota de humor del festival, que nos deleitó con sus divertidas versiones al órgano de entre otros Slayer, Rammstein, Nirvana o Rage Against The Machine. Especialmente simpática fue la mezcla del Enter Sandman de Metallica con el clásico vals El Danubio Azul de Johann Strauss. Pocas veces me he reído tanto en mi vida como con el artista de Hagen.

Tras la actuación del adorado comediante alemán nos fuimos a dormir. Quedaban tres días duros e intensos por delante.



Jueves 30 de Julio

El jueves los conciertos comenzaron como siempre a media tarde. Ese día se celebra la llamada A  NIGHT  TO REMEMBER, que este año tenía como protagonista principal a los Black Sabbath de Dio, los conocidos bajo el nombre oficial de HEAVEN AND HELL. Pero la tarde nos depararía sorpresas importantes antes de llegar al acto principal. A primera hora de la tarde prácticamente todo el merchandising oficial del festival estaba agotado. Todo vendido. No hay visitante de Wacken que se quiera ir sin una camiseta al menos de recuerdo.

A las cuatro en punto de la tarde, y ante la presencia de calculo ya unos 20.000 espectadores se abría el festival de forma oficial. Los primeros en aparecer sobre el escenario fueron SKYLINE. Ellos fueron en 1989, en la primera edición del W.O.A. las estrellas del cartel. En aquellos tiempos Thomas Jensen, uno de los tres organizadores del festival era miembro de la banda.  20 años más tarde SKYLINE volvían a tocar en Wacken, pero esta vez abriendo y no como estrellas, claro.

Fue un concierto lleno de nostalgia y de sensaciones especiales. Comenzaron con el tema “W.O.A.” una de las canciones compuestas para el cd que recoge el himno oficial del festival y cuya edición limitada se vendía en las tiendas oficiales. Siguieron con otro de los temas de este cd, el corte “Faster Harder Louder” para luego interpretar junto con Doro Pesch el himno del festival, que lleva el título de “We Are The Metalheads”.

Tras estos tres temas especiales, nunca interpretados en vivo hasta ahora, fueron desfilando gran cantidad de invitados. Además de la ya citada Doro Pesch, por allí pasaron Sabina Classen, Tom Angelripper y el antes nombrado Thomas Jensen, que rememoró viejos tiempos con su guitarra. Preciosa apertura para la edición del 20 aniversario.


Mientras, en el Wet Stage se cancelaban las actuaciones de dos de las bandas del Metal Battle, la de los representantes de China y Finlandia, con lo cual los horarios en dicho escenario se veían modificados y las actuaciones iban a empezar con dos horas de retraso con respecto a la hora anunciada en principio.

Tras la presentación del festival con los SKYLINE, empezaban para nosotros los problemas. En el Black Stage actuaban Schandmaul, y en el Party Stage (el tercer escenario) los daneses D-A-D. Folk-metal frente a hard-rock, había que escoger. Así que sin lograr llegar a contactar con mi compañero Sergio, me fui directamente al Party Stage.

D-A-D (Disneyland After Dark) hicieron un concierto completísimo, una clase magistral de lo que es hacer buen rock melódico. Eso sí Jesper Binzer, andaba algo justito de voz. A destacar el show dado por el bajista Stig Pedersen, que cambiaba de modelo de instrumento casi a cada canción, mostrando algunos bajos realmente curiosos, como uno que sacó en forma de misil.

Tras la actuación de D-A-D tendrían que haber actuado THIN LIZZY, pero los irlandeses habían cancelado su tour mundial por una inoportuna fractura de clavícula de Tommy Aldridge. Así que a las 18:30 tenía lugar uno de los llamados “Secret shows” del festival. J.B.O. fueron la sorpresa. Para el que no los conozca aún, J.B.O. (James Blast Orchester) son un grupo que parodia canciones de pop, rock y metal, y en Alemania tienen gran aceptación, aunque ese día no lo tuvieron fácil, en el Black Stage descargaba su majestad Stephan Weidner, conocido con el nombre de DER W.

Der W. es el líder de los hard-rockeros Böhse Onkelz, (Tios malos)  banda muy poco conocida fuera de Alemania y que ya actuara en Wacken en 2004. El pasado de dicho músico es realmente turbio, pues a principios de los 80 fue muy seguido por el movimiento skinhead y se vió envuelto en una gran polémica en todo el país por sus letras xenófobas. Vimos un rato de su actuación, que para Wacken contó con un montaje realmente especial, acompañado de orquesta pero llegó a aburrirnos. Su música no aporta nada nuevo, una mezcla de punk-rock e industrial, cantada en alemán, únicamente interesante para la gente aborigen.

