martes, 26 de agosto de 2025

Raining Hell. WACKEN 2025. 30.07-02.08.2025. Crónica. Parte 4/4. Fin.

📝 Larry Runner y Maitane Fernández.
📷 📝  Jorge López Novales.

Sábado.

Afrontamos la última jornada con la amenaza de lluvia constante. Salimos de casa sin muchos planes. Iríamos moviéndonos según las circunstancias nos lo permitiesen. El plan inicial seguramente cambiaría con el paso de las horas y lo que ocasionara la maldita lluvia en los recintos y en nuestro cuerpo.


Y es que tras tres jornadas calzado con katiuskas, los pies no eran los mismos. Las plantas se resentían. Llegaríamos hasta donde el dolor lo permitiera.

Vulvarine

Vulvarine nos hicieron madrugar y acudir al Bullhead, que era un mar de barro. Las vi a distancia, sobre el suelo firme de una de las barras. Demasiado temprano para chapotear. Eran las 12 del mediodía y acudí a ver al femenino combo por tomar nota de lo que se nos viene encima dentro de nada en Asturias, pues estarán en otoño en Avilés.

Vulvarine

Desde el principio, con “The Drugs, the Love and the Pain” ya me gustaron. Es lo que tiene el buen Hard Rock, que enseguida te enganchas sin falta de conocer las canciones. “Good Time” fue la siguiente en sonar en el arrozal. Estábamos casi en familia. Pensé que aquello mejoraría, que acabaríamos siendo más, pero la asistencia no fue a mejor. Demasiado temprano, demasiado barro. Y sí, volvió a llover. Llevaron el “Cheri Cheri Lady” de Modern Talking a su terreno y fue la más coreada. Cerraron con “Rock Bottom” (nada que ver con el clásico de UFO). Me gustaron.

Vulvarine

No nos movemos del Bullhead. Cambio de escenario y del Headbangers al Wet para ver a Majestica. Arrancaron con “Power Train”, chorreo de guitarras al ritmo de la lluvia. Tommy Johansson lleva la batuta de la banda de Power Metal sueca con maestría. Es líder sobre el escenario y fuera de él y el mejor ejemplo de cómo hacer las cosas bien. La banda es un gustazo en vivo, con sus ritmos frenéticos, sus solos veloces y esos agudos en la voz que te hacen pensar si serán posibles con el paso de los años. 

Majestica

Para ser Power Metal, sonaron más orgánicos de lo que yo me esperaba. Vale, llevan coros sampleados y también algunos teclados, pero no son Wind Rose y canciones como “Thunder Power” son muestra de la máquina de precisión que pueden llegar a ser. Además tienen canciones como “No Pain, No Gain” que te vuelan la cabeza. Salí con ganas de llegar a casa y escucharles. Suelo renegar mucho del Power Metal, quizás no estoy escuchando a los mejores. Bolazo. Os dejamos con Jorge, que se fue corriendo a Destruction mientras yo me iba al Infield a ver a August Burns Red por vez primera.

El sábado nos puso a prueba. Tuve la suerte de no pillar las nubes más gordas y mi mochila aguantó seca (lo peor para ella fue el miércoles que casi cala, a pesar de ser a prueba de agua). Lo de caminar sobre el barro, o ver un concierto hundido hasta los tobillos, fue lo de menos. Es complicado de explicar… no estaba cansado y podía caer toda el agua del mundo; iba a poder con ello. Es una extraña fuerza que imbuye también al público que te rodea, una extraña energía que te llena en cuanto llegas aquí, es Wacken. Una fuerza que deja fuera todas tus preocupaciones. ¿Suena exagerado hablar de catarsis?

Destruction

Necesitaba una ración de thrash metal; el año pasado había tenido tiempo hasta de empacharme de él. Destruction era una de mis asignaturas pendientes. Son buenísimos. Me dieron más en tres temas que algunos en todo en un concierto de hora y media. Hablamos de actitud en el escenario. Lo del sonido ya ni os cuento.

Destruction

Cambio de estilo y de escenario para ver a otra banda, August Burns Red, que no había visto nunca en vivo hasta ahora. Iban 3 de 3 en la matinal de la última jornada de Wacken Open Air.

