Texto: Larry Runner
Fotos: Sergio Blanco
Fotos: Sergio Blanco
Hace unos años algunos hubiesen matado por hacerse una foto con él o  por un autógrafo suyo. Hoy en día, muchos de aquellos que le  idolatraban le han dado la espalda, simplemente ya no está en una de las  más grandes bandas del planeta.
Pese a todo,  Blaze Bayley a día de hoy mantiene una base de fans fieles a lo ancho y  largo del mundo, capaces de comprar el material con un pre-order incluso  antes de entrar al estudio a grabarlo. Confiando en él, demostrando que  su admiración está por encima de todo y que, a pesar de no estar ya en  aquella gran banda, para ellos siempre será un número uno.
Atrás  han quedado los años de desgracias, de problemas constantes, de esas  fatalidades que te llegan a veces porque te las buscas y a veces porque  la vida te las trae. Atrás ha quedado una más que dolorosa viudedad,  superada gracias al cariño de los que le rodean, su banda (la mejor  desde que emprendió carrera en solitario), sus fans y su nueva  compañera.
Atrás quedaron sus problemas con su  compañía. Ahora cuenta con un sello propio, al que no le va mal  vendiendo a través de internet, en contacto directo con la gente, sin  intermediarios que se lleven parte del pastel, dejando los productos a  precios asequibles para no sangrar a sus fieles. Le encanta el contacto  con la gente, y ello queda más que patente en los conciertos como el  vivido en Santander, donde firmó discos y sacó fotos con todo aquel que  quiso, antes y después de su fabulosa actuación. Y es que, para los que  somos fans de Blaze Bayley, lo del pasado día 15 fue de lujo.
Vaya  por delante mi perplejidad al ver que el concierto era de lunes. En  estos tiempos que corren, donde la palabra crisis nos persigue por más  que lo queramos evitar, montar una actuación de este calibre de lunes es  echarle valor. Pero haya crisis o no, el heavy metal no va a parar, y  ello quedó más que demostrado en la Sala Heaven D.C. de la capital  cántabra donde se celebró el concierto.
Abrieron  la noche los italianos NASTY TENDENCY, banda telonera que acompaña la  gira de Bayley en sus fechas españolas e italianas. Habían estado hace  unos meses en Santander, en esta misma sala, teloneando a LA GUNS, en  una gran noche que contó con la presencia también de la banda de MANUEL  SEOANE.
Ahora  de la voz se ocupa un barbudo fortachón con el nombre de Ash, pero en  Santander nos quedamos con las ganas de verle, pues unos problemas en su  garganta nos privaron de su presencia sobre el escenario. Ante tamaña  fatalidad, la banda, a modo de trío, se subió al escenario y tocaron  algunos temas encargándose de la voz su bajista RAFF y su guitarrista  JOHNNY CURLY. El resultado podemos decir que fue “poco brillante”. Media  hora de actuación ante la indiferencia de la inmensa mayoría de la  audiencia, donde como buenamente pudieron descargaron algunos de sus  temas como el himno STAY HEAVY, JAILBREAKER, PLAY IT LOUD, SPIDERS o  INTO THE FIRE, único tema que conocía de haberlo escuchado en su  myspace. Destacaría de la banda a su batería, una bestia de esas que  parece que en cualquier momento puede romper uno de los parches. Menuda  pegada tiene el señor CLAUDIO. Para mi gusto, a la banda le hace falta  una segunda guitarra como el comer, su música suena hueca en muchos de  los momentos. Otra solución sería un bajo más distorsionado, un bajista  que sumara más, pero aún así, creo que no vendría mal un segundo  guitarrista, ya que sus rítmicas son realmente brillantes, pero los  solos... dejémoslos en flojitos.
Abrieron  con MADNESS AND SORROW, segundo corte de su nuevo album PROMISE AND  TERROR. Este tour se hace para presentación de este album, con lo cual,  esperábamos que sonasen unos cuantos temas del trabajo, y así fue.   Cinco fueron los cortes interpretados del nuevo trabajo. Además de la  citada, escuchamos CITY OF BONES, la brillante 1633 y la para mí mejor  canción del disco, FACELESS.  Eché mucho de menos GOD OF SPEED, aunque  LETTIN GO OF THE WORLD en directo se hizo realmente especial, y es que  fue el único de los temas tocados en vivo que forma parte de la segunda  mitad del disco. Temas que cuentan con letras de corte intimista, que  enfocan de pleno los últimos acontecimientos que rodearon la vida de  Bayley.
De todas formas, el show gira más en  torno a su anterior album, THE MAN WHO WOULD NOT DIE. Tras la inicial  MADNESS AND SORROW ya soltaron un corte de este disco, VOICES FROM PAST y  tras CITY OF BONES sonó otro pildorazo, BLACKMAILER. WAITING FOR MY  LIFE TO BEGIN, fue otra de las interpretadas de este disco.
Tras  el BLOOD & BELIEF, llegó la única canción de su exitoso primer  album SILICON MESSIAH. El tema en cuestión fue THE BRAVE, a pesar de las  peticiones que llegaban desde la audiencia para que interpretara BORN  AS STRANGER. Así transcurrió la primera hora de show.
Entre  tema y tema se tomó algún corto descanso donde aprovechaba para dar una  y otra vez las gracias a los presentes por haber acudido en un inglés  claro y calmado, como en el suele ser habitual siempre que está fuera  del Reino Unido y para que lo entienda el mayor número de gente posible.  Es de agradecer esta postura y ojalá otros se aplicaran el cuento, que  no todos somos del norte de Londres o del sur de California, no todos  los habitantes de la tierra hablan inglés fluido, y menos aquí.
La  segunda parte del show fue la de romper. De mano tres temas de su época  Maiden. LORD OF THE FLIES fue la primera con con el guitarra solista  NICO BERMUDEZ haciendo el solo como hiciera JANICK GERS en aquel  X-FACTOR TOUR del 96. Tras ella llegó MAN ON THE EDGE, otro mágico tema  del X-FACTOR que Blaze presentaba como tema del VIRTUAL XI y que fue  entonces mismo corregido por el bajista DAVID BERMUDEZ. Simpático fue el  error, mas si tenemos en cuenta que de los tres temas interpretados de  Maiden, este es el único firmado por Blaze. La última sí fue del VIRTUAL  XI y fue THE CLANSMAN. Nos pusimos morados cantando aquello de  “freedooooooom”.
Tras la sesión Maiden llegaron  THE MAN WHO WOULD NOT DIE y ROBOT, otras dos de su anterior disco. Fue  lo último antes de un brillante bis que cerró la noche con un brutal  KILL AND DESTROY.
Una noche intensa, con muchas  canciones, dieciocho, sin solos de ningún tipo para rellenar que te  rompan el ritmo de la fiesta. El buen hacer de los músicos quedó más que  patente durante el show sin tener que demostrarlo de forma individual.  Si bien NICO BERMUDEZ se encarga de casi todos los solos, JAY WALSH, el  otro guitarrista es una máquina de hacer rítmicas duras y en los escasos  momentos para el lucimiento cumple con creces. DAVID BERMUDEZ, al bajo,  es tras Blaze, el que más interactúa con la gente, el más espectacular,  las fotos lo demostrarán. Atrás LARRY PATERSON es una máquina perfecta y  un genial relaciones públicas fuera del escenario.
En definitiva, una noche para recordar.










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