miércoles, 27 de agosto de 2025

Más alto que el cielo. UNIROCK 2025. Crónica y fotos.


📝 Larry Runner.
📷  Jorge López Novales.

Y Unirock volvió a sus comienzos, o mejor dicho, a lo que originalmente se quiso para Puerto de Vega cuando los pioneros de la idea, allá por los 80, soñaron con que ocurriera.


Por entonces, la idea era tener a Barón Rojo en un festival. La aventura no se pudo llevar a cabo. Ahora, muchos años más tarde, en pleno verano de 2025, la histórica deuda queda saldada. La Asociación peleó por tener a Barón Rojo en su cartel y lo logró. Objetivo conseguido.

Barón Rojo, además, iba a formar parte de una edición que al final ha sido la más exitosa a nivel de público, pues nunca habíamos visto la Explanada del Puerto con tanta gente como en esta ocasión.

Tras un año de transición pasando por el Parque Benigno Blanco, Unirock volvió a donde nació en esta nueva era: la Explanada. Eso sí, esta vez con un recinto mucho mayor que en años anteriores. Recordamos, no sin cierta nostalgia, aquel llenazo con El Drogas. ¿Estuviste allí? Pues este año hubo más gente. Si en Puerto de Vega habitan alrededor de 1.800 personas, podemos decir que en el Unirock había más del doble.

Está claro que juntar en una misma edición a Rage y Barón Rojo muestra músculo, una apuesta que a la fuerza tenía que salir bien. El duro trabajo tuvo su premio.

Atrás quedan tiempos duros, en los que el desánimo y casi diría que el miedo se cernieron sobre la Asociación Unirock. A los habituales problemas que desde fuera no se ven hubo que sumar algunos personales, pues todos tenemos una vida y no siempre es sencilla. Si a eso le añadimos aquella amenaza llegada por parte de la SGAE, las cosas no pintaban bien. Ahora, unos años más tarde, la fuerza de Unirock es como la del águila que aparece en su merchandising.

Es tal el ánimo que les rodea que han hecho crecer aún más el festival, llevándolo a tres días de actos.

Uniguajes

Todo comenzó el viernes con el Uniguajes Goonies del Metal, al que bautizamos enseguida como “el tributín”. Los más pequeños fueron los protagonistas de la jornada matinal y de buena parte de la tarde, con talleres y otro tipo de actividades que terminaron con actuaciones en vivo.

Unirock Radio

Por la noche llegó el Unirock Radio, esa aventura radiofónica donde nos unimos los compañeros de diferentes programas y que este año protagonizamos los hermanos de Helvete y Diario de un Metalhead. Diferentes personalidades del mundo de la política y la música pasaron por allí. También guardamos un tiempo para que los más jóvenes, los auténticos protagonistas del día, pudieran compartir con nosotros su forma de vivir el rock. Entrevistamos a Doña Patricia Rodríguez Córdoba (Presidente de la Comisión Informativa de Cultura, Festejos, Mercados, Parques y Jardines del Ayuntamiento de Navia; D. Adolfo García (Teniente de Alcalde de Puerto de Vega y Concejal del Ayuntamiento de Navia; Guzmán de Blues & Decker, Alanis, Leo y Damián (participantes del Uniguajes), Dani Larriet y Patricia Gosende (Uniguajes/Unirock); Diego y José Carlos (Asociación Unirock).  El audio del programa ya está en iVoox y puedes acceder a él aquí.

Uniguajes

La jornada del sábado comenzó desde bien temprano. Antes de que la PA empezara a sonar ya estábamos en el recinto. Nos encontramos con una zona más amplia que en ediciones anteriores, con un beergarden al fondo donde podías sentarte y disfrutar de alguna de las delicias del Burger Fest, que se celebraba de forma paralela allí mismo, con presencia de varios food trucks. Sin duda, todo un acierto ampliar la oferta gastronómica. En el debe, la escasez de baños. En ese sentido, pensamos que se necesita mejorar: lograr una mejor ubicación y más amplitud para evitar colas y que la gente no acabe en las esquinas. Bien es verdad que muchos necesitan mejorar su civismo. Me pregunto si la gente hace lo mismo en sus casas. De todas formas, trasladamos el mensaje porque fueron varias las personas que nos pidieron que lo comentáramos en esta crónica. Creemos que no les falta razón y por eso lo destacamos con detalle. Unirock tiene nuestro notable alto. Queremos el sobresaliente.

Blister

Blister amenizó la sesión vermut con el WarCry Pablo García a la guitarra como invitado de excepción. Pensamos que iba a ser una mera colaboración en alguno de los temas, pero no: el “mago” estuvo durante toda la actuación. Sus versiones sonaron a gloria.