Hay gente que dice que no le gusta el Metalcore. Quizás es que no han oído lo suficiente o no han escuchado a los buenos. August Burns Red lo son. Salidos de Lancaster, Estados Unidos, y con más de 20 años de trayectoria ya a sus espaldas, tenían mucho que decir en su primera visita a Wacken tras ocho años sin pisar suelo teutón.

No es habitual arrancar con una versión, ellos sí lo hicieron. Por la PA de Wacken sonaba fuerte el “Chop Suey” de System of a Down a modo de intro. Ellos la continuaron dándole su toque personal. Todos de negro, su puesta en escena fue muy elegante y potente. Sólo el barro impidió que que el Faster fuera el paraíso del surfer, porque de haber estado el terreno en condiciones, yo mismo me habría sumado a la locura. Increíbles. No me dolió perderme a Destruction.

Floor Jansen

Descafeinado el concierto de Floor Jansen. Pequeña decepción de un show en el que da repaso un poco a toda su trayectoria, haciendo sonar canciones de todos sus proyectos.  En el fondo solo parece arrancar y gustar cuando caen los highlights en modo de canciones de Nightwish. Hasta cinco llegaron a sonar, siendo “Noise”, “Amaranth” y “Nemo” los mejores momentos. Sin magia.

Mastodon en el Faster fue duro a las 16:30. Estaba hasta arriba de fotógrafos y apenas pude moverme. No acabé de pillarles el rollo. Se me hizo un pelín denso (con un puñado de fotos habría resuelto), pero si estaban en un escenario principal sería por algo.

Mastodon

Rueda de prensa.

Como es habitual cada año en la última jornada del festival se celebra una rueda de prensa con presencia de los organizadores y las autoridades responsables. Todas las partes dieron un balance fundamentalmente positivo, sin pasar por alto las restricciones climáticas: "En 2023, los héroes fueron quienes no pudieron viajar hasta aquí", declaró el organizador Thomas Jensen. "Los héroes de este año fueron todos los que vinieron y crearon un ambiente fantástico durante todo el festival, independientemente del tiempo. ¡Sentimos un gran respeto por todos estos fans!". El organizador Holger Hübner añadió: "Para mí, los verdaderos héroes fueron quienes lograron disfrutar con sus bandas frente a los escenarios a pesar de las condiciones adversas. La comunidad metalera se mantiene unida, ya sea en el pogo, en los campamentos, incluyendo la zona de Wheels Of Steel, o en el bar".

Mambo Kurt

Una vez más pude ver al mítico artista del órgano Mambo Kurt en Wacken. Esta vez fue un poco más en la intimidad, mientras recuperaba fuerzas en la zona de prensa comiendo un burrito y bebiéndome una Krombacher, esa cerveza del festival que refresca pero que no emborracha. Porque no puede ser que el que esto escribe con tres San Miguel esté tocado y allí con diez esté como al principio de la mañana. El año pasado pensaba que era por el calor. Pues no. Con lluvia tampoco me pegó un pijo.

W.A.S.P.

En los últimos tiempos no he visto más que ataques contra W.A.S.P.. Que si playback que si historias. Sé que los coros iban grabados, puede que algunas de las voces de Blackie también, quizás algo más que las agudísimas de Halford y menos que las de Kiske, pero a mí, me dio igual. Después de tragarme aquel bolo de Aerosmith en Madrid no nos vamos a andar con remilgos con Blackie.

W.A.S.P.

Concierto de clásicos de principio a fin. Canciones que traen la nostalgia, de la banda sonora de mi vida, que me recuerdan a situaciones vividas que fueron pura gloria y a gente que ya no está, porque algunos se quedaron en el camino o simplemente se hicieron a un lado y andan por ahí con lo del “yo era heavy”.

W.A.S.P.

Desde la inicial “I Wanna Be Somebody” a la final “Blind in Texas” fue un no parar. El espectáculo visual en la enorme pantalla del fondo fue también sobresaliente. Llamó la atención el ver a Hitler durante “The Headless Children”, ya sabéis de qué va la letra, pero pensé que algo así no podía producirse en Alemania. Había visto años atrás a la banda en le mismo escenario, en el Faster y fue otra cosa. Esta vez me divertí de lo lindo viendo además a mi adorado Aquiles Priester en la batería. 

