Este cuarto trabajo de Acrux, llamado “My Demons”, llega en un buen momento. Mis oídos necesitaban ampliar horizontes… Pero, ¿tanto? Os lo voy a contar a continuación.
¿Qué es Acrux? Una banda de Castellón. Es el proyecto personal de Pablo Gargallo Beltrán. Una one man band en toda regla: el mismo se encarga de toda la instrumentación y voces. Acrux fue creado en 2023 para dar salida a toda la música, a todos sus demonios, que no tenían cabida en otros proyectos en los que estaba trabajando este músico.
Pablo viene de crear un disco de veinticuatro minutos “Underwater”. Aquí, en “My Demons”, nos presenta ocho temas. Ocho atmósferas únicas.
Diría que la base se mueve en un metal extremo (Doom, Black, Death) mientras juguetea con sonidos más rock arriesgando mucho en algunos momentos. No vamos a encontrar “acelerones”. Estaríamos ante algo con el prefijo post, como bien dice su nota de prensa. Aunque en estos casos prefiero dejarme llevar y no diseccionar lo que escucho porque post es un término del que se ha abusado mucho. Es evidente que Gargallo se ha dejado llevar por todos sus gustos y no necesariamente se adscriben al ámbito metal.
Mis líneas no se acercarán, ni mucho menos, a todo lo que quiere expresar, y el cómo lo ha hecho, pero vamos a intentarlo con algunas pinceladas de sus temas.
Unos teclados y un riff de guitarra cargado de melancolía no sumergen en “My Demons”. Nos encontramos con pura atmósfera emocional.
“The end of love” sería un buen ejemplo de un rock/punk con un riff más “comercial”. Aunque es extraña la combinación que se crea con la voz gutural.
Y, repentinamente, nos presenta “Fail”, una lenta pieza de black metal de gran belleza. Uno de los primeros grandes contrastes.
“The distance” te mete un pequeño solo, tan corto como efectivo. Aquí no se busca deslumbrar con técnica. Todo ello bajo el mandato de un riff machacón que se te va quedando grabado hasta el climax final.
“Glass in my veins” es un tema que me transmite oscuridad. Una de las capas de guitarra es un tremolo picking sobre el que actúa una guitarra más convencional. Un tremolo del que se desnuda para profundizar en esa oscuridad.
“Frozen Silence” vuelve al “comercial”. Una pieza de composición más sencilla que no acababa de descolocarnos tras la faceta más extrema.
“Cold inside” juega con un sonido más… como lo llamaría ¿auténtico? Sin buscar la brillantez en el sonido, juega con una buscada distorsión casi desafinada. Y cumple con lo que dice el título. Es como si los susurros y todo lo nombrado te transmitieran “frialdad”.
“Salvation” cierra el disco con un black más evidente. En su último minuto tenemos una guitarra acústica que viene a juego con el mundo lleno de contrastes de Acrux.
Se ha buscado un sonido que casa muy bien con lo que escuchamos. Partimos de que es un sonido “casero”. Rubén de Neburzone se ha encargado de ello.
Para finalizar. Estos cambios pueden parecer desconcertantes. Pero ser imprevisible forma parte de su encanto. La verdad es que me lo he pasado muy bien reseñándolo. Un trabajo recomendable.
Este disco ha sido editado el pasado 15 de abril por Base Records, Romantic Songs, and Hecatombre Records
Encontraréis toda su música, y la forma de adquirir el trabajo de Pablo en formato físico en Bandcamp.
https://acruxdoom.bandcamp.com/
1. My demons
2. The end of love
3. Fail
4. The Distance
5. Glass in my veins
6. Frozen silence
7. Cold inside
8. Salvation

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