De entre los grandes momentos resaltaría el “Crazy Train”, homenaje a Ozzy que me puso la carne de gallina; el “You Shook Me All Night Long”, con Pablo haciendo el Angus por el escenario; y, por supuesto, el “Walking by Myself” de Gary Moore, cuando aparecieron los cabezudos rockeros. Mención aparte para la aparición estelar de Dany G. (Last Days of Eden, November ...) en la final “Paradise City”. Si te digo que Patricia Cuesta y Dani G. cantaron mejor que Axl hace tres semanas en Wacken, créeme: no miento.

Pablo García (WarCry) con Blister

El Tributo al Rock comenzó ya a las tres de la tarde en la mismísima explanada. Pienso que es un gran acierto: muchos empalmaron el vermut con el inicio. De allí al Parque Benigno Blanco, la Plaza de la Paloma —que se quedó pequeña— y el Campo de la Atalaya, una maravilla de sitio a tener en cuenta. Quién sabe, cualquier día la Asociación monta allí otra carpa y nos hace subir y bajar como si fuera el Wacken. A saber la que le caería el bueno de Pablo Viña entonces. Es el técnico del Tributo. No me imagino a nadie mejor para un jaleo así. Paciencia infinita.

Citar todo lo que aconteció en el Tributo es imposible: 131 músicos pasaron por el camión-escenario y se interpretaron más de medio centenar de canciones. De Extremoduro a Green Day. Del Death Metal al Punk. Una pasada. Hubo espacio para homenajear a Ozzy. En ese sentido, me gustaría destacar a Dani Larriet, hoy vocalista de Chamako Wey, que además de andar trabajando en la organización tuvo tiempo para disfrazarse de Ozzy y disfrutar viendo cómo sus dos peques se subían al escenario.

Ozzy no fue el único homenajeado: el “Vicio” de Reincidentes fue para el tristemente desaparecido Rufo, uno de los nuestros al que sin duda echamos de menos en los pogos. Me encantó también el momento de “Mr. Crowley”, con tres de los Drunken Buddha presentes. Lo dicho: una maravilla.

La Morgue abrieron la tarde. Su sonido es muy personal, una mezcla de swing —con presencia incluso de saxo—, punk y hardcore... o algo así. Etiquetarlos es complicado, pero si te gusta el mestizaje musical seguro que te encantarán. Utilizan las letras para reivindicar y gritar contra la injusticia. En ese sentido, el festival también se mojó este año: al habitual punto violeta se sumó un punto arcoíris y la bandera palestina estuvo presente. Viva el swingcore. No dejemos que los nazis vengan a prohibirlo como hicieron con el swing original en la Alemania de Hitler.

La Morgue

Barón Rojo salió de forma accidentada. No pudieron comenzar al término de la intro. Problemas con la guitarra (o quizás la pedalera) de Armando de Castro. Minutos de agobio en el escenario, con hasta tres técnicos trabajando para que aquello arrancara. Minutos seguro de agobio que terminaron con el arranque de “Desertores del Rock”, canción cuya temática se mantiene vigente. Cada vez hay más. “Fugitivo” fue la segunda y se recibió con frialdad. Vimos a los De Castro muy mayores; yo creo que físicamente aparentan incluso más edad de la que tienen, y pienso que hasta les costó entrar en calor. Pero ojo, porque unos temas más tarde aquello sonaba de maravilla. En el debe del grupo, sin duda, quedan las voces solistas. Tanto Carlos como Armando apenas conservan un hilillo de voz, pero eso no importó a casi nadie cuando el concierto se convirtió en un auténtico karaoke gracias a la lluvia de grandes éxitos en que se transformó la actuación.

Barón Rojo

Con Armando De Castro luciendo una guitarra tan fea como probablemente ligera, el grupo nos llevó a un paseo por nuestra adolescencia y, a buen seguro, todos los veteranos presentes tuvieron su dosis de nostalgia. Personalmente tuve varios momentos de carne de gallina, aunque lo de emocionarme de verdad llegó al final con “Siempre estáis allí”.

Barón Rojo

Por el camino se quedaron el “Concierto para ellos” (recuerdo, siendo un crío, intentar enterarme de quiénes eran todos aquellos que citan en la canción preguntando a los mayores), “Cuerdas de Acero” y, sobre todo, “Resistiré”, esa canción que todo el mundo del Heavy Metal de este país versionó en tiempos pandémicos y que tan bien suena con esa letra perenne.

Barón Rojo

¿Que están mayores? Seguro. ¿Que se tienen que retirar? Que hagan lo que les dé la puta gana. Si no te gustan, no vayas a verles: quédate viendo Netflix en tu casa. Pero no quieras negar a 4.000 personas, como en la noche del Unirock, el derecho a gozarlo. No quieras impedir que unos chavales, como los que estaban delante de mí en la primera fila, disfruten de unas canciones que son historia del rock en español. No quieras privarnos de seguir disfrutando de la mejor banda de rock que ha dado este país, que además sonó de maravilla. Dicen algunos que Barón Rojo no tiene dignidad. ¿Qué me estás diciendo? Lo que es indigno es llegar al insulto. La gente se piensa que nunca va a envejecer.