Obituary

Obituary… “The End Complete” fue uno de los primeros discos que compré.  Vinieron  a Alemania con su gira 35 aniversario de su álbum Cause of Death. Crees estar acostumbrado ya a todo, pero esas leyendas me intimidaron.

Within Temptation

Llegó la hora de la maravillosa Sharon den Adel, de Within Temptation.. Media tarde, horribles circunstancias climatológicas y un Infield con menos de la mitad de gente a la que nos tiene acostumbrados. Algunos metalheads hartos de barro empezaban a abandonar el festival y creo que fue en la actuación de los holandeses cuando empezamos a echar de menos a tantos compañeros.

Within Temptation

El concierto fue magnífico y llegó cargado de gestos contra la invasión de Ucrania desde el primer momento con el arranque de “We Go to War”, canción con la que la Julia Roberts del metal lució una llamativa máscara. Más tarde me fijaría que en su brazo llevaba pintada la bandera de Ucrania.

Within Temptation

No faltaron hits que corear: “Faster”, “Stand My Ground” ... Pero ahí me fui. Demasiada lluvia y barro. Si quería ver a Exhorder tenía que ir tirando rumbo al Bullhead.

Exhorder

Habían anunciado su show como un especial “Slaughter in the Vatican Show”, pero no fue así del todo. No tocaron el disco entero y por orden como cabría esperar, como hizo Dirkscheneider con “Balls to the Wall” dos días antes. 

Exhorder

De hecho ya de mano atacaron con “My Time”, de su “Mourn the Southern Skies” y después sí que sonaron temas como “Desecrator” o las mismísima “Exhorder”. Una vez más se puso a llover, y la verdad que fue un enorme bajón ver a la banda en aquellas condiciones, con un barro que pasaba por encima de nuestros tobillos y totalmente líquido, lo cual hacía tedioso simplemente mantener el equilibrio. No acabé de ver la actuación. Salí frustrado, triste y maldiciendo. Deseando llegar al hotel. Quedaba en mi lista Machine Head, pero, de verdad, ya no me apetecía. Aún así nos quedamos una hora y pico más.

El barro nos engullía viendo a Exhorder.

Promoters Farewell & Thanks.

Los jefes de Wacken aparecen en escena con el lanzamiento de un cohete que creo que no funcionó como debiera. Y es que la temática de este año 2025 fue entorno al espacio y pudimos ver OVNIS en el cielo, cohetes por todas partes. El festival contó con la presencia de investigadores espaciales que ofrecían información sobre ciencia y tecnología más allá de la Tierra mediante exposiciones y conferencias, simulaciones y equipos reales. Los astronautas Alexander Gerst y Rabea Rogge relataron sus aventuras espaciales, e incluso en el recinto principal de la exposición, el "espacio" estuvo representado simbólicamente por una maqueta gigante (a escala 1:4) de un vehículo de lanzamiento Ariane 6 de la ESA, que se alzaba imponente junto al Faster Stage. La verdad que a mí todas estas historias me parecen chorradas superfluas. Como decía un amigo, el Rock Es Rock. Jorge os cuenta más.

Antes de Machine Head, me planté en los dos escenarios principales. Nos dieron la oportunidad de acceder al Promoters Farewell, una ceremonia en la que se anuncian las bandas del año que está por venir. Todo quedó en encender un cohete (no supe si al final despegó) y un discurso de los padres de Wacken. Lo más “interesante” fue la participación del guitarrista Val Bebko acompañando a Tina Guo, que con su violonchelo eléctrico parece que se convirtió en la estrella del festival 2025, pues participó como colaboradora con distintas bandas y protagonizó el show inaugural y el final.

Comparado con otras ceremonias de este tipo fue un poco soso: ni vikingos, ni aliens, ni zombies… Larry os cuenta más.

Además de la música a todo volumen y las innumerables actividades del W:O:A, el tema del "espacio" resultó ser un gran atractivo: en el "Campamento Espacial", por ejemplo, investigadores espaciales ofrecieron a los invitados información sobre ciencia y tecnología más allá de la Tierra mediante exposiciones y conferencias, emocionantes simulaciones y equipos reales. Los astronautas Alexander Gerst y Rabea Rogge relataron sus aventuras espaciales, e incluso en el recinto principal de la exposición, el "espacio" estuvo representado simbólicamente por una maqueta gigante (a escala 1:4) de un vehículo de lanzamiento Ariane 6 de la ESA, que se alzaba imponente junto a la Etapa de Aceleración.