Mientras grupos menores pasaban por la carpa del Wet Stage y Lacuna Coil descargaban una vez más sus maravillosas canciones en el Party Stage, en los escenarios principales se comenzaba con la preparación de los dos grandes shows de la noche: RUNNING WILD y HEAVEN AND HELL. Para entonces la típica lluvia de Wacken ya había aparecido.

Running Wild se despedían definitivamente. Coincidiendo con su 30 aniversario, la banda originaria de Hamburgo actuaba a escasos 60 kilómetros de su ciudad, ante su gente, y con las cámaras grabando la actuación para un futuro DVD.

Su set-list por tanto fue un grandes éxitos de todos los tiempos. Vimos a Rock n’ Rolf un tanto frío. Quizá triste, no es de extrañar, 30 años en la carretera dan para mucho y despedirse debe ser bastante difícil, más aún delante de una audiencia tan enorme como la de Wacken. Sin duda Port Royal fue su álbum de más éxito, y así se demostró en este concierto. Cada vez que la banda comenzaba con los acordes de uno de los temas de ese disco la audiencia se venía a arriba. Y hubo suerte, esa noche sonaron varios temas de ese magnífico trabajo de 1988: “Port Royal”, “Raging fire” y en el bis la inolvidable e hímnica “Conquistadores”. Se despidieron definitivamente con “Under Rolly Roger” y nos dejaron un halo de nostalgia. La despedida de una banda mítica como ésta siempre es muy triste.

Set-list de Running Wild:
1. Chamber of lies, 2. Port Royal, 3. Bad to the bone, 4. Riding the store, 5. Soulless, 6. Prisoner of our time, 7. Black Hand Inn, 8. Purgatory, 9. The Battle of Waterloo, 10. Drum solo, 11. Raging Fire, 12. The brotherhood, 13. Draw the line, 14. Whirlwind, 15. Tortuga Bay, 16. Branded and exiled, 17. Raise your fist. Bis: 18. Conquistadores, 19. Under Jolly Roger

Ver la actuación de Running Wild hizo que nos perdiésemos lo que nos comentaron fue un gran show de Lacuna Coil. Cuando llegamos al Party Stage apenas les vimos tocar la versión de Depeche Mode con la que cerraron su actuación, “Enjoy the silence”. Fatal coincidencia, pero algo habitual en Wacken.

Y por fín llegó la hora HH.  La. hora de HEAVEN AND HELL. Dio, Iommi, Butler & Appice nos hicieron disfrutar y recordar tiempos de juventud durante 75 minutos. “E5150” servía como intro para atacar inmediatamente con “The Mob Rules”. La decoración del escenario simulaba la verja de un cementerio, cruces incluidas. Un Ronnie James Dio pletórico, como en sus mejores días nos emocionaba luego con la maravillosa “Children of the Sea”, y a estas alturas de concierto ya nos dábamos cuenta de que a día de hoy Ozzy no soporta ningún tipo de comparación con Dio. Lo que vimos en Wacken fue un concierto 100% de BLACK SABBATH, de los mejores BLACK SABBATH de la última década, se llame como se llame la banda. Cada riff de Iommi te pone la carne de gallina y sus solos como el de “Bible Black” llegan realmente a emocionarte si de verdad sientes el metal en tus venas.


Al fondo una pantalla mostraba imágenes diabólicas, dotando a la banda de un acompañamiento visual realmente impresionante, aunque solo con su maravillosa música nos hubiese bastado. Es increíble el derroche de carisma que puede llegar a transmitir una banda mítica, histórica como ésta. Vienen a mi mente imágenes de su interpretación de temas antiguos, pero también de temas nuevos como “Fear” que ya suenan a himnos. Sin duda una de las mejores actuaciones vividas en Wacken en estos 20 años. Un gran cierre para una noche digna de recordar. Sin duda, fue A NIGHT TO REMEMBER.


Set-list de Heaven And Hell: 1. E5150, 2. The Mob Rules, 3. Children Of The Sea, 4. I, 5. Bible Black,. 6. Time Machina, 7. Drum Solo, 8. Fear, 9. Falling Off The Edge Of The World, 10. Follow The Tears , 11. Die Young, 12. Heaven And Hell, 13. Guitar Solo, 12. Country Girl, 13. Neon Knights.

Tras la estupenda actuación de las huestes de Iommi nos fuimos a descansar. Durante la noche no paró de llover.



continuará...