Barón Rojo

Gracias a los hermanos De Castro por su trabajo, por su dedicación, por su cercanía, por su sencillez y por habernos hecho la vida más fácil con sus canciones, que sin duda forman parte de la banda sonora de la vida de cualquier metalhead que se precie en este país. Si ahora metieran un buen vocalista seguirían siendo la mejor banda en la actualidad. Luego dirían que abusan.

¡Larga vida al Barón!

Rage

Tras la dosis de heavy en español, venía la actuación de Rage. Los alemanes se mostraron enormes sobre el escenario y también fuera de él, ganándose la admiración y el respeto de todos aquellos que se los cruzaron en algún momento.

Se trajeron un largo repertorio. Venían celebrando el 30 aniversario de “Black in Mind”, uno de sus discos más míticos, aunque en realidad creo recordar que solo sonaron cuatro de las canciones de aquella obra del entonces cuarteto y que hoy conforman “Peavy” Wagner (bajo y voz), “Lucky” Maniatopoulos (batería) y Jean Bormann (guitarra). En este último me detendré. Y es que no sé la edad que tendría el joven guitarrista cuando se editó el citado álbum, pero me temo que quizás no había nacido aún.

Rage

Jean no paró en ningún momento de moverse de lado a lado del escenario, no dejó de interactuar con el público y, al mismo tiempo, mostró en todo momento su virtuosismo. No fuimos pocos los que nos acordamos de cuando Richie Faulkner entró en Judas Priest y les insufló un halo de juventud. Jean ha hecho lo mismo en Rage y la banda sonó a cañón.

Mientras “Peavy” se muestra cada día más estático —sin duda porque su salud dista de ser la mejor—, Jean cubre esa parte imprescindible de mantener el contacto con la audiencia en todo momento.

Arrancaron su repertorio, -ese que jamás te dejará contento del todo porque siempre habrá temazos que se queden fuera-,  con “Sent by the Devil”. Buen comienzo que continuaron con “Shadow out of Time”, otra del "Black in Mind". ¡Qué grandísima canción! Me vuelve loco. Probablemente mi favorita de aquel disco.

Rage

Sin duda, uno de los grandes momentos de la noche fue cuando se despacharon con “Straight to Hell”. El renovado himno, banda sonora de una comedia western alemana titulada "La canoa de Manitú", fue regrabado para el que será muy pronto su nuevo disco "A New World Rising".

Si bien al principio los sentí muy altos de volumen, luego agradecí que así fuera: la gente estaba atenta y no hablaba tanto como suele ocurrir últimamente en los conciertos, a veces incluso llegando a molestar a otros.

Rage

Tras la maravillosa “Great Old Ones”, vino “Black in Mind” y el subidón continuó con “Until I Die”, tras el cual apareció un espontáneo “oé, oé, oé” que la banda agradeció. 

Vi a Novales sacando fotos desde el escenario y me emocioné. Lleva un buen verano el compañero. A Unirock llegó tras pisar entre otros los fosos de Wacken.

Las caras de felicidad se veían arriba, abajo, en el foso y en los laterales del escenario, donde miembros de la Asociación Unirock disfrutaban del ángulo que les permitía ver a la banda de espaldas, con el público entregado enfrente. Sin duda, el mejor pago a tanto esfuerzo jamás recompensado de forma económica.

Para acabar, la aclamada “Don’t Fear the Winter” y "una más amigos", que fue la coreadísima “Higher than the Sky”. Bolazo.

Blues & Decker

La velada gorda terminó con Blues & Decker. Elegantes como su música, rock potente con base de blues que tendré que ver en otro momento con más atención. Y es que confieso que vi solo una pequeña parte del concierto. Me invitaron a compartir una vez más un rato de mi vida con Rage, pasando al backstager y no me lo quise perder. La vida me ha cruzado con ellos en múltiples ocasiones. Les he llevado incluso en mi propio coche, y la última vez que nos vimos fue en los Dynamita, escuchando "Resurrection Day" antes que nadie y entrevistándoles (gracias, Dani G., de nuevo). Uno no se cansa de estas cosas.

Nos fuimos agotados pero felices. No se puede pedir más por menos. Si tengo algún “pero”, es la actitud de algunos con lo del botellón. La entrada es libre y las cervezas no las encontrarás más baratas en ningún otro festival. Si no apoyas eventos como el Unirock, mejor quédate en casa.

Lorena de Skuld posando en primicia para nosotros.

Gracias a la Asociación Unirock. Gracias a Jorge López Novales por las fotazas que ilustran esta crónica. Gracias a Maitane por dejarme ser su compañero de vida salvo en días como el sábado, donde fue una más en el engranaje de la organización desviviéndose porque Rage se sintieran mejor que en casa. Ella y sus compañeras de backstage hicieron que tanto los alemanes como Barón Rojo acabaran abandonando el recinto diciendo que jamás en la vida les habían tratado tan bien. No será porque estén empezando.


© Diario de un Metalhead 2025.


No hay comentarios: