Texto: Larry Runner.
Fotos: Jorge López Novales.
Sólo cincuenta y cuatro butacas libres de un aforo para 408 personas. Todos sentados y a distancia. Hasta nuestro fotógrafo tuvo que estar atrapado en una butaca sin moverse y con la mascarilla, de ahí que no haya mucho juego para los ángulos de las fotos. Es lo que hay. En lo personal, decir que como siempre en estos lugares, echo de menos una barra. Pero peor fue tener que ir al baño de un bar cercano porque los del Centro Cultural no se podían utilizar. Los apestados de la cultura, los de siempre, pagamos el pato de lo que está pasando. Siempre lo hemos sufrido, pero ahora aún peor.