Tina Guo

Tina Guo con su cello eléctrico centró la atención musical mientras el ejército de drones iba formando figuras en el cielo con el logo de Wacken 2026, el Toro, etc. Luego se proyectó un video en el que se simulaban videollamadas de los más grandes artistas de las 35 bandas que fueron anunciadas. Def Leppard, Savatage, In Flames y Powewolf son de momento algunos de los grandes nombres que estarán en la próxima edición. Todo terminó con un castillo de fuegos artificiales. Media hora que se hizo larga, sobre todo porque estuvimos en todo momento bajo la lluvia.

Exhaustos. Cuando Robb Flynn y los suyos, Machine Head, saltaron al Faster llevábamos casi 11 horas de pie sobre el barro. Estábamos allí como si fuera por compromiso. Así es imposible disfrutar de nada. Era la tercera vez que me pasaba con Machine Head en Wacken. Es como una maldición, si están ellos en el cartel, diluvia.

Machine Head

Me pasó en 2005, la primera vez que fui. Aquel año no paró de llover en los tres días de festival, con mucho frío además. El chocolate caliente de un puesto del pueblo nos mantuvo vivos aquel año. En 2015, lo mismo. Barro por todas partes, desesperante. 2025 la misma pesadilla. Vienen cada diez años y parecen maldecir al festival. Sé que no es su culpa, pero dejad que expulse la frustración de alguna manera. Les ha tocado a ellos.

Saltaron con “Imperium”, continuaron con “Ten Ton Hammer” y cuando llegó “Now We Die” me dije que ya estaba bien.

Machine Head

Pasamos a recoger las cosas de la taquilla y nos subimos al autobús antes de que la cola se hiciera eterna. El Wacken 2025 ha sido al final el más duro de los vividos en 20 años sin duda alguna. Ha superado con creces a 2023, donde llovió antes del festival pero acabamos quitando las botas de agua, y por supuesto a 2005, 2015 y 2016, que fueron duros pero una broma al lado de esta maldita edición. Seguramente yo ya esté también mayor, pero nunca vi el terreno del festival en tan mal estado.

La 34.ª edición del Wacken Open Air llegó a su fin. Algunas de las actuaciones serán sin duda recordada por mucho tiempo. Más de 200 bandas tocaron en nueve escenarios en un festival que, una vez más, agotó las entradas para 85.000 metaleros de todo el mundo. Lástima lo del clima, pero esto es el norte de Alemania y sabemos a lo que nos exponemos. He estado en 18 ediciones y ha llovido en dos de cada tres. Así que no hemos vivido nada que nos extrañara.

A pesar de que no ha sido el mejor Wacken ni a nivel musical ni a nivel metereológico, sí que tenemos que decir que a nivel personal ha sido probablemente el más satisfactorio. Tras 18 años acudiendo pudimos reunirnos en privado con Thomas Jensen y charlar con él durante media hora compartiendo unas cervezas (bueno, él bebió un refresco). Sin duda la mejor de las experiencias. Lo que allí se habló se queda para nosotros, así como las fotos del encuentro.

Este año no hubo Rain or Shine. Solo Rain. Aún así, no hay nada mejor en la vida. Gracias Wacken Open Air y Crew por cambiarnos la vida.

Gracias a Maitane por todos estos años. Gracias a los compañeros de expedición Jorge, Jan, Sergio, Iñígo y Jose.

Saludos especiales para Diego (espero que este Wacken sea el primero de muchos) y a Torremocha. Saludos también para Joana y Pep. También para Mauro, fue genial ponernos al día largo y tendido. Saludos a Metal Hammer, Mariskalrock, Inforock y Rock Brigade. Este año veréis crónicas firmadas por la gente de esta casa en todos ellos. Un placer. Eso sí, ninguna tan amplia como esta que aquí concluimos. 

Wacken 2026 ya ha comenzado.

www.wacken.com

© Diario de un Metalhead 2025